°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

36•🐰

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Inicio de semana y no puedo creer lo feliz que me siento, es como si todos los días fueran el mejor día de mí vida. No importa el clima que haga o lo que digan las personas que están a mí alrededor, porque la felicidad nadie me la van a quitar.

—¡Buenos días!—
Me asomé por el salón de Youngjo, apenas me vió se levantó y se acercó.

—Buenos días, amor~—
Agarró mis manos dejando un beso en el dorso de ambas, logrando que me sonroje.
—¿Dormiste bien? ¿Desayunaste?—

—Si, dormí muy bien y si desayuné. ¿Y tu?—

—Lo mismo, Koni—
Sonreímos y nos dimos un abrazo.

—¡¡BUEN DIA!!—
Ambos nos sobresaltamos por el grito, era Seoho que se acercaba junto a Hwanwoong.
—¿Desde tan temprano andan cariñosos?—

—Obviamente, como no podría serlo con un novio tan lindo—
Youngjo apretó mis mejillas sacándome una risita vergonzosa.

—Me dan diabetes—
Comentó Hwanwoong fingiendo asco pero la historia cambio cuando Seoho se acercó a el.

—Me parece un poco hipócrita de tu parte que digas eso—
Con youngjo nos miramos, sabíamos perfectamente a lo que se refería.

—Me voy al salón, ¿luego vienes Keon?—
Asentí a la pregunta de Woong, así se dio vuelta y rápidamente se fue.

—Asi que funcionó la salida del sabado—
Seoho sonrió al comentario de mi novio.

—Era lo último que necesitaba para conquistarlo. Ustedes vieron cuando lo besé, ¿No?—

—¿Cómo lo supiste?—
Me sorprendi pero Yojo parecía saber que nos había visto.

—Seoho tiene un buen ojo, supongo que habrá notado que estábamos ahí—

—Exacto. Gracias por darme el espacio para hablar con Hwanwoong a solas—
Pasó por entremedio de nosotros y entró al salón, ya que estábamos en la puerta.

—Hicimos un buen trabajo—

—Estoy de acuerdo—

[...]

Nuestro día siguió como es rutinariamente, tuvimos las clases de todos los lunes, pasamos los recreos los 4 juntos y nos tuvimos que separar para las tutorías de Youngjo.
Repasamos algunas cosas e hicimos algunos ejercicios de matemáticas, a Yojo no le divierte estudiar cuando estamos juntos pero hace el esfuerzo de seguirme el paso. Se nos pasó rápido el tiempo y ya estábamos saliendo de la escuela.

—Pasa, mí amor~—
Youngjo abrió por mí la puerta de entrada dejándome salir primero.

—Que caballero—
Sonreí y esperé a que cerrará para agarrar su mano.
—¿Quieres quedarte en mí casa está noche?—

—Me encantaría~—
Nos dimos un pequeño beso para caminar hacia la salida.

—¡¡Youngjo!!—
Nos sobresaltamos al escuchar gritar a alguien. Justo vimos a lo lejos como una persona se acercaba a nosotros corriendo.

—¿Quien-?—
No pude terminar la pregunta, ya que Yojo soltó mi mano y salió corriendo en dirección a esa persona.

—¡¡SEUNGSIK!!—
Se terminaron abrazando, así que me detuve para darles espacio. Sonreí al ver lo emocionado que estaba Youngjo.
—¡¡Hace cuánto tiempo que no te veo!!—

—Digo lo mismo, ¿Cómo estás? ¿estás durmiendo bien?—
Se separaron del abrazo ambos sonriendo en de oreja a oreja.

—Tranquilo, Sik. Estoy bien, muy bien—
El chico me miró para volver a su mirada a mí novio.

—¿No me vas a presentar?—

—Ah, lo siento—
Yojo me miró y me hizo una seña para que me acercara, así que le hice caso.
—Te presento a mí novio: Keonhee. Amor, el es mí mejor amigo de toda la vida: Seungsik—

—Es un placer—
Sonreí haciendo una pequeña reverencia.

—Asi que tu eres el famoso Keonhee, Youngjo me ha contado tantas cosas de ti y por horas—
Se rió y vi como Yojo se sonrojó un poco por lo que dijo.

—No me expongas de esa forma—
Le dió un pequeño empujón haciendo que Seungsik se riera aún más.
—Eres mayor que nosotros pero aún así eres como un niño—

—No faltes el respeto a tus mayores—
Se cruzó de brazos fingiendo seriedad aunque no le duro mucho.

—Por cierto, ¿Qué haces aquí? ¿No tenías examenes en la universidad?—

—Tengo un descanso por ahora, así que aproveché a venir a verte. ¿Vamos a comer algo?—

—¡Claro!—

—Bueno, me voy a adelantar a mí casa. Un placer conocerte, Seungsik—
Estaba por irme para no estorbar, pero el amigo de Youngjo me detuvo.

—Ven con nosotros, no creo que a Yojo le guste dejarte ir solo—

—¿Seguro? No quiero interrumpir en una reunión de encuentro—
Rasque mí nuca algo avergonzado.

—Tranquilo, no me molesta para nada—

—Vamos, Koni. No te preocupes por Sik—
Volvió a agarrar mí mano y empezó a caminar.
—Quiero creer que viniste en auto—

—Claro que si—
Nos siguió el paso y se adelantó para abrir su auto. No pude disimular mí cara de asombro al verlo.

—Podrias haber traído otro auto para disimular un poco, ¿no?—
Nos quedamos mirando los tres por unos segundos.

—Si, lo pensé—
Rió algo nervioso y destrabó el auto.
—Iba a traer el Mercedes pero mí madre se lo llevo—

—¿¡Mercedes!?—
Abrí los ojos más de la cuenta y señale el auto impresionado.
—¿Entonces cuál auto es este?—

—Un Lamborghini Urus—

Por poco me desmayo de solo escuchar el nombre.