°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

23•🐈‍⬛

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[🐈‍⬛]
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—El beso que me diste me sirvió mucho, recuerdo todo lo que me enseñaste—

—Realmente te gusta hacerme sonrojar—

—Claro, ¡me encanta! Se hizo mí pasatiempo desde que nos conocimos—
Negó con la cabeza sonriendo para empezar a guardar sus cosas.

Copié su gesto. Ya habíamos terminado con el tiempo de estudio así que tocaba volver a casa. No tardamos mucho en tener todo en nuestras mochilas y salir.

—Eres sorprendente, Koni. Además de enseñar bien, besas muy b- —
Antes de que terminara la frase tapó mí boca, enrojeciendose como siempre.

—N-No lo digas en voz alta—
Asentí sonriendo y apartó su mano.

—Esta bien, Koni—

Caminamos por los pasillos haciendo el recorrido rutinario, bajamos las escaleras y salimos por la puerta principal a la entrada. Apenas estábamos en el exterior empezó a vibrar mí celular en mi bolsillo.

—¿Quién será?—
Pregunté irónicamente sonriéndole a Koni, y apenas mire de quién era la llamada desapareció mí sonrisa.

—¿Pasa algo?—
Dudé pero en contestar pero lo hice de todas formas. Si no atiendo a la primera, volverá a llamar otra vez.

—Hola—
Inconcientemente, mí tono de voz salió frío y serio, lo que pareció preocuparle a Keonhee.

[[ ¡Youngjo! ]]

—¿Qué quieres, Subin?—

[[Queria saber si aún estabas en la escuela...ya que tardabas en llegar, me preocupé]]

—No tienes porqué preocuparte, así que no me molestes—

[[Hermano, lo digo enserio]]

—Yo también. Deja de controlar lo que hago—
Sin dejar que contestará corté la llamada guardando mí celular.

Rode los ojos para mirar a Keon, que me estaba mirando confundido y extrañado con mi comportamiento. Le hice una pequeña reverencia con una expresión triste.

—Lo siento...no quería que me escuches de esa manera—

—N-No, está bien—
Trato de sonreír pero su rostro delataba su preocupación.
—Sigamos caminando—

—Claro...—

Volvimos a lo nuestro, y volvimos a caminar en dirección a la casa de Keonhee. Por un rato estuvimos en silencio, lo que me pone bastante nervioso. No quiero que piense mal de mí. Ordené un poco las palabras en mí cabeza y tome aire para hablar.

—Keon...el que llamó era mí hermano—
Me miró y asintió prestandome atención.
—Es menor que yo, se llama Subin y no nos llevamos muy bien—

—Entiendo—
Desvié mí mirada al suelo apenado, hasta que el agarró mí mano y volvi a mirarlo.
—Si no estás cómodo con contarme no es necesario que lo hagas—

—Gracias, Koni. Pero si quiero contarte, yo ya conocí a tu familia y creo que tu también deberías saber de la mia—

—Esta bien, Yojo—
Acarició el dorso de mí mano con su pulgar.
—Soy todo oidos—

—Bueno, mis padres son personas de alto nivel digamos. Yo solía ser su hijo consentido, me llevaban siempre a sus juntas, vacaciones y hasta los acompañaba a sus trabajos—
Seguíamos caminando, aunque en un momento me detuve para tomar aire y volvimos a movernos.
—Pero eso dejó de ser así cuando nació Subin. Por un tiempo siguió todo como siempre y luego empezaron a tener preferencia por el. Íbamos a sus reuniones y a mí me dejaban a un lado solo, mientras que ellos se iban con Subin a hablar con sus amigos. También hablaban de mí como un mal hijo y obviamente Subin era todo lo contrario a mi...Desde entonces le tengo algo de rencor a mí hermano. Más aún cuando entro en la secundaria, ya que todo el tiempo me decía que él era el favorito y que yo solo era un error—

—Youngjo—
Hizo que nos detuvieramos y agarró mi otra mano también. Debo admitir que me estaba aguantando las ganas de llorar.
—Eso es terrible—

—Lo se...de eso aprendi a estar solo. En cualquier lado, hasta en mí casa. Y estaba más solo cuando me cambiaron a nuestro instituto. No querían que Subin y yo estuviéramos juntos. Por mucho tiempo trate de que volvieran a prestarme atención pero eso nunca pasó . Así que en algún momento deje de ponerle empeño a todo. Y bueno de repente, cuando cumplió los 15 años, Subin empezó a tratarme bien y querer que nos reconciliemos—

—Quizas se dio cuenta del daño que te hicieron y...el que te hizo el también—
Asentí apenas sonriendo.

—Prefiero dudar antes de que decepcionarme por una mentira. No estoy buscando una reconciliación—

—Entiendo eso, pero no pierdes nada con intentar—

—Puede que tengas razón—
Soltó una de mis manos para acariciar mí rostro.

—Todo estará bien, Youngjo...Gracias por contarme—

—No, yo debo agradecerte. Porque ahora la persona más importante que tengo y la que más se preocupa por mí eres tú—

—Tan cursi—
Sonrió haciendo que yo copiara el gesto.

—Solo para ti—