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—¡Y después de eso Youngjo casi se desmaya! Aunque lo mejor de lo mejor fue escuchar el regaño que le dió a Sejun y las condiciones que puso para dejarlo estar con Subin—

—Youngjo, que molesto. Pobre, chico—

—¡Oigan! ¡Era muy necesario!—
Los cuatro nos reímos.

Por fin estabamos todos juntos en la escuela de nuevo. Luego de la mañana intensa de ayer, quedamos libres de cualquier mala vibra. Todo se había resuelto por fin.
En el viaje de regreso en auto, nos la pasamos cantando y riendo con una felicidad desbordante. Fue una gran cura al corazón de los que estábamos sufriendo por toda la situación que ya no existía. Además, en un momento, paramos en un restaurante de comida rápida que había en una de las estaciones de servicio para comer algo rico. Y fue en ese lugar que Youngjo le dió todo un discurso a Sejun sobre cómo cuidar de su hermanito. Por suerte el aceptó los términos y condiciones, así que todos felices. Aunque Youngjo casi se vuelve loco y se tira del auto cuando Subin se bajó con Sejun y se quedó en su casa.

Me alegra saber que todo está bien—
Woong miro a Yojo, sonriendo genuinamente feliz y aliviado.

Gracias, Hwanwoong. Admito que extrañe pelear contigo todos los dias—
Youngjo y el chocaron los puños. Nos volvimos bastante unidos.

Soy indispensable en la vida de ustedes, lo se—

—¿Y a mí no me extrañaste?—
Preguntó Seoho haciéndose el tierno, pero Yojo solo hizo una cara de asco.

Ni cerca—
Los tres reímos mientras que Seoho mantuvo rostro serio, aunque no por mucho, ya que también nos acompañó con las risas.

Que malo eres, debería reemplantearme si eres mí amigo o no—
Se tambaleó de un lado a otro para terminar apoyando su cabeza en el hombro de Hwanwoong.

Youngjo y yo los miramos asombrados. Woong pareció darse cuenta de la situación pero no apartó a Seoho, solo sonrió nervioso mientras comenzaba a sonrojarse.

—¿Crees que es el momento?—
Seoho miró a Woong muy amorosamente y asintió un par de veces.

Oh, no me digan que...—
Con Youngjo empezamos a sonreír y nuestros dos amigos confirmaron nuestras sospechas.

—¡¡Somos novios!!—
Seoho abrazó a Hwanwoong haciendo que el riera vergonzosamente.

—¡Que lindo, chicos! ¡Felicidades!—

—Son el uno para el otro—
Woong terminó correspondiendo el abrazo de Seoho.
Ahora no pueden quejarse de nosotros siendo cursis—

—¡Claro que nos vamos a quejar! Ustedes están a otro nivel—
Youngjo me abrazó igualmente, haciendo cara de indignado.

—¡Tienen envidia porque nosotros somos más tiernos!—

—Prefiero lo sexy la verdad—
Seoho le echó una mirada a Hwanwoong, mientras pasaba una de sus manos por el cuello de su camisa.

—¡SEOHO!—
Apartó su mano haciendo que Seoho riera satisfecho por la reacción de Woong.

Chicos, por favor estamos en una institución pública—
Dije tapándole los ojos a Youngjo, el se rió y me tapó los ojos también.
Consiganse una habitación—

—No lo hagan más vergonzoso—
Pidió Hwanwoong, que ya parecía un tomate de lo rojo que estaba.

No necesitamos conseguir, después mí tigrecito va a venir a mí casa—

—¿Tigrecito?—
Youngjo y yo nos destapamos mutuamente los ojos. Y nos miramos tratando de contener la risa.

Pueden reirse—
Apenas Hwan no dio el permiso, nos empezamos a reír.
Te dije que no me digas así enfrente de ellos—

—Lo siento, fue inevitable—



°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ONEUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora