°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

6•🐈‍⬛

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Convencerlo de almorzar primero fue bastante fácil, desde un inicio noté su gusto por la comida.
Comió lo que le había comprado y puedo confirmar que le gustó bastante.

—Bueno, ahora sí comencemos—
Se levantó de su asiento y se acercó a mí sonriente
—¿Tienes algún examen en estos días?—

—Si, un examen de Biología—
Me crucé de brazos para apoyarme en el respaldo de la silla. No me gustaba esa materia.

—¿Enserio?—
Apoyó sus manos sobre mí banco emocionado, hasta le brillaron los ojos.
—Tienes suerte, porque me encanta esa materia. Así que te enseñaré lo necesario y mucho más—

—Wow, genial—
Contesté con sarcasmo, el rodó los ojos poniendose serio y se acercó a la pizarra.

—¿Deberiamos empezar desde cero?—
Me miró y negué con la cabeza.
—Aburrido...—

—Mira quien habla—
Volvio a girarse y lo escuché suspirar muy profundamente mientras hacía un gesto de impaciencia con las manos. Su forma de ser me empezaba a gustar.

—Bueno, ¿qué tal si te enseño un poco de anatomía?—
Como respuesta pase mí mirada por todo su cuerpo, logrando que se pusiera nervioso, y sonreí de lado.

—Me encantaría—
Se sonrojo por el doble sentido de la situación, y se abrazo a si mismo de forma dramática.

—¡Maldito pervertido! ¡Uishh!—
Movió la cabeza de un lado a otro, como si eso lo ayudaría a sacar esa idea de su mente. Era muy tierno.
—¡Renunciare si sigues así!—

—¡Ah, vamos! Solo estaba Ju-gan-do—
Dió media vuelta indignado, para empezar a escribir en la pizarra desesperado.

—Solo sigamos con esto y terminemos de una vez—

—Está bien~—

[...]

Durante el tiempo que nos quedaba, la pasamos estudiando. Ninguno de los dos volvió a decir algo que no tuviera que ver con los temas de ese día.
Al terminar la jornada, guardaramos nuestras cosas y nos dispusimos a salir de la escuela. Caminamos en completo silencio por los pasillos y solo provenía algo de ruido de los salones, donde se encontraban los alumnos de primaria en clase. Un par de veces lo miré de reojo pero parecía no darse cuenta.
Ya en la salida me detuve pero el siguió caminando.

—¡Hey, enojon! ¿No tienes modales o que?—
Se giró para mirarme sorprendido, así que me acerqué.

—¿Qué te ocurre ahora?—

—No me saludaste—
Me detuve frente a él y me crucé de brazos, fingiendo estar indignado.

—Ay, perdón su majestad—
Hizo una vaga reverencia con una sonrisa fingida, todo a modo de burla.
—Hasta luego...idiota—

—Hasta luego mí trasero, ahora te acompañaré—

—Ni lo pienses—

—Yo no pienso—
Se rió de lo que dije sin vergüenza y con ganas, sacandome una sonrisa. Su risa me dejó encantado.
—Vamos, voy contigo—

—¿Por qué no vas a tu casa?—

—Quiero acompañarte—
En parte era cierto, su compañía me hacía sentir algo diferente como si mí vida fuera mucho más brillante. Pero por otra parte, no quería volver a mí casa.

—Uy, mirá como te creo—

Caminamos unos 15 minutos y en el transcurso del camino hablamos un poco. Así supe que tenía un hermano, una gran fascinación por la comida, que ya había notado, y además un mejor amigo llamado Hwanwoong que luego me presentaría.
No tardamos mucho más en llegar a su destino y me quedé mirando el frente de su casa mientras el buscaba sus llaves. Era bastante bonita y llamativa, al igual que la persona que vivía allí.

—Bueno, gracias por acompañarme supongo—

—¿Qué clase de agradecimiento es ese?—
Hice un gesto de desagrado, cosa que lo hizo sonreír.

—¡Gracias por acompañarme, Youngjo!...¿Así está mejor?—

—¡Perfecto!—
Reí satisfecho y di media vuelta para empezar a caminar hacia mí casa.
—¡Adios, 4 oj- digo, Keonhee!—

—¡Vuelves a decir eso y te mato!—

—¡Lo tendré en cuenta!—