°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

42•🐰

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[🐰]
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—¡Buenos días, Keon!—

—Buen día, Hwanwoong...—

Había dormido unas 4 horas apenas, normalmente duermo más pero me fue imposible dormir con toda la sobrecarga de sentimientos y pensamientos que tenía anoche. Youngjo y Subin estaban muy mal, no puedo creer que algunos padres pueden llegar a ser tan crules con sus hijos.
Realmente había pensado en quedarme en casa y faltar a la escuela, pero necesito hablar lo antes posible con los directivos y con Seoho y Hwanwoong. Tienen que estar al tanto de lo que pasó.

—¿Estás bien, Keon? Te veo cansado—
Hizo una pequeña expresión de confusión.

—No tienes idea de lo que ocurrió ayer—
Suspiré profundamente, ya podía ver la cara de preocupación de Woong.

—Cuentame, ¿qué pasó?—
Agarró mis manos, haciendo que se sorprendiera por lo frías que estaban.

—Te diré en el receso, Seoho tiene que saberlo también—

—Esta bien...esperaré—

[...]

Apenas escuchamos sonar el timbre, junto con Hwanwoong, fuimos a buscar a Seoho. Aunque no tuvimos que esforzarnos mucho, ya que apareció delante nuestro cuando íbamos saliendo del salón.

—¡¡Buenos días!! ¿Saben por qué no vino YOUNGJO?! Keonhee...¿Qué te paso?—

—¿Me veo tan mal?—
Woong hizo un gesto con su mano, pero no le preste atención ya que Seoho asintió repetidas veces con la cabeza.

—Si, estás muy demacra-¡AU!—

—¡No lo hagas sentir mal a Keonhee!—
Al menos el golpe que Hwanun le dió a Seoho me hizo reír.

—No importa, chicos. Necesito que hablemos, pero a solas—

Los dos entendieron así que a paso rápido nos dirigimos al patio, y nos quedamos lo más alejados que podíamos de los demás alumnos. Una vez nos sentamos en el suelo, les conté todo. Hasta con la hora exacta, ya que me acordaba muy bien. Ambos estaban muy impresionados, sus expresiones iban de confusión, a miedo y a preocupación.

—¿Y cómo está Youngjo ahora?—

—Mejor, se va a quedar en mí casa un par de días. Y no vendrá a la escuela, tiene muchos moretones y rasguños por todos lados—

—Que mal...—
Los tres nos mirábamos tristes y apenados por la situación.

No era algo fácil vivirlo, ni contarlo, ni escucharlo. Estábamos tan bien que impacta mucho que de un día para al otro ocurran estas cosas.

—Ya sabes que si tu o Youngjo nos necesitan llámenos—
Le sonreí a Hwanwoong agradeciéndole su generosidad.

—Exacto, ¿no te molesta si vamos a verlo?—
Rápidamente negué con la cabeza y las manos.

—Claro que no, pero si quieren ir hoy tendrán que esperarme. Hablaré con el director sobre lo que pasó y le avisaré que Yojo no vendrá por unos dias—

—Ok, ¡te esperamos!—

Justo en ese momento volvió a sonar el dichoso timbre así que volvimos a nuestros salones para seguir con lo que quedaba del día.
El tiempo se me iba rápido, trataba de concentrarme en las clases pero no podía. Mí cabeza estaba en mí casa cuidando de Youngjo, no podía pensar en otra cosa. Al llegar el momento de irnos recordé que debía hablar con el director, así que en vez de dirigirme a la salida de la escuela, fui a la oficina del director. La puerta estaba abierta, por lo que me asomé.

—¡Buenas tardes, señor!—
Saludé tratando de dar mí mejor sonrisa, el me recibió de la misma manera.

—Buenas tardes, Keonhee. Pasa pasa—
Me hizo gestos con la mano, así que entré y cerré la puerta detrás de mí.
—¿Qué te trae por aquí?—

—Queria hablarle sobre algo—
Me acerqué para sentarme en la silla que estaba al frente de el, recién ahí pareció notar lo demacrado que estaba.
—Youngjo, no vendrá por un par de días—

—¿Por qué? Y ¿qué te paso? Pareces cansado, ¿dormiste mal?—

—Si, muy mal. Y la razón de eso también es la razón por la cual Youngjo no puede venir—
Me acerqué al escritorio con la silla, mirándolo a los ojos manteniendo una expresión sería.
—Los padres de Youngjo le pegaron y lo echaron de su casa—

—¿Q-Qué? ¿Enserio?—
No parecía creerlo.

—Es muy enserio, el está en mí casa ahora mismo. ¿Sabe la gran cantidad de cortadas y moretones que tiene en todo el cuerpo?—
Me crucé de brazos.
—No quiero ser grocero pero arruinó la vida de una persona. No, no solo de una, de dos ya que también lastimaron a su hermano—

—Ugh...no lo puedo creer—
Pasó su mano por su rostro y suspiro pesadamente.
—Enserio, Keonhee. Yo no pensé que ellos reaccionarian de esa forma—

—No tendría por qué haberles dicho, es una cuestión personal de Youngjo. ¿Nunca pensó en que podían ser homofóbicos?—

—N-No, la verdad no. Dios santo, enserio lo lamento, Keonhee—
Me miró con una mirada triste y arrepentida.

—No tiene que disculparse conmigo—
Me levanté y me dirigí a la puerta, con un peso menos encima.
—Lo único que espero es que no quiera echar a Youngjo de aquí tampoco. El es un muy buen alumno y ha trabajado muy duro para conseguir las notas que tiene ahora—

—Si, lo entiendo, Keonhee. Trataré de que no me traiga problemas con sus padres—

—Gracias, es lo único que espero—