°𝑳𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒄𝒉 𝒚𝒐𝒖° ʸᵒᵘⁿᵍᴴᵉᵉ/ᴷᵉᵒⁿᴶᵒ - ＯＮＥＵＳ

34•🐈‍⬛

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[🐈‍⬛]
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Desde que llegamos al shopping no paramos de caminar. Paseamos por todo el lugar parando en cada tienda, tanto como para mirar como para comprar algo en algunos lugares. Seguimos y seguimos paseando, no se nos hizo pesado ya que la estábamos pasando tan bien que solo nos detuvimos cuando nos dio hambre y terminamos entrando a una de las cafeterias para comer algo.
No pensé que está salida saldría tan bien. Tenemos una buena química entre nosotros, además de que nos reímos de las mismas cosas y nos molestamos constantemente.

—Woaaa, estoy muy lleno—
Keon se estiró sobre su asiento y se acercó a mí apoyando su cabeza en mí hombro.

—Yo tambien—
Se quejó Hwanwoong apoyándose en la mesa, Seoho hizo un ademán de tocar su cabello pero no lo hizo.

—¿Qué tal si vamos a ver la zona de juegos?—

No necesité insistir con esa idea. Apenas pagamos lo que comimos, salimos de ahí y nos dirigimos al lugar que tanto estaba esperando ir.
Me sorprendió lo grande que era y la gran cantidad de juegos que habían. Me emocioné tanto que agarré a Keonhee de la mano y me lo llevé conmigo.

—¡¡Luego los alcanzamos!!—
Koni sonrió y se despidió también de los chicos para seguirme el paso.

[...]

—Hace mucho que no jugaba a estás cosas—
Comentó sonriendo mientras disparabamos a algunos zombies.

—Digo lo mismo—
Rápidamente terminamos ganando el juego y chocamos las palmas victoriosos.
—¡Veamos las maquinas de peluches!—

Ambos dejamos las armas del juego en su lugar y luego tomé una de las manos de Keonhee para ir a la zona de las máquinas de peluches.
Habían de todo tipos, formas y colores. Personalmente no soy muy fan de los peluches pero quería darle uno a Koni. Miré con atención sus expresiones al ver los peluches, y sus ojos brillaron al ver el peluche de un conejo blanco que era bastante grande.

—Es muy bonito—
Era mí momento. De mi bolsillo saqué la tarjeta del lugar y no dude en pagar para empezar con mí misión.
—¿Youngjo? ¿Qué haces?—

—Voy a sacarlo para ti—
Me concentré en la máquina, pero pude ver por el rabillo del ojo que Koni se había sonrojado.

—No hace falta que hagas eso, ya me has comprado demaciado—
Es cierto, me gusta hacerle regalos pero este valdrá aún más la pena.

—Tranquilo, mí amor. Si tu lo quieres, yo te lo doy—
No pudo decir mucho más, ya que no iba a cambiar de opinión.

Había sacado peluches de este tipo de maquinas antes, pero eran pequeños. Este sería mí mayor reto y obviamente iba a conseguirlo...
Primer intento- Fallé, pero lo dejé bastante cerca.
Segundo intento- Fallé de nuevo, pero está vez quedó en el borde del túnel.
Tercer intento- Como dicen la tercera es la vencida, lo logré.

—¡Woa! ¡Lo conseguiste!—
Keon me miró sorprendido y emocionado por el regalo, lo cual me hizo sonreir.
Y en ese momento recordé lo que había pensado hace un tiempo.

—Koni~—
Me agaché para sacar el peluche de la máquina y mostrarselo.
—Te quiero mucho y lo sabes muy bien. Realmente agradezco el día que dije en broma al frente de los profesores que tu serías un buen tutor para mi, y que se lo hayan tomado enserio. Sinó no nos hubiéramos conocido, ya que mí timidez no me hubiera dejado acercarme a ti...—

Me acerqué a él, para acariciar una de sus mejillas con mí mano libre, ya que en la otra estaba el peluche.

—La verdad es que me has gustado desde que llegaste a la escuela hace 4 años, nunca me anime a hablarte. Hasta que el director me dijo que tu serías mí tutor y obviamente sería mí oportunidad de por fin conversar contigo. Estaba muy nervioso ese día, no sabía que hacer ni que decir. Trate de verme tranquilo y salió bastante bien—
Asintió sonriendo, sus ojos ya se estaban cristalizando y acercó más su rostro a mí mano amoroso.
—Creo que ese fue el punto de arranque que necesitaba para coquetear contigo y tener un poco más de confianza en mí mismo. Ahora que se perfectamente que tu también sientes lo mismo, quería preguntarte...¿Quieres ser, oficialmente, mí novio?—

—Youngjo—
Sus lágrimas empezaron a caer por sus mejillas mientras sonreía.
—Claro que si—

Apenas lo escuché me acerqué a abrazarlo con mucho amor y transmitiendole todo lo que sentía en ese momento, admito que no pude evitar derramar una lágrima también.
Estuvimos un rato abrazados, hasta que nos separamos y le di el peluche.

—Te quiero mucho, Koni—

—Yo más a ti, Yojo—