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Era viernes y...Adivinen quién no mejoró?

Me la pase todo el día en la cama. A las cuatro de la tarde se me ocurrió tomar uno de esos remedios fuertes, y ya para las seis estaba mucho mejor.

Aún enferma, decidí ir a lo de Hurley.

Me vestí y tomé un taxi hasta su casa. Caminé hasta llegar a la puerta y antes de tocar timbre, noté que ésta ya estaba entreabierta. Me introduje a la casa de mi amigo. En el living no había nadie, así que fui a la cocina. Y ahí lo vi todo.

Diego y Sofía estaban besándose, sólo que al oírme carraspear, mi amigo se apartó de ella, mirándome sorprendido.

- Lola, por favor, no es lo que tu crees.

- A no? - dije tranquila.

- Te veré luego bebé. - Sofía volvió a besarlo antes empezar a caminar.

- Tu te quedas. - la frené. - Dile a Diego sobre lo del beso.

- De qué hablas?

- Sabes perfectamente de lo que hablo. - hablé seria.

- No lo sé, Lola. - su voz mostró confusión. - Diego, has algo!

- Lola... Déjala.

- Y tú la defiendes? Qué te sucede? Ahora le crees más a ella que a mi? - pregunté molesta.

- Deberías dejar de meterte en la vida de Diego. - su novia, quién medía más que yo, se paró delante de mi.

- Cierra la boca. - le respondí.

- Diego, no tolero esto. Me voy. - informó yéndose con cara triste. Obviamente una falsa cara de tristeza.

Entonces ambos quedamos solos.

- Lola, en serio, ella me besó. - dijo caminando hacia mi.

- No puedo creerte. Sabes por qué? Porque se supone que hoy era noche de películas, tu mismo me dijiste que venga aquí. Llego a tu casa, y "de casualidad" esta la puerta abierta y te encuentro a ti y a Sofía besándose. Acaso te estás burlando de mi? Acaso haces esto porque iba a salir con Axel?

- No! Lola, ella vino aquí y me preguntó que me sucedía. Le dije que estaba molesto con ella y luego, para calmarme, me besó justo en el instante en que tu apareciste.

Lo miré de brazos cruzados.

- Genial. - se rascó la nuca. - Ahora tu no me crees. Sabes, esto está mal. Se supone que somos mejores amigos y debemos confiar el uno al otro.

- Quizá eso ya no existe entre nosotros.

- Smith, no hagas esto. - habló serio.

- Quizá sea mejor si nos distanciamos un tiempo. Ya sabes, así cada uno reflexiona sobre lo que está pasando...

- Si eso quieres...

- Bien. - suspiré.

- Bien.

- Creo que... Hablaremos cuando todo se haya calmado un poco. - opine.

- Creo que si. - él respondió, igual de enojado que yo.

En definitiva, lo que había hecho había estado bien. No quería seguir discutiendo con mi mejor amigo, y lo mejor sería que cada cual pensase en lo que estaba pasando.

Salí de lo de Diego y volví a casa. Al llegar me tiré en la cama y dormí.

Se hicieron las siete y media, cuando oí el timbre. Mis padres aún no habían llegado así que fui a abrir. Era Axel.

Mi Mejor Amigo [1] ✔  e d i t a n d oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora