━ OO8.

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08. Shim y Park

Ser una maldita perra

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Ser una maldita perra.

Vengarme.

Jugar juegos.

Era increíble como nunca antes había pensado en eso cuando eran ideas geniales, un poco descabelladas y traían consecuencias abismales, sin embargo era lo único que haría verme como realmente soy. Por tantos me dejé pisotear y nunca tuve la oportunidad de decir lo que realmente pensaba o de siquiera ser quién me gusta ser y una vez que lo hice de la mínima forma las personas me tacharon de ser una cualquiera. Así que si mi única salida era ser alguien realmente mala, pues lo sería, porque estaba tan cansada de tener que cerrar la boca o las piernas solo porque a alguien le incomodó.

Me aliste para la fiesta con ropa que sabía me haría ver jodidamente sexy. Un vestido corto negro con una gran escote y que además se amoldaba muy bien a mi figura y unos tacos del mismo color pero algo brillantes. Maquillaje sutil igual que siempre y mi chaqueta negra de cuero para el frío. Planea divertirme en la fiesta y mucho.

Con sumo cuidado, salí de casa sin ser vista y me dirigí al punto de encuentro donde quedé con Lia. Llegué a la esquina del restaurante que acordamos y vi un auto rojo estacionado. Era el auto de Lia por lo abrí la puerta del copiloto y entré de inmediato.

—Bienvenida —escuché decir a Lia detras, lo que me sorprendió.

—¿Qué?

Y fue cuando me di cuenta, Lia no estaba manejando su auto, era Sunghoon, asi que me senté al lado de él.

—¿Por qué tu manejas este auto y no tu hermana? —cuestioné aun sorprendida.

—No lo sé, preguntaselo a ella —respondió Sunghoon de la manera más apática posible y encendió el coche sin darme tiempo de cambiar de lugar. No era que no quisiese estar a su lado, sino que sabía que a él ya no le agradaba tenerme a su lado y eso era un poco incómodo hasta cierto punto.

—Perdón Dabin, debí informarte, pero lo olvidé, de todas formar solo será en la ida, para el regreso manejaras tú.

—¿Y tú por qué no? —le pregunté observandola desde el espejo retrovisor. Lia solo mantenía una sonrisa.

—No me gusta hacerlo, sabes lo perezosa que soy.

Era verdad, a Lia no le gustaba hacer muchas cosas. Su vida se basaba en ir a crear diseños, ir a fiestas, beber y dormir en exceso. No podías pedirle que haga algo que sobrepasara sus límites ya sea cocinar, limpiar, leer libros o manejar autos. Simplemente no. Y a muchas personas no le agradaba juntarse con alguien así, por eso Sunghoon y yo eramos los únicos quienes la querían tal y como era y no nos quejabamos de su personalidad tan indolente.

—De acuerdo, como sea —comenté sin darle importancia. Regrese la mirada a las calles y me mantuve observandolas por unos minutos.

El ambiente en el auto era calmado y silencioso, agradable, pero a la vez podía sentir la mirada de Sunghoon sobre mí y mis piernas en algunas ocasiones. No es mentira, disfrutaba eso; disfrutaba saber que le gustaba, que me deseaba y que no podía tenerme. Eso era algo que disfrutaba desde hacia algun tiempo, sin embargo jamás dije nada debido a Lia. Ella era su hermana y si admitía lo mucho que me gustaba torturar a Sunghoon, ella empezaría a odiarme y yo no quería eso. No quería perder la amistad de ella.

𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤 ;; 𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗦𝘂𝗞𝗲  ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora