❝ Dime que sigues siendo mío,
Dime que estaremos bien,
Incluso si pierdo la cabeza. ❞
❝ Dime que no es mi culpa,
Dime que soy todo lo que quieres,
Incluso cuando rompo tu corazón. ❞
♡♡
━━ Completa. Extensión: Prólogo + 24 capítulos + Epílogo.
Segu...
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Maratón 4/5
Una semana después de la cirugía de mi tía y de asegurarme de que podría mejorar, decidí regresar a corea junto con todos los demás. Había pasado una semana divertida con los chicos, una vez que me relajé por lo de mi tía, pude salir a pasear con ellos. Fuimos a restaurantes, museos y demás. Realmente estaba agradecida con ellos por haber dejado de lado sus cosas y acompañarme en ese momento con mi tía. Me hizo darme cuenta de lo valiosos e importantes que eran en mi vida.
Respecto a mi plática con Jake, me sentí extrañamente mejor después de hacerlo. Fue bueno poder hablar con él y ser honesta, fue bueno saber que seguiría a mi lado. Me gustó, él me gustaba y lo sabía. Jake sabía perfectamente lo que sentía por él y por todo lo demás.
Siempre había creído que, de entre todos los chicos, Jake sería la última persona en entenderme. Creí que nunca podría entender mis sentimientos o pensamientos, que nunca podría estar de acuerdo con la manera en como yo veía al mundo y a las personas. Había estado tan equivocada en todos esos años.
Jake me entendía, sabía quien era yo, me conocía a la perfección tanto como Sunghoon y Jay lo hacían. Él sabía la clase de persona que era y la que intentaba ser, estaba al tanto de todos mis defectos y cualidades. Él podía verlo, veía que no era perfecta, que estaba lejos de serlo y, a pesar de todo eso, me amaba. Me amaba tanto que, aún sabiendo que no era el único en mi corazón, seguía amándome.
Sunghoon nos vio besarnos. No sé porque creí que reaccionaría como en el pasado, que se enfadaría y me ignoraría. No lo hizo. Actuó igual que siempre, o incluso mejor que antes. Fue atento y sumamente cariñoso conmigo y siguió siendo el chico divertido que era con Jake. Creí que quizás solo aparentaba, por lo que decidí hablar con él un día antes de volver. Él dijo que estaba bien, que no debía preocuparme, que podía hacer lo que quería con mi vida. Lo dijo de la manera más cálida y serena posible que ni siquiera tuve que decir algo. Solo lo escuché. Fue divertido de hecho. Siempre había sido divertido hablar de lo que sea con Sunghoon.
Me encontraba en mi oficina, atendiendo algunos papeles que dejé pendiente al irme a Paris. Eunji estaba sentada frente a mí, ayudándome con la organización de los papeles.
—Es bueno tenerla cerca otra vez —dijo desde el sofá—. Juro que ya no soportaba tener que escuchar más chismes sobre su persona.
—¿Chismes? ¿Acaso hablaron de mí en mi ausencia?
—¡Claro que lo hicieron! —exclamó algo alterada. La miré—. Dijeron que hizo un pequeño escándalo en el evento anterior con el joven Kang. A raíz de eso, Kang no ha dejado de esparcir rumores sobre usted. No sé que le hizo, pero está realmente enfadado.
—Digamos que herí su ego —dije con orgullo—. Solo eso.
—Como sea. No me gustaba escucharlos hablar mal de usted. Dicen que es una ofrecida y cualquiera, usaron palabras más despectivas que no quiero pronunciar. No se atreven a decirle nada en la cara, pero en cuanto no está, lo primero que hacen es hablar de usted. Que cobardes.
