𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤 ;; 𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗦𝘂𝗞𝗲 ✔︎

━ OO4.

4. Reuniones y Encuentros. (pt.2)

Cuando salimos del club, pensé que no sería bueno continuar con lo que hacíamos. Había ido a ese evento con la intención de vigilar a los Kang, no para terminar en el auto de Sunghoon, deseando que me lo hiciera toda la bendita noche. Se suponía que mis sentimientos no interferirían en mis planes otra vez, pero, al igual que siempre, yo terminaba siendo débil ante cualquiera de ellos. No pude controlarme y lo que tanto deseaba que pasara, pasó. Esa noche me acosté con Sunghoon.

Volver a sentir sus delicadas caricias y sus húmedos besos por todo mi cuerpo fue electrizante, besar sus labios me hizo recordar lo loca que me volvía y lo mucho que me encantaba. Fue maravilloso. Estar con Sunghoon por segunda vez me hizo feliz, en especial porque no me había sentido así desde que regresé a corea. Creí que esa felicidad perdudraría todo el día, pero me equivoqué.

Al despertar, no encontré rastro de Sunghoon en toda la habitación. No estaba él, ni su ropa, ni las llaves de su auto o su teléfono. Nada de él más que una corta, pero dolorosa nota de papel que estaba pegada en una de las ventanas de la suite.

"Fue un gusto haber pasado la noche contigo, Dabin. Recordé los viejos tiempos y el porque estoy mejor sin ti. No vayas a pensar que lo de anoche significó algo, solo quería divertirme.
Sunghoon."

Esa fue la nota. La dolorosa nota. No pude evitar llorar después de leerla. Me sentí como una niña, como la Dabin de años atras que hacía todo lo que le decían con tal de obtener la atención de un chico que parecía no quererla solo para mantener a su familia feliz. Me sentí tonta, usada y avergonzada. ¿Cómo fue que lo permití?

No lloré por la nota, lloré porque una parte de mí se sintió mal luego de leerla, porque permití que otro hombre me lastimara. Yo no era esa clase de chica, yo no me dejaba pisotear por un chico que solía pensar era el amor de mi vida. Yo no lloraba por algo de una noche y mucho menos me hacía ilusiones. Sin embargo, lo hice, lloré y se sintió tan horrible porque fue decepcionante. Yo misma me decepcioné.

Pensé que podría arreglar las cosas con Sunghoon al despertar, pero sucedió todo lo contrario. Él me odiaba y eso dolía. Ya no quería que siguiera doliendo.

Cuando Daniel apareció, actué como siempre, como la Dabin que a él tanto le agradaba ver, como esa mujer segura de si misma que no permitía que nadie la tocara. Luego me alisté y por último me dirigí a la revista a trabajar.

Quería no pensar en Sunghoon, es su maldita nota y en lo amarga que había vuelto mi mañana por eso. Solo quería distraerme y olvidarme de todo.

Las horas en el trabajo pasaron más rapido que de costumbre y cuando menos lo esperaba, llegó el momento del almuerzo. La realidad era que deseaba estar sola, sin escuchar las voces nadie a mi alrededor, por eso, le dije a Eunji que se fuera a comer con los demás. Por suerte ella obedeció y se fue.