𝐴𝑓𝑡𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤 ;; 𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗦𝘂𝗞𝗲 ✔︎

━ OO6.

6. Vuelve a mí.

En cuanto vi a Jake alejarse de la puerta, supe que tenía que ir tras de él. Necesitabamos hablar y yo necesitaba explicarle la situación. No quería que creyera que había besado a Heeseung en ese momento.

Salí del probador con prisa y sin prestar atención a los demás, seguí a Jake, quien ni siquiera dudó en salir de la tienda.

—¡Jake, espera! —exclamé intentando alcanzarlo—. Jake, por favor, espera —No hizo casó, solo siguió caminando hasta llegar al estacionamiento—. ¡Jake, detente! —grité con desespero.

Él se detuvo a unos metros de mí, pero dando la espalda, ni siquiera giró para verme y eso me lastimó más. Ya no quería seguir así con él, con ninguno y sabía que la única solución para arreglarlo todo era siendo honesta con ellos.

—Jake, mírame.

Negó con su cabeza, —No, no quiero mirarte, Dabin.

—Por favor...

Sin decir nada, Jake dio la vuelta lentamente hasta quedar frente a frente. En cuanto alzó su cabeza y me miró a los ojos, yo quedé destrozada al saber que estaba llorando. Jake estaba llorando y todo por mí.

—Debes estarlo disfrutando, ¿no es así? —bajó otra vez la cabeza para no verme—. Debe hacerte feliz saber que lloro por ti y solo por ti, aún cuando ya no hay nada entre nosotros.

—No, no es así, no lo disfruto para nada.

—Debo ser la persona más patética del mundo —limpió sus lágrimas—. Al permitir que aún tengas control sobre mí después de todo lo que me has hecho.

—Jake, no eres patético —di un paso para acercarme.

—¡Claro que lo soy! —exclamó en voz alta y me miró—. Soy patético por estar llorando, por ir a buscarte, por preocuparme por ti, por extrañarte. ¡Por supuesto que soy patético!

—No eres patético. Nunca seras patético por mostrar tus emociones. Eso es lo que siempre me ha gustado de ti.

—No hagas esto. No digas cosas lindas para después lastimarme. No lo quiero.

—No lo hago para lastimarte. Yo solo...

—No me importa saberlo —interfirió—. Te lo dije. No quiero explicaciones.

—Pero yo quiero darte explicaciones, Jake. Yo quiero explicar que fue lo que sucedió, con todo.

—¿Y qué otra explicación me darás? Dejaste muy en claro tus sentimientos al mandar ese correo.

—¿Qué tal esto? ¡Yo no escribí ese correo!

Al decir eso, la mirada de Jake, pasó de una triste a una llena de confusión. Sus lágrimas se detuvieron y solo me miró, atudido por la confesión.