CADA NOCHE || Finn Wolfhard Y Tú ||🔚

CAPITULO 11²

Pov; Finn Wolfhard

Miraba como la pelota rebotaba mientras yo la volvía a levantar para que hiciera lo mismo una y otra vez, no sabía cuánto tiempo había estado así, y sinceramente no me importaba en lo absoluto.

«Eres un idiota. ¿Cómo pudiste haberle hecho eso a ella?. No la mereces».

Eran algunas de las cosas que llegaban a mi mente día y noche, ya había pasado un mes desde que estuve "viviendo" con Caleb, le conté la situación y estuvo de acuerdo a qué debería mantener un espacio. Pero esto me está matando lentamente, no puedo estar así un segundo más... Debería ir y tratar de arreglar las cosas, pero soy tan cobarde, tengo tanto miedo a que ella no quiera volver a verme...

Deje la pelota de lado y me gire dándole la espalda a todo y solo mirando la pared de la pequeña habitación que me había ofrecido Caleb.

El sonido de la puerta no hizo que me imutara, pero tuve que levantarme para poder abrir, ya que siempre la mantenía cerrada, no quería que mirarán lo miserable que me he vuelto.

La cara de Caleb con aquel plato de comida me hacía querer volver a cerrar la puerta, pero solo me aleje e hice un gesto de disgusto.

Bufo — Amigo, no puedes estar así, mírate — dejo el plato sobre el pequeño bufo a un lado de la cama.

— ¿Cómo quieres que me encuentre?.

— No lo se, pero no así — me miró mientras yo me sentaba sobre la cama — Si así has estado durante un mes, no quiero imaginar en dos meses... — rodé los ojos — ¿No crees que es suficiente?.

— No, no lo es. Merezco el como me siento — las palabras salieron tajantes de mis labios.

— Aún no entiendo el por qué lo hiciste.

— ¡Te lo había dicho! — exclamé desesperado pero cansado — Fui por ella al trabajo, estaba con Noah, el cuál la abrazaba, yo sé que ese tipo no la quiere solo para ser su amigo ¡Y ella no lo nota! — suspiré — Fue algo muy estúpido el como reaccione, simplemente quería desquitarme... ¿Lo logré? No, y no me importa, la perdí.

Y de repente las ganas excesivas de llorar abordaron de nuevo mi cuerpo, se formó el gran nudo de mi garganta y quise tirarme de nuevo a la cama pero Caleb me levanto.

— Finn, si de verdad la quieres, demuéstralo... — me sacudió — He Sido tu amigo desde hace años y jamás te había visto así... me apena un poco — se encogió de hombros — Lo que quiero decir, es que, de verdad te gusta...

Fue entonces cuando una pequeña esperanza creció dentro de mi, solo fue tan mínima, que fácilmente podría desaparecer.

Caleb suspiro y salió de la habitación no sin antes haber dicho "Piénsalo" .

¿Que debo pensar?,¿Que si de verdad la amo?. ¡incluso era tan estúpido pensar eso!.

Me levanté de la cama con las pocas fuerzas que me podría permitir y fui a casa. No quedaba muy lejos de la de Caleb, así que en diez o quince minutos llegaría.

No tenía un plan, no tenía nada, solo quería llegar, mirarla, y poder hablar con ella, aún si no quisiera verme, no podía estar así por mucho más tiempo.

Antes de salir de la casa de Caleb, le agradecí y salí sin más que decir.

•••

El nerviosismo se apoderó de mi, mis manos sudaban y mi estómago parecía estar vacío, ni siquiera sé si era el hambre o los nervios, creo que ambos.
No sabía si entrar, o si no... ¿Qué debería hacer?.

Tome una bocanada de aire y gire la perilla de la puerta, para después encontrarme con una sala vacía, no había nadie, incluso estaba algo frío dentro de esta, camine hasta la cocina la cual también estaba sola.

— ¿Papá? — Pregunté a la nada con espera de una respuesta. Pero nada.

Arrugue mi frente y me dirigí de nuevo a la sala, me senté y trate de relajarme, y pensar un poco en como hablaría con _________, incluso el que diría...

—Odiaria la idea de tener que estar en una habitación junto a Jaden, es simplemente insoportable — se escuchó una voz masculina mientras al fondo parecía una risa femenina.

Sabía de quién era esa risa... y esa voz.

De pronto, las dos personas que estaban detrás de la puerta aparecieron frente a mi, yo estaba sentado en el sofá, podría jugar que mi sangre se congelo al ver a _________ junto a Noah.

Ella al mirarme se quedó de la misma forma en la que me quedé yo, tanto así que su boca se quedó un poco abierta ante tal impresión.

Es preocupante la forma en la que mi corazón late en este momento.

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