CADA NOCHE || Finn Wolfhard Y Tú ||🔚

CAPÍTULO 2

Finn Wolfhard

— Papá, jamás me contaste que Marian tenía una hija — mencioné por milésima vez — ¿Por qué razón no me dijiste que tendría una mascota para cuidar?.

Me miro mal — Finn, no hables así de tu nueva hermana.

— ¿Nueva hermana? — reí — Ella jamás será mi hermana. Es solo una boca más que mantener — salí de la habitación de papá.

Mire a mi derecha, Marian y su hija ___________ me miraban algo preocupadas, quizá es por qué yo tenía el seño fruncido y respiraba agitadamente. Estaba molesto, no voy a negarlo. Caminé escaleras arriba para llegar a mi habitación y cerrar de un portazo.

No me molesta el hecho de su presencia –aun que en realidad si me molestaba– me molesta que mi padre me lo haya ocultado ¿Por qué razón quiso ocultarlo?¿Me quería dar una inesperada sorpresa?. Pues desde ahora odio las sorpresas.

Golpe con mi pie la mesita de noche haciendo que la foto familiar cayera al suelo, rompiendo el vidrio en mil pedazos.

— Soy un idiota — suspire levantando la foto.

Mire una vez más la foto de mi mamá junto a mi padre, mi hermano y yo. Era increíble que esa relación haya terminado, mi mamá quedó a cargo de mi hermano, y no la hemos visto en mucho tiempo.

Ahora que papá se siente feliz con otra mujer puedo darme cuenta que ya supero a mamá. Superó su ruptura.

— Si pues... Yo también lo supere papá — rompí la foto y la tire en el pequeño sesto de basura.

Quite las pocas lágrimas que tenía sobre mi mejilla y respire profundamente antes de salir de mi habitación. Tenía que comer, no lo había hecho en todo el día.

Cuando llegue a la cocina, para mí sorpresa aún no servían la comida. Todos me miraban sorprendidos.
Tome asiento ignorando sus miradas y me senté a un lado de _________, bueno no tenía muchas opciones.

— Bueno... — Marian decidió romper el hielo — ¿Cómo te va en la escuela Finn?.

La mire — Bien, dentro de lo que cabe. Aún que ahora solo estamos de vacaciones — sonreí.

— Me alegro — sonrió de igual manera — Creo que tendrán más tiempo de conocerse y llevarse bien.

Mire a __________, está también lo hizo. Era evidente que ninguno de los dos estaba dispuesto a entablar una conversación que durará más de cinco segundos.

Todo esto era incómodo, así que decidí solo servir mi comida y comer lo más rápido que podía. No creo poder estar más tiempo así.

—  Termine — deje el plato sobre la mesa.

— Finn — reprendió mi papá — Levanta ese plato, llévalo al lavaplatos.

Suspire — Bien. Gracias por la cena.

Subí a mi habitación antes de que alguien dijera algo cerré la puerta con llave. Me recosté en mi cama con un gran suspiro de por medio.

Tendría una hermana, odio esa idea.

...

Pasaban más de las once, ya todos se encontraban en sus habitaciones, durmiendo.

Por alguna razón tenía ansiedad, no podía dormir. Era por la llegada de esa chica, no me esperaba su llegada. ¡Aún no entiendo por qué papá no me contó sobre ella!.

Me levanté de la cama, con cautela salí de la habitación y toque la perilla de la habitación que ahora era de esa chica.

Entre a la habitación después de haber tenido una guerra mental, debatiendo si debía entrar o no.

Al final decidí hacerlo.

— Me arrepentiré de esto — susurré.

La habitación estaba fría, a causa de que la ventana está abierta, mire hacia la gran cama, la chica se encontraba con una delgada sábana mientras temblaba de frío.

Por un momento pensé en dejarla así y que se muriera de hipotermia, pero sería cruel, y no llegó a ese punto. Así que decidí cerrar la ventana con mucho cuidado para no causar ningún ruido.

Recorrí la habitación por unos segundos con la mirada, al querer caminar choque con una de sus maletas. Me agache y la abrí.

¿Razón para hacerlo? No lo sé.

— Carajo — Exclamé en susurro.

Era su ropa interior. Sentía mi cara arder ante tal vista, era muy... Muy ¡No puedo hacer esto!.

Volví a dejar la ropa donde estaba, me levanté algo desorientado. Me senté en una silla de escritorio y mire directamente a la chica, seguía dormida profundamente.

Sonreí — Espero que no me causes problemas. Te mantendré muy vigilada, te haré la vida imposible... Quiero que te vayas, solo tú, Marian es increíble. Te arrepentirás de ser mi — cerré los ojos — hermanastra — bufé — Desearás nunca haberme conocido Clark.

Me levanté de la silla y salí de su habitación entrando a la mía segundos después. Tenía el corazón a mi por hora y mentiría si dijera que no tengo la cara color carmesí.

— Bien, ahora no podré quitar de mi mente la imagen de su ropa interior.

:00 ¿Que les pareció? En lo personal, me gustó. Y es un capítulo nunca antes visto, so... Espero en serio les haya gustado. ¡Las amo!♡

(Y como este, habrán más capítulos nuevos)