21- EL CUMPLE ES UN ETCÉTERA

46 19 0
                                    

21

—¿Y es absoluta, total y exclusivamente necesario que yo vaya...?— Le digo a Becky por enésima vez en el móvil.

señorita Responde la pobre.

Asiento colgándole. Es que mañana cumple años el "estimado alcalde de Hewers" o sea, mi papi, y planean un maldito viaje al Rúbricas.

Nada nuevo, de hecho hace dos semanas en san Valentín se lo mencioné a Adrix, ya que cada año es así, pero hace días estoy persiguiendo a Becky para que invente algo y yo no tenga que ir.

«Lo último que quiero es una velada familiar en algo a lo que no puedo llamar familia»

Ruedo los ojos guardando el móvil, y me encuentro a Jacob en el salón vacío, mirando directamente al suelo.

—¿Jacob...?— Hundo las cejas, es extraño verlo tan... silencioso— ¡Jacob!

No fue hasta ahora que reaccionó. Alza la mirada y me sorprendo.

—¿Estás bien?

Tiene unas ojeras enormes, y la piel pálida.

—Sí eh... yo...

Algo se comprime dentro de mí. Claramente no está bien.

Me acerco a él, poniendo una mano sobre su rodilla, e instantáneamente se tensa.

—Sabes que cualquier cosa...— Trago grueso. No soy mucho de dar consuelo, no sé hacerlo bien— Estoy aquí, ¿no?

No soy mucho de relacionarme con las personas, prefiero repelerlas. Pero soy consiente de que está visiblemente mal.

—¿Es por...— Dudo— Por Danna...?

Se tensa más. Lo veo apretar los puños ligeramente, y los labios le tiemblan, diría que por apretar la mandíbula con tanta rabia.

—Cuéntame— Me siento a su lado.

Se separa un poco, no quiere hablar, y quiere estar solo, pero necesita a alguien y soy yo quien lo notó.

—Métete en tus asuntos Lorraine.

Dice cargado de rabia y yo vuelvo a poner la mano sobre su rodilla, la observa durante unos segundos, y suelta un suspiro de rendición.

—Yo no...— Comienza y se calla, pero lo miro insitándolo a que continúe— No tomé la... ruptura de la mejor manera.

Analizo todo impasible, y en silencio, él no necesita que lo aconsejen, él necesita hablar, desahogarse.

—He estado...— Se pasa las manos por la cara en signo de frustración— Me estoy... yo...

Respira y acentúo mi toque.

—Habla tranquilo— Le digo.

—Me metí en drogas— Hago todo el esfuerzo que puedo para no mostrar ninguna emoción.

No necesita alguien que lo juzgue.

—¿Y...?— Alzo las cejas para que siga.

—Y... he intentado... dejarlo pero... Yo, no... puedo.

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora