41- ALCOHOL... BAILES... DROGAS...

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—¿Y por qué no puedo organizar yo la fiesta?— Casi suelto una carcajada cuando veo el puchero de Gamer mirando a Tali.

—Porque sería un completo desastre —Dice mi prima con calma— Se llenaría de nerds y eso no sería divertido.

—Exacto...— Se mete Harol abrazando a mi prima —Tú no te preocupes, que esta belleza y yo te haremos la mejor fiesta del año.

Río poniendo los ojos en blanco.

—Además...— Ríe Harol —Así tendrás más oportunidades de consentirme...

—Harol— Llamo su atención —Tali va a llevar quince ligues diferentes, no va a tener tiempo ni de notar tu existencia.

—Llevo quince, más los 54 que me consigo allí —Dice tranquila y yo parpadeo.

—Eso son 69 ligues en total— Dice Gamer y me atraganto con la risa.

—¡Ala!— Se emociona Tali— Mi número de la suerte.

—Y yo que siempre pensé que ustedes acabarían en la cama en un dos por tres— Digo.

—¿¡Yo!?— Chilla Tali señalando a Harol —¿Follármelo a él? ¿Por qué lo haría? Eso es como follarse a tu perro— Dice y él hace una mueca— ¿Te follarías a tu perro? No. Ni aunque fuera un perro follable.

—A mí ustedes me asustan —Parpadeo procesando— ¿El TikToker y la Influencer? Algo me dice que ni ustedes conocerán a los invitados.

—Obvio sí —Dice Tali haciendo un gesto despreocupado —Solo un par de twitts y listo...

***

Pero dos horas más tarde estoy parpadeando con todas las personas que hay bailando, saltando y enrollándose.

Pasa una chica con una bandeja llena de chupitos de tequila...
Chupitos...

Sacudo la cabeza y tomo dos vasitos dispuesta a bebérmelos... ¿En qué momento me volví tan alcohólica?

—Oh no...— Tali interrumpe mi labor quitándome ambos vasos— Muy linda tu actuación de la ultima vez, que no se repita.

Ruedo los ojos y me voy a bailar... bailar era algo que tampoco hacía por nada del mundo y ahora...

Las luces me ofuscan y la música me retumba.

—Tú otra vez— Escucho que dicen y ladeo la cabeza, notando a un chico hablando conmigo.

—¿Te conozco?— Frunzo el ceño.

—Me llamo Dariel —Curvo los labios hacia abajo... no me suena de nada— Soy el chico que besaste en la otra fiesta, la de la chica de mechas moradas.

Alzo las cejas... Eso...

—Estaba en un mal momento —Me excuso.

—Ya... y lo pasamos bien los dos.

Se acerca más y pongo una mano en su pecho para apartarlo.

—No por nada pero... ¿como por qué crees que puedes hablarme? —Escupo.

—Y eres de las que se hacen las difíciles, ¿no?

—Bueno, por si no te quedó muy claro, no tengo ni tendré interés en que utilices parte de tu paupérrimo léxico en mí.

Le dedico una sonrisa hipócrita y voy hasta la barra.

—Dos de tequila —Hablo y la de la barra me mira.

—A usted no se le puede dar alcohol —Dice y la fulmino con la mirada —Órdenes de la señorita Coleman.

Se encoje de hombros atendiendo a unas chicas.

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora