28- ESCENAS REPETIDAS

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Me remuevo entre las sábanas despertando de a poco. Siento el olor del perfume que amo, y abro los ojos con una sonrisa.

—¿Ya despertó la bella durmiente? —Bromea Adrix terminando de rociarse el perfume.

—¿A dónde vas?— Inquiero al verlo demasiado arreglado.

—Vamos...— Me corrige y pone sobre la cama una pastilla pequeña —La píldora del otro día.

Aclara dándome un vaso con agua.

«¿en serio me olvidé del condón

—¿A dónde vamos?— Reitero después de tomarme la pastilla.

—¿A que la mini alcaldesa de Hewers jamás ha visto Hewers de noche?

Me muerdo el labio cubriéndome con la sábana. Jamás me dejan salir de noche, así que no, jamás he visto Hewers de noche.

—Pues hoy lo conocerás —Se acomoda el abrigo mirándome —Conmigo.

***

Paseo por la feria de Hewers, que está más concurrido por ser el 8 de marzo.

Está todo iluminado con luces rosas y amarillas, en tonos claros. Hay dibujos con siluetas de mujeres con flores por todas partes.

Llegamos hasta un puesto mexicano y tomamos asiento al tiempo que se nos acerca una chica; me mareo un poco por el olor, sigo sin comer nada y la verdad tampoco me apetece.

—Traiga una sopa de pollo, dos tacos rellenos de vegetales y carne, una malteada y una pizza con todo lo que tenga —Finaliza y parpadeo perpleja ¿Se va a comer todo eso?— Y a mí tráeme una cerveza.

Alzo las cejas tragando grueso cuando traen la sopa y la cerveza.

—Come— Dice dándose el primer trago y yo contengo la arcada que me da el olor.

—No puedo— Digo y me arrepiento al ver la forma en la que me mira.

—Come o te haré igual que Christopher a Rachel cuando no quería comer —Tomo en serio su amenaza. Lo último que quiero es que me escupa la boca en medio de una plaza llena de gente.

Me llevo el primer bocado y... joder. Abro mucho los ojos llevándome otro y otro. No tenía idea de cuánto necesitaba algo en el estómago, así que Adrix solo me mira llevándose la cerveza a la boca.

—¿A ti hay que amenazarte siempre para que hagas las cosas o... tienes algún trastorno compulsivo? —Alza una ceja y me limpio la boca cuando acabo con el plato— Tienes una personalidad demasiado sadomasoquista.

Trago grueso cuando traen los tacos y la malteada, y se alivia el 1% de mi ansiedad cuando veo que uno de los tacos era para él. Empiezo a comer y hasta ahora noto el hambre que traía. Acabo con los tacos la pizza y la malteada y Adrix paga la cuenta para ponerse en pie.

—Ahora sí... sabrás lo que es una feria.

Y mi noche se resume a eso...

Fotos alocadas en el carrusel.
Una partida de autochocones que obviamente perdí.
Tres intentos fallidos al lanzar una pelota a las botellas y uno solo de Adrix me consigue un osito de peluche.
Comer algodón de azúcar.
Besos calenturientos y toqueteo de más en la rueda de la fortuna.
Una partida de videojuegos en 3D que también gané —no, la perdí bochornosamente—
Un par de gritos en la montaña rusa.
Besos en medio de la oscuridad.
Comer helado de chocolate, y llenarle la cara a Adrix de helado —Seh, luego me llenó de helado a mí también
Lanzar pelotas dentro de un trampolín, hasta que Adrix me toma por el cuello y vuelve el toqueteo.
Besos en el circo.
Toqueteo en los baños.
Más besos... más toqueteo...
Y ver como sale el sol sentados en la cumbre de la rueda de la fortuna, con mi cabeza en su pecho...

***

Entramos al penthouse en medio de besos y con la respiración agitada.

Nos comemos como animales en celo en tanto sale el sol por la ventana, y vamos dejando un camino de ropa por los pasillos.

Me dejo caer en la cama sin separar los labios de Adrix, cuando pasa los dedos con suavidad por el interior de mis piernas, separando mis rodillas y acariciando mis muslos.

Me aferro a su nuca arañando su pecho cuando hunde de a poco los dedos en mí, mientras con la otra mano acaricia mis pechos. Baja a besar mi cuello, llenándolo de lamidas y chupetones que me ponen a temblar con su toque.

Lo separo del cabello y paso a arañar su abdomen alejando su cuerpo de mí, haciendo que saque los dedos de mi interior, para empezar a dejar besos en su cuello.

Bajo lentamente cuando aferra una mano a un puñado de mi cabello, y babeo con el falo grueso que sostiene alardeándolo, y yo solo lo quiero en mi boca.

Así que no vacilo a la hora de introducirlo, clavando las uñas en sus muslos, mientras él acelera los embates con el agarre en mi cabello. Es tan putamente adictivo como sus besos.

Acelero el movimiento y lo noto tensarse cuando respira pesado, y me jala para evitar el derrame. Alzo la vista y es exquisita la escena. El morbo con el que me mira... podría pasarme horas mirándolo.

Pasa el pulgar por el borde de mi labio inferior, antes de volver a halarme el cabello para que suba a su boca. Me besa con vehemencia y desesperación, y se palpa en el empalme que está a punto de estallar.

Me lanza sobre la cama sin desprenderse de mi boca, llevando una mano a mi cuello. Sabe que ese agarre siempre será mi debilidad.

Me mira a los ojos, se toma esos segundos para contenplarme, y me vuelve a citar el diálogo de A Través de mi Ventana:

—No voy a ser gentil— Se me seca la boca. Y obviamente yo debía completar el diálogo.

—No quiero que lo seas...

Me pasa la lengua por los labios y es suficiente para que vuelva a besarme, apretando mis senos.

Me pierdo en cuántas bocas o manos tiene, lo siento en mi boca, mi cuello, mis tetas... Como si se prendiera de todo... como si me tocara todo a la vez...

En una maniobra me voltea haciendo que quede boca abajo y jala mis caderas hasta que quedo en arrodillada con el pecho en la cama y con él a mi espalda.

Me suelta una nalgada que me hace jadear, apretándome las caderas. Me acaricia la espalda con la yema de los dedos hasta llegar al nacimiento de mi cabello, para aferrarse a él nuevamente.

Babeo al sentir la corona de su miembro en mi entrada, el agarre en el pelo, y el que me suelte otra nalgada me hace apretar las sábanas con fuerza.

Si sigue así no voy a aguantar nada.

Aún arde un poco cuando comienza a entrar, pero las mordidas que deja en mi espalda, con el agarre del cabello y el que me apriete un pezón con la mano libre, es anestesia suficiente.

Sigue entrando y echo la cabeza hacia atrás cuando sale despacio. Vuelve a meterla apretando el agarre y se me hace más difícil respirar a un ritmo constante.

—Adrix...— Jadeo. Acelera los embates y me cosquillea la piel, sintiendo estremecerse cada poro de mi piel.

Es un puto éxtasis todo. El cosquilleo en mi piel, la presión del vientre, los embates, su toque, él...

Viendo las estrellas cuando se acumula esa presión en mi vientre, al sentir como se desliza dentro de mí, provocando la llegada de un orgasmo que se roba el último por ciento de energía que me quedaba.

Me dejo caer en la cama aún jadeando. Qué decir, éste fue mejor que el anterior, y apenas son las seis de la mañana...

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Nota de la autora:
Y por cosas como esa actualizo de noche xD.

Yo quiero un parque de diversiones y alguien con quien ir, Añ :'(

Kisses... Ly

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora