42- PROVOCANDO

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Me abanico el rostro durante el examen. Estudié... juro que estudié...

Pero ahora, con matemáticas delante—mi punto débil en materias— no recuerdo una mierda.

Veo a Danna al frente, visiblemente preocupada. Lágrimas se acumulan en mis ojos y ni siquiera entiendo el porqué. Ella intenta hablarme sin que el profesor lo note, pero yo no me esfuerzo por escuchar.

Ya me vale... todo me vale...

De pronto vuelvo a ver la prueba y solo veo números y más números. Se empiezan a mezclar en mi cabeza, comenzando a marearme.

De pronto, me falta el aire, comienzo a hiper ventilar «no aquí»

Me digo, pero ver a todos en silencio, centrados y escribiendo, y volver a ver la prueba llena de números solo me pone peor.

Me tiemblan las manos y me cosquillea la piel.
«Calma... es solo un examen... no perderás el año por un examen»

Pero mi subconsciente no parece entender eso y me cuesta cada vez más respirar.

—Profesor— Hablo finalmente entregándole el examen, trabajé lo suficiente para un aprobado al menos.

No lo dejo ni revisar, me pongo en pie yendo a mi clase, que actualmente se encuentra vacía ya que todos están en el examen.

Me dejo caer en una silla tratando de controlar mi respiración, cierro los ojos... centrándome...

Y me vibra el móvil con una notificación, aún estoy mareada, pero mejor. Es un mensaje de Dariel:

Rebisa hadentro de tu volso.
Pa por si me hechas de menos beve ;)

Se me desfigura la cara. Ok pero, ¿y esa ortografía? Siempre he sido fan de la buena ortografía, de hecho, Adrix jamás me escribía con errores y...

Sacudo la cabeza. Tengo que parar.

Voy hasta mi bolso y me encuentro una bolsita blanca como la de hace dos días. La resaca de eso es una mierda.

Dirijo la vista fuera, encontrándome a Adrix con Marina... ¿por qué mierda siempre andan juntos?

Trago grueso abriendo la bolsita, solo es para relajarme. Una pequeña dosis no me hará daño.

Esparzo el contenido armando dos líneas e inhalo, y al acabar entran un montón de chicos hablando sobre el examen, así que guardado todo con rapidez.

—Nena... ¿qué te pasó?

Trato de disimular el picor en la nariz cuando Danna me mira.

—Me puse nerviosa, es todo— Contesto tajante.

—Me hubieras dicho, te habría ayudado y...

—No tenía ganas de ser parte de tu caridad, gracias —Ruedo los ojos volviendo a ver la escena al frente y saco el móvil.

Le texteo a Roger que me busque, no tengo ganas de pasar la noche en la escuela.

***

Horas más tarde me escapé de casa con Tali, estoy en una disco, en la barra, sorbiendo más coca con Dariel delante.

—Ay linda...— Dice acariciándome el rostro y su toque me asquea— Si te cobrara, serías de mis mejores clientas.

—¿Y por qué no lo haces?— Escupo.

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora