36- EN TUS OJOS

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Dos semanas más tarde, suelto un suspiro volviendo a tomar mi maleta.

—Y te concentras mucho —Respiro profundo cuando Them me habla.

—Descuida...— Digo forzando una sonrisa.

—Y no te distraigas con nada— Me estrecha contra su pecho dejándome un beso en la coronilla —Te quiero.

«Yo no»

Fuerzo otra sonrisa.
Mi subconsciente es cruel algunas veces.

Solo es acostumbrarse...

«Eso te llevas diciendo las últimas dos semanas»

Sacudo la cabeza evitando pensamientos, ignorando el cosquilleo que me recorre de pensar que me lo puedo encontrar en algún momento.

¡Basta!

Supuestamente ya lo superé. O eso intento, Them ha sido, una buena distracción.

«O una perfecta pérdida de tiempo»

Entro a clase y veo a todos conversando y riendo, al parecer el profesor va retrasado.

—¿Y mi mánager favorita?— Tuteo a Danna.

—¿Y tu libro?— Alza una ceja y me encojo de hombros.

—Aún no está listo— Monic nos mira con un paquete de doritos— ¿Y tú? ¿Qué tal tus mini vacaciones?

Ignoro el mini, recordando el mini alcaldesa.
Inconscientemente me fijo en la ventana esperando encontrarlo.

—Perfectas— Dice Monic— Fabio me llevó a varios hoteles, me las pasé todas con él.

—¿Y hubo sexo?— Danna le alza una ceja.

—La primera noche, nada más —Se encoge de hombros— Toda pareja necesita sexo de vez en cuando, solo que para mí no es una prioridad.

—¿Quién eres y qué hiciste con Monic?— Dramatiza Danna y yo río— Al fin notaste que el sexo es necesario. Ves Lorraine, toma ejemplo, aunque sea una vez al año; pero ten... sexo.

Se escucha casi como una súplica y yo me remuevo incómoda. No les dije que no soy virgen, de hecho, la única que lo sabe es Taleila, como terminamos luego de eso no fue un dato del que me sintiera orgullosa y pues... me lo guardé.

—Lo tomaré en cuenta— Finjo que me da igual y continuamos la charla.

Pero todo el salón se queda en silencio cuando entra lord-extravagante, o sea, mi mejor amigo.

—¡Harol!

Me lanzo a abrazarlo. Nos hemos visto seguido y, ¿qué puedo decir?, hemos conectado bien.

—Enana— Me da un beso en el dorso de la mano— Pero cuánta hermosura... el sol está aprendiendo a brillar al verte.

Le palmeo el hombro.

—¿Ya no peleas con Taleila? —Alzo una ceja.

—¿Tu prima de morado? Pff... si está que babea por mí.

Alzo más las cejas. El día que vea a Tali babeando por un chico, el infierno va a congelarse... Literalmente.

—Es que mira cómo escribe— Me enseña el móvil de su chat y hago una mueca.

¿Pagaría porque te enterraran un tenedor bañado en ácido en cada ojo?— Arrugo la nariz leyendo el mensaje que ella le envió —¿A eso lo llamas babear?

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora