Monic
Me separo de los labios de Ernesto abriendo los ojos de a poco, como él se queda en la prepa y yo también, se nos ha hecho fácil encontrarnos varias veces.
—Ya es tarde— Asiento dejándole otro beso en los labios cuando se marcha.
Me dejo caer en la cama con una sonrisa. Me siento plena... con Fabio tengo amor y estabilidad, con Ernesto tengo pasión y aventura... ¿qué más puedo pedir?
Me volteo en la cama dispuesta a dormir cuando me vibra el móvil.
—¿Hola...?— Contesto.
—Misu...— Me siento de golpe en la cama cuando escucho la voz de Fabio.
«sigue invocando al diablo, Monic»
El diablo tiene cuernos ¿no?
Ok, mal chiste.—Amor...— Le correspondo el saludo.
—¿Dónde estás? Llevo horas esperando.
—¿Yo? En la escuela. ¿Tú dónde estás?— Me extraño. Fabio siempre está viajando por su trabajo.
—Estoy en la entrada, esperándote. ¿No te dijeron nada en la escuela?
—No...— Digo alarmada— El teléfono de la escuela está averiado.
—Bueno da igual, sal vamos, te tengo una sorpresa— Abro los ojos como platos.
—Yo... no he recogido nada, ni estoy vestida ni...
—No te preocupes— Me interrumpe— Yo te compro lo que necesites.
Cuelgo mordiendo mi labio, dudando de a poco. Pensando en que no hace nada vi a Ernesto; finalmente salgo del dormitorio. Recorro los pasillos oscuros de la escuela, encaminándome a la salida en total silencio... Y ahí está...
Veo a Fabio esperándome con un ramo enorme de rosas amarillas, es mi color favorito. Solo me extraña que no veo su auto por ningún lado.
—Hola— Me deja un beso en los labios haciéndome sentir incómoda.
Tomo el ramo en las manos forzando una sonrisa, lo quiero, pero... algo no está bien.
—¿A dónde vamos?— Paseo la vista a ver si localizo su auto, sin embargo no lo veo. Me hace una seña con la barbilla al parque, y sigo su dirección hasta que veo parqueado su jet— Oh...
—Es un viaje largo...— Me dice posicionando su mano en mi cintura— Te recomiendo descansar.
Nos encaminamos, Fabio siempre ha sido un hombre de lujos, pero el dinero no lo compra todo.
Subimos al jet, donde me tenía toda una maleta de ropa nueva, haciéndome sentir cada vez peor. Horas más tarde descendemos en una pista enorme, que me parece conocida por fotografías. Arrugo la nariz reconociendo el lugar, es...
—¿¡El Rúbricas!?— Abro los ojos como platos, es el hotel más lujoso del país.
—Sorpresa misu— Me deja un beso en la coronilla y algo se remueve dentro de mí.
Nos quedamos unos minutos en recepción, y me planteo el que debe haberle avisado a mi madre, porque aún no soy mayor de edad para poder entrar, sin embargo, nos enseñan la habitación sin ningún problema.
Es una suite, con vista al mar, en donde veo varios yates a lo lejos, observo todo con fascinación, perpleja.
Mentiría si dijera que no estoy emocionada, porque sí que lo estoy, pero tengo un... pesar en el pecho que no me deja expresarlo.
Me acerco al balcón sintiendo la brisa en mi rostro, balancear mi cabello, cuando Fabio se acerca y me abraza por detrás, dejando un beso en mi hombro.
—Te quiero amor— Me dice y quiero corresponderle.
«Lo quiero... ¿no?»
ESTÁS LEYENDO
CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]
Teen FictionMi nombre es Lorraine Coleman... alias La hija del alcalde... Una chica atiborrada de normas y prohibiciones, que un día se escapó a una fiesta con su mejor amiga... Su nombre es Adrix Hopkins... alias El chico de los chupitos. Un chico inteligente...