14- DESCARTANDO LA DECENCIA

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—Y finalizó el 12 de septiembre de 1945— Habla Roberta a toda voz y yo ruedo los ojos cuando todos aplauden, y Lena la codea como si lo hubiera dicho bien.
«par de mediocres»

—Lorraine— Me llama la atención el profesor y paro de darle vueltas al boli en mi mano para prestarle atención— ¿Está usted aburrida?

El tono irónico en el que lo dice me pone peor.

—No profesor.

—¿Cree que lo que estoy impartiendo no es importante?

Sinceramente, los nazis me valen mierda.

—No profesor— Me esfuerzo por no rodar los ojos.

—Entonces, ¿qué le causa tanto hastío como para hacer gestos desdeñosos en mi clase?

—Pues...

Juro que iba a dar una respuesta aceptable, pero me callo al escuchar las risitas de Lena y de Roberta, así que inhalo profundamente.

—El que las personas mediocres y sin las suficientes neuronas se consideren intelectuales porque saben sumar ¡dos más dos!

Hablo con toda la rabia que puedo juntar y una ola de murmullos se toma la clase, mientras Danna me aprieta el brazo, preguntando si estoy bien sin emitir sonido.

—Con eso supongo que, se esté refiriendo a su amiga, Roberta...

—Roberta no es mi amiga— Interrumpo al profesor— Y sí, me refiero a ella.

Me volteo para verla fulminándome con la mirada, pero me vale mierda.

—Baby— Espeto— Antes de dártelas de sabionda, te recomiendo estudiar— Rueda los ojos y eso solo me causa gracia— En primera, la segunda guerra mundial no inició en 1929, es imposible que una guerra de tal magnitud dure 16 años.

Alza la barbilla fingiendo que no le afecta, pero la tono tensarse, no para nada estudio psicología.

—En segunda, el tratado de Washington fue cuando acabó la primera guerra, no la segunda— Veo que somos el centro de atención y noto como varios sacan los celulares— Y en tercera, no terminó el 12 de septiembre, terminó el 2.

Finalizo y me siento, el profesor se mantiene impasible al frente del aula, analizándolo todo.

—Impulsiva, impaciente e intolerante— Habla el profesor— Pero coherente y perspicaz.

Noto que se dirige a mí.

—¿Alguna vez le han medido el coeficiente intelectual?

—No— Contesto seca y me hace un gesto de asentimiento curvando los labios hacia abajo, volviendo a su clase.

***

Media hora más tarde suena el timbre y me dispongo a salir del salón, tomando los libros con toda la rabia que puedo juntar.

—Nena ¿qué te pasa?

Ignoro a Danna dirigiéndome afuera.

—Eh— Me toma del brazo— ¿¡Eh!?— Me voltea hasta que quedo frente a ella— ¿Qué mierda te pasa?

—No me pasa nada— La corto.

—Ya claro, y no eres mi mejor amiga, y no te conozco de nada— Espeta con sarcasmo.

Me mira con una ceja enarcada y yo maldigo mil veces mi vida. Y es cierto... es Mi Vida. De lo mierda que sea no tienen culpa ni Roberta, ni el profesor, y mucho menos mi mejor amiga.

CAOS EMOCIONAL [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora