I'm Not Him

20

El bajito avanzó a pasos calmados, el sol caía poco a poco en un bello ocaso. La brisa soplaba fresca, hacía un lindo día, una linda tarde. El de ojos claros alzó la vista en frente llegando al lugar del que salieron del hotel. En frente de la estatua de Reginald se encontraba aquella mujer de cabello canoso.

- Aquí estoy. - Avisó el "adolescente".

La mujer se volteó con sus delicados movimientos. Tenía una mirada seria y distante, pero también era suave y calmada.

- ¿Cómo están?

Ya sabía a quienes se refería.

- Ambos pueden convivir. Tal y como dijiste.

Ella suspiró aliviada, esbozó una pequeña sonrisa.

- Es injusto que solo uno de ustedes posea uno de sus dones.

- ¿Qué quieres decir?

- Te devolveré lo que no pidieron tener desde un inicio pero que al fin y al cabo se volvió suyo. Varios de ustedes lo necesitan más que nadie.

- ¿Nuestros poderes?

La mujer asintió.

Five frunció el ceño.

- Pero... ¿Cómo...?

Los ojos de la mujer se hicieron claros y tras un pestañeo un brillo amarillento viajó y se alzó. Five sintió un aire, una brisa algo más fuerte, cerró sus ojos y al abrirlos, la mujer ya no estaba.

Five mantuvo el ceño fruncido y se giró entre sí, buscando, sintiéndose desconcertado. Miró sus propias manos y lo intentó.

~♡~

- Hola... - Klaus se sentó sobre sus talones, sonriendo de manera cálida.

Finalmente Allison lo había dejado entrar a su casa. Aunque la razón del por qué accedió fue solamente porque Ben estaba con él. Ahora un Klaus estaba frente a su pequeña sobrina, mirándola con ternura.

- Yo soy Klaus, tu tío.

- Tío Klaus. - Murmuró la pequeña, ladeando su cabeza.

- Si, exacto - Sonrió y se volteó -. Y este es tu otro tío Ben.

- Tío Ben. - Repitió la menor.

- Hola, Claire - Saludó el asiático, agachándose a un lado de su hermano -. Tu madre solía hablar de ti. Eres afortunada, tienes una buena familia.

- Mi mamá es genial. - Opinó la menor.

- Si, ella lo es... - Klaus miró a su hermana.

Allison desvió la mirada, aún no había perdonado a Klaus, ni tampoco quería hacerlo.

- Se hace tarde... - Explicó Allison - Claire tiene escuela mañana.

- Y yo tengo trabajo... - Explicó Klaus también.

- ¿Podemos venir otro día? - Preguntó Ben.

- Tú puedes venir cuando quieras, Ben. - Allison sonrió.

Ben hizo una pequeña mueca, observó a Klaus agachar la mirada y asintió.

- Entonces nos vemos en otro momento. Recuerda que... el otro Ben no es peligroso.... Todos merecemos tener nuestras vidas....

Allison desvió la mirada y suspiró.

- Si, Ben. Tienes razón.... - Miró a Klaus.

Pero no quería disculparse. Extrañamente le gustaba ver a los demás lamentarse. Ella merecía la vida que tenía, y ellos la vida que tenían, punto.