I'm Not Him

25

El día transcurrió normal, sin presentarse ningún problema. Incluso podrían decir que se levantaron con suerte, porque estaban teniendo bastante clientela.

- Lo están haciendo bien, chicos. - Felicitó Jennifer.

- Todo sea por la plata. - Bailó Klaus.

- Nuestra jefa es bonita. Dicen que la belleza trae suerte. - Halago Ben.

- En ese caso nuestra suerte está triplicada. - Respondió Jennifer.

- Tiene sentido. - Sonrió Klaus.

Las campanas sonaron y la sonrisa de Jennifer brilló.

- ¡Hola, cariño! ¿Qué haces aquí?

- Hola, cielo. Vengo con unos amigos, dijeron que querían ayudar con tu negocio. - Sonrió con suavidad.

Jennifer saludó a los compañeros de trabajo de su esposo.

Klaus iba a saludar, pero se metió rápido a un pasillo, Ben se le quedó mirando y saludó en su lugar. Eran cinco personas más, a parte del esposo de Jennifer, bien vestidos y con una apariencia amigable y apuestos.

Su mirada se posó en uno de ellos. Alto, de cabello corto, casi rapado, con un tatuaje de caracteres asiáticos en el cuello. Tenía los ojos color avellana y la piel bronceada, miraba atento el pasillo en el que se había escabullido Klaus, con una ceja levemente alzada. Lo ignoró y siguió limpiando.

- Es una tienda bastante grande y bonita. - Halagaban.

- Se ve que tiene de todo. - Murmuró el de ojos de avellana, avanzando sus pasos, mientras los demás se dispersaban.

Se hizo hacia el pasillo en el que Klaus miraba un cartel, mordiéndose las uñas. El hombre se acercó despacio, hasta colocar una mano en su cintura. Klaus se congeló.

- ¿Qué tal? - Murmuró a su oído.

Klaus sintió su alma salirse de su cuerpo, pero intentó controlarse.

- Ey... - Se volteó, alejándose de la mano del tipo.

Él le sonrió, mirándolo de arriba hacia abajo.

- ¿Qué recomiendas para mí?

- ¿Yo? Ah... Claro - Klaus intentó actuar como siempre -. No es una tienda de fetiches sexuales, así que dudo que encuentres algo que te interese. Tampoco es farmacia, así que tampoco creo que encuentres alguna droga que inyectar a tus.....

Su boca fue tapada antes de emitir una queja cuando su cabello fue jalado. Lo llevó tras unos estantes para que nadie los viese.

- Debí haberte matado.... - Murmuró el extraño, el cual Klaus ya conocía - ¿Te crees muy valiente?

Los ojos verdes de Klaus estaban fijos en él, mismos que extrañamente eran intimidantes para el otro imbécil.

- ¿Por qué me miras así? Claramente lo que hicimos te gustó bastante, de otro modo no estarías tan calmado, ¿no lo crees?

Klaus se sintió irritado.

- ¿Klaus? - Se oyó una voz.

El tipo se alejó de Klaus y fingió revisar algunos artefactos en los estantes, el de cabello rizado colocó su lengua sobre sus muelas, mordiendo suavemente. Ben apareció a su lado, saliendo del pasillo, miró a su novio y luego al otro sujeto.

- ¿Todo bien? - Murmuró.

Klaus se giró a mirar al tipo, quien le tenía puesto el ojo encima, tratando de intimidar al de ojos claros.