El Dr Terminal. Este era un hombre considerado bastante loco quien padecía del síndrome de Einstein, una enfermedad que afecta a una de cada 2,5 millones de personas. Empieza desde el sistema nervioso basta devorar todo el cerebro. Al ser diagnosticado fue dado con 2 meses de vida, pero antes de aceptar su destino, creó una maquina conectada a su cuerpo que transforma la materia en energía para darle más tiempo de vida, pero que también comenzó a volverse un hambre voraz y aquellos niños de la academia Umbrella comenzaban a irritar en demasía sus malévolos planes.
Así que, ¿por qué no ir devorándolos uno por uno?
No fue difícil tenderles una trampa, el objetivo de Terminal era iniciar con Número 3, ¿por qué? Porque esa mocosa narcisista la tenía harto con sus malditos rumores de mierda, además, la carne de la niñas siempre ha sido la más sabrosa, pero entre tantos ataques de nubecitas de humo, claramente alguien más la estaba protegiendo, algo que hizo que su boca humedeciera de antojo por probarlo, entonces cambió el blanco y se llevó a quien se cruzó en su camino.
Llevarse niños siempre había sido fácil, son tan pequeños débiles, incluso estos mocosos con super poderes no dejan de ser simples niños de mentes pequeñas. El que más fácil era atrapar solía ser Séance, pero el llorón nunca estaba muerto hasta que dejase de gritar, y de la nada todo se saboteaba porque de repente estaba en el techo con todas sus extremidades de vuelta en medio de un aura verdosa.
Ahora mismo tenía en frente a quien más se le hacía delicioso, con los ojos cerrados atado a una silla, viéndose tan pequeño e indefenso a pesar de ser el más poderoso entre los 6 niñitos que luchaban por proteger el mundo... Más bien solo 5 niñitos, pues uno de ellos había desaparecidoy quien sabe qué le pasó. Ladeó su cabeza, cruzándose de brazos, sosteniendo una caja para abrirla a medida que el pequeño despertaba.
- Uh... - Oyó su suave vocesita soltar quejas.
- Hola, calamarcito. - Sonrió el hombre, apenas viéndose su sonrisa por tanto traje metálico encima.
Número 6, Ben, negó con la cabeza despacio, conmocionado, de su cabeza chorreaba un poco de sangre.
- ¿Dónde....
- Estás en mi guarida - Sacó de la caja algo que acercó al menor -. ¿Lo quieres? Sé muy bien que te gustan los helados y El Monóculo ya no quiere darte porque dice que ya estás grande. Pero eso no es excusa para que no te gusten los helados, ¿verdad?
Número 6 tragó saliva, intentó sacar sus tentáculos pero notó que todo su torso estaba atrapado por una especie de corset metálico que aplastaba al horror. Soltó una queja ante el dolor que esto le causaba.
- Supongo que tendremos que guardar el helado para después. ¿Cuántos años cumplieron? ¿14, 15?
- ..... Catorce.....
- Todavía estás chiquito. Y te ves más joven de lo que eres.
- ¿Qué vas a hacer?
- Podrías ser mi carnada para atraer a tus hermanos si es que te encuentran. Hasta ahora me sirves como alimento.
- ¿Disculpe?
- Bueno, no tú básicamente, quiero probar esos tentáculos alienígenas que salen de tu cuerpo.... Aunque probablemente se me dé por arrancarte algo de carne, porque luces bastante tierno. - Rió despacio.
Número 6 se sintió inquieto y asustado, y se alteró cuando Terminal sostuvo entre sus manos una enorme cuchilla de cocina.
- ¿Empecemos? No he comido nada desde anoche. - Pulsó algunos botones, soltando la maquina que sostenía a Ben en la silla, pero sujetando con más fuerza sus brazos y liberando al horror quien intentaba atacar ante la desesperación del menor.
- ¡No te acerques! ¡Estas cosas son muy peligrosas! - Exclamó el menor intentando intimidar al villano.
- Siempre quise cazar al kraken.
- ¡No! ¡Aleje....!! - Algo más cubrió su boca, haciéndolo sentir sofocado mientras se desesperaba, cerró sus ojos con fuerza cuando sus tentáculos comenzaron a ser arrancados y cortados.
Su pequeño cuerpo se removia ante el dolor y lágrimas salieron de sus ojos, escabulléndoce bajo la máscara que utilizaba, misma que estaba manchada de la sangre que caía de su cabeza. Se sobresaltó cuando oyó una explosión que lo hizo cerrar sus ojos con fuerza, sintiendo su cuerpo elevarse, estaba demasiado mareado como para ver com claridad lo que pasaba, oía gritos y borrosamente veía la imagen de algunos tentáculos, ¿era el horror? ¿Era algo que él estaba haciendo? Nunca lo supo. Y se desmayó en ese instante.
Despertó en la academia, con algunas vendas en su cuerpo, con los ojos de un atento Klaus drogadicto a su lado, algo que lo asustó.
- ¿Qué? ¿Tan mal me veo? ¿Me confundiste con un muerto? Entiendo que me hayan salido ojeras, pero no creo que esté tan feo. - Se quejó Klaus.
- ¿Qué pasó?
- Estuviste dormido algunos días. Te había llevado Terminal, pero él ya está muerto. Papá te trajo a casa ese día.
- ¿Papá? ¿Él solo?
Klaus se encogió de hombros, Ben se quejó por su dolor de cabeza. Al abrir de nuevo sus ojos Klaus tenía una pastilla y un vaso de agua.
- Para que no te duela, bébela.
- Gracias... - Murmuró Ben, echándose la pastilla a la boca y bebiendo agua - ¿No es de tu droga, verdad?
- Eres a quien menos arrastraria a mi miseria, Benerino.
- No me gusta que tomes esas cosas.... Te hacen ser raro a veces.
- ¿Acaso te asusta?
Ben asintió sin mirarlo, Klaus se quedó en silencio.
- Te aseguro que es sólo una etapa. Cuando seamos grandes seré un hombre fuerte, casado y entonces serás tío.
- ¿Crees que sea un buen tío? ¿Y si le doy miedo?
- Tú no das miedo, Ben. Mírate - Tomó sus mejillas -, eres adorable.
Ben sonrió con sus mejillas aplastadas. Reginald los observaba desde el marco de la puerta en silencio, desvió su mirada a un punto perdido y cerró la puerta en silencio, dejando a sus hijos solos.
~♡~
Sir Reginald Hargreeves miraba aquella habitación con cierta atención. Claro que corría riesgo el plan que tenía con Ben. Un cuerpo desdoblado no era fácil de tratar, menos un cuerpo similar al suyo, con un parásito dentro de sí mismo, un humano mitad alienígena. Podría o hacer que quede solo uno con sus recuerdos intactos, o puede que todos sus recuerdos se distorsionen y hasta los olvide, o puede que en vez de traer al humano, traiga al mismo horror a este mundo.
Pero debía intentarlo. O al menos ver qué tal estaba la situación, si en verdad Klaus presentaba un conflicto ante las almas gemelas. Porque si no debería tomar alguna medida extrema.... Romper la promesa de mantener a salvo a los hermanos.
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I'm Not Him
FanfictionFanfic The Umbrella Academy Ben x Klaus ¿A qué puedo llamar hogar? ¿Una simple casa donde sentarme a comer en familia?.... O.... cuando me siento en paz ante la simpleza de tu mirada. Estoy perdido.... ¿Podrías encontrarme?