Filadelfia

7: Noche de juegos

Estoy en mi habitación mientras escucho a mis padres y James jugar, comer y ver partidos. No tenía intención de salir y realmente estaba ocupada.

Había empezado esta nueva sección de "clases para principiantes" en los videos y subía al menos dos videos por semana, pero eso implicaba grabar, más edición, más promoción y estaba un poco loca con ello. Antes subía solo un video por semana, ahora tengo que subir tres. Y, la edición no era algo que amaba, y tampoco quería contratar a alguien porque estaba ahorrando. Al menos me mantenía ocupada.

Cuando llegaron Joe y Chris salí saludar, comí un poco y luego me encerré en mi habitación. Y desde ese momento había estado encerrada, James llego hace un par de horas e igual prefería evitarlo. Realmente quería evitarlo, no sé si lo haya notado, pero realmente estaba interesada en él. Y me daba vergüenza conocer si él lo sabía porque parecía más que obvio que él no estaba interesado y solo era amigable conmigo.

Finalmente, mi barriga ruge como si no hubiera comido en días y decido salir para conseguirme comida. Abro la puerta y las carcajadas inundan el lugar.

- A mí no me parece algo gracioso – escucho la voz de Chris –

- Te iré a visitar a la cárcel – menciona Joe –

- Prometo que te escoltare con delicadeza – se burla James –

Usualmente James cuando estaba con mis padres era una persona más alegre, más divertido, y lo mismo mis padres. Realmente parecían llevarse bien. Se habían conocido a penas nos mudamos cuando tenía 17 años, se hicieron fácilmente amigos de él y su esposa. Al cabo de un año su esposa falleció a inicios del 2016. Para su suerte, mis padres jamás lo abandonaron. Ese año fue cuando cometí el error de medicina.

Avanzo fuera de mi cuarto y bajo las escaleras. Paso por la sala en silencio donde están viendo la televisión y entro en mi cocina. Había varias cajas de hamburguesas, envases de papas y colas. No había comida. Al menos no la comida rápida que esperaba, abro el refrigerador y saco jamón, queso y tomate para hacer unas tostadas.

Busco el pan, lo bajo del segundo estante y cuando volteo noto que James viene entrando con unas cervezas vacías.

- Hola – saluda, abriendo el refrigerador para sacar algunas más –

- Hey – apenas digo y sigo haciendo mi comida como si nada –

- No te oí ni pasar – menciona, cerrando la puerta de la refrigeradora –

- Es hora de jubilarse, entonces – me burlo y mantiene su mirada fija en mí, así que levanto mis ojos –

Me observa con la cabeza ladeada y una sonrisa en sus labios, tal vez de diversión o tal vez incredulidad de que continue pasando límites que han existido con comentarios burlescos o atrevidos.

- El ladrón de bicicletas seguramente se alegraría – se encoge de hombros y avanza a la sala –

Suspiro, un poco frustrada, solo tengo que evitarlo y desaparecerá la emoción. Voy avanzando a mi habitación y vuelvo a escuchar fragmentos de su conversación solo que esta vez camino más despacio.

- ¿Un gato? – pregunta Joe –

- No es que no seamos amantes de los animales, es solo que ¿no quieres compañía humana? – pregunta Chris – y no me refiero a compañía de una noche o algo así, me refiero a una pareja -

- ¿Cómo demonios empiezo hablando de un gato y ustedes lo transforman en una pareja? – pregunta James entre divertido y frustrado–

- Vamos, Conway, puedes tener tu gato, pero con otro humano – replica Joe –

- Bueno, entonces transformate en el señor de los gatos – dice Chris dándole una palmada en la espalda –

- Gracias, es todo lo que pido – responde James –

Joe me ve pasando y le sonrío.

- ¿Terminaste los videos? – pregunta y me observan –

- Algo así – digo mordiendo mi tostada y pensando que aún me faltaba de editar otro video –

- Tu mamá solía cantar, demasiado. – menciona Joe sonriendo y muerdo otro bocado de pie en la sala, en medio de las escaleras y los sillones – Recuerdo que la odiaba porque compartíamos cuarto y solo pasaba cantando – dice riendo –

- Mamá debió tenerlo más claro – respondo finalmente encogiéndome de hombros – ¿qué tal va su noche de chicos? – agrego inmediatamente para cambiar el tema -

- Soy el señor de los gatos – responde James y sonrío –

- Eso es nuevo – digo –

- No lo alientes –

- De hecho, podrías adoptar un par, ya sabes para que se hagan compañía – menciono y su sonrisa se ensancha antes de ver a Chris y Joe –

- Lo ven, eso debieron responder –

- Perdón por querer algo más para ti – dice Chris –

Avanzo en silencio por las escaleras mientras se centran en una discusión de las mascotas y las parejas. Regreso a mi habitación y continuo con la edición.

Era la primera vez que me dejaban participar un poco de su charla, era la primera vez que James me dirigía la palabra frente a ellos a más de un saludo. Y, debió ser la cerveza, pero era la primera vez que Joe mencionaba que mi mamá sabía cantar.

La historia era un poco trágica. Una pareja tiene a su hija de casi dos años. Un día la dejan al cuidado del tío Joe porque tenían que salir a un viaje de negocios de papá, irían en carro y regresarían para vísperas de navidad y la nieve los hace chocar. Nadie llego a ayudar hasta en algunas horas después, para entonces ya era muy tarde. Llamaron a Joe para informarle que ambos habían fallecido.

Y nada, la familia de mi padre no quiso hacerse cargo de mí y de la familia de mi madre mis abuelos habían fallecido, quedaba familia lejana que ni Joe hablaba con ellos o Joe. Así que Joe con 18 años se hizo cargo de mí, yo era toda la familia que le quedaba. Al siguiente año conoció a Chris en una fiesta de cumpleaños porque ambos cumplen el mismo día de Abril.

A veces pienso en Joe, en todo lo que tuve que haberle arrebatado, pienso en todo lo que perdió y como cuando lo entendí me obligué a intentar retribuirle todo, la hija perfecta que nunca daba problemas. ¿De qué otra forma podía pagar?

A veces pienso en Chris, que se enamoró de Joe, sin saber que era un joven cuidando a una niña de dos años.

No recuerdo de dónde vengo, no los recuerdo y a pesar de que Joe siempre intento compartir retazos conmigo de ellos, era muy doloroso para él. Sentía, por los comentarios que a veces me daba Joe o mi propia elaboración de mi vida que tenía una raíz muy suave y frágil. Y solo tenía una, era él y Chris, y que si algún día Joe se hartaba de mí... No era parte de ningún lugar.

Entre a estudiar medicina porque Joe dijo que sería lo correcto para mí y luego me retire casi al año porque lo odiaba. Fue una de la pocas veces que hice lo que yo quería, a pesar de saber lo mucho que él había puesto en mí y con temor a decepcionarlo. Cuando casi me echa por haberme retirado, realmente fue un golpe bajo. Me sentí como si ser lo que yo era jamás sería suficiente para retribuirle todo lo que me dio.

Luego de haber perdido un año estudiando medicina, en el 2017 empecé en la academia Juilliard. Después de todo no termine tan mal.

Por fin termino de editar y me debato entre grabar lo de la siguiente semana o irme a dormir. Estaba cansada y un poco extraña con la mención de mi mamá. Él había dicho que también cantaba en otras ocasiones, pero jamás había resaltado que le encantaba. Y por otro lado James, Dios ni si quiera quería ir por lo que me hacía sentir.