Era casi media noche y me escabullo por la casa para ir a la casa de James. Dejaba la puerta de atrás abierta para mí, así que entro y me dirijo a su habitación. Estaba concentrado haciendo un informe en su laptop, llevaba su calentador y su camisa gris. Se veía bien con el reflejo de la lampará y de la luz de su computadora en su rostro.
Me acerco despacio y deslizo mis brazos por sus hombros hacia su pecho, abrazándolo desde atrás.
- Hola – digo besando su mejilla –
- Hola, extraña – toma mi mano y le da un pequeño beso, mientras cierra su laptop con la otra, pero detengo su mano antes de que la cierre totalmente–
- Puedes seguir, hm... no estoy de humor... quería la compañía, pero puedo irme si... – me interrumpe terminando de cerrar la laptop. Se desenvuelve de mis brazos para poder levantarse de la silla. Se para en frente de mí y entrelaza nuestras manos. Alzo levemente mi cabeza para mirarlo -
- Hace unas horas te deje en tu casa y estabas de buen humor, ¿qué paso desde entonces? – pregunta y me rio un poco, antes de que mi sonrisa se transforme en una horrible mueca que estaba evitando llorar. Suelto nuestras manos para poder limpiar mi rostro. Agradezco que no presione en este momento para que hable, por otro lado me toma en un abrazo que me sostiene mientras siento como esa niña llora porque no recuerda a sus padres, llora porque no tiene abuelos, llora porque Joe lloraba en navidad; por esa adolescente que odiaba haberle arrebatado la vida a Joe, por esa adolescente que odiaba que Joe se hubiera quedado solo, que odiaba que la familia de su padre haya sido una mierda y por la adulta que siempre cede a lo que ellos piden, intentando saldar lo que debía, intentando ser lo suficiente para que haya valido la pena ese sacrificio, intentando no dar más problemas... intentando que Joe y Chris no la odien por haberles arrebatado parte de sus vidas –
Lloraba como si estuviera rota. Y él me sostuvo todo ese rato mientras me aferraba con fuerza. Porque realmente sentía que si lo soltaba caería al fondo. Me sostuvo fuerte, acaricio mi espalda y mi cabello.
Eventualmente las lágrimas cesan y mis ojos pesan.
- Perdón por venir aquí y quitarte tu noche en esto – susurro –
- Me importas – susurra de vuelta, pero no agrega nada más –
Me separo despacio mientras limpio mi cara con mis manos.
- Apareció una tía de parte de papá, la familia de mi papá nunca estuvo presente porque era muy doloroso... como si para Joe no lo hubiera sido. – digo mientras las lágrimas vuelven a brotar – Es solo que, no pueden llegar 22 años después como si nada, como si fuéramos familia, lo único que nos une es la sangre y odio odiarlos, y odio haberle hecho eso a Joe y odio no poder ser suficiente para él – concluyo mientras vuelvo a limpiar mis lagrimas bruscamente con mis palmas –
- No es tu culpa, Cas – dice, deteniendo mis manos, mientras usa su pulgar para limpiarlas suavemente y solo niego con la cabeza –
- "No es tu culpa, fue la elección de él" – digo porque lo he escuchado antes –
- Tenía otras opciones, él quiso tenerte cerca... y tampoco es tu culpa nada de eso, ni que la familia de tu padre haya sido una cobarde, ni que tus padres hayan muerto ni que Joe se haya hecho cargo de ti. – replica y agrega – Puedes vivir, Cassandra, no tienes nada que devolver, ni nada que demostrar. Eres suficiente para él, no puedes devolverle nada de lo que paso, no tienes por qué, esa decisión la tomó él, pero incluso tu mera presencia y en quien te has convertido estoy segura de que es todo para ellos –
Solo niego con la cabeza bruscamente. Porque, en serio, quería creer sus palabras.
- Ven – dice tomando mi mano para guiarme escaleras abajo a la cocina –
- No tengo hambre – respondo –
- Te haré un té – dice y niego con la cabeza –
- No soy amante al té –
- Hablaremos mientras bebemos té – menciona y me rio –
- ¿Por qué quieres jugar a la hora del té? – resoplo divertida, mientras agarro una servilleta para limpiar mi nariz –
- Es algo dulce y caliente para que te relaje un poco, amor. – responde y ambos nos quedamos viendo porque me dijo "amor", me rio – No te acostumbres –
- Claro que no, amor – ríe despacio mientras prepara las tazas de te –
Mientras lo prepara, lo observo y agradezco internamente porque realmente sea mi amigo.
- Gracias por lo de esta noche – respondo –
No responde, aunque tampoco espero que lo haga. Yo le importaba y supongo que para alguien que no ha creado ningún nuevo vinculo después del fallecimiento de su esposa, debe ser aterrador.
- Tengo sentimientos encontrados de cuando no respondes, me gusta y no me gusta, o cuando me ignoras – me burlo –
- No tengo nada que acotar a tu agradecimiento porque se supone que es lo que hacen los amigos –
- No lo sé y tú tampoco lo sabes porque ninguno tiene suficientes amigos – juego mientras lo sigo con las tazas hacia el sofá –
- Es sorprendente la cantidad de cosas que asumes de mi – me tiende la taza de té y sonrío –
- Me siento mejor – digo apenas pruebo el té y se ríe –
Nos quedamos en silencio mientras bebemos. Este silencio no es incómodo, ni me molesta, de hecho, es agradable.
- ¿Quieres hacer algo mañana? – pregunta James –
- ¿Me vas a invitar a una cita, Conway? – gira los ojos fingiendo fastidio –
- A una salida, podemos ir a New York o a las afueras de Filadelfia, donde quieras –
- ¿Por? – digo dejando mi taza vacía sobre un periódico de la mesita –
- Mañana es sábado, creí que te gustaría salir y hacer algo para animarte – responde como si fuera normal asumir que él está interesado en mi felicidad –
- Ok – sonrío y él toma mi cara con su mano libre para darme un beso suave –
En definitiva, seempezaba a sentir diferente.
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Filadelfia
RomanceDe forma inesperada Cassie y James se encuentran en una bar, un encuentro extraño que de alguna manera logra compaginarlos. Se forma una amistad singular donde reina la atracción mutua, ambos saben que está mal que esa amistad pase los límites. Más...