15: ¿Vida después del orgasmo?

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Nuestras respiraciones ya se han normalizado y estamos tranquilos. Posa su mano sobre la mía. Aún extasiados, sonrío y volteo hacia él.

- ¿Quieres la charla después del sexo? – pregunto moviéndome para quedar junto a él, envuelve su brazo en mi cintura –

- Eres estruendosamente sexy durante el sexo – responde y giro los ojos –

- No sabía que fuera ruidosa – respondo y me ve extrañado –

- ¿Era tu primera vez? – pregunta y veo el terror en sus ojos –

- No – digo riéndome –

- No es gracioso – dice aguantando su sonrisa mientras aprieta su agarre en mi cintura –

- Es solo que, no pensé que pudiera sentirse tan bien –

- Si soy sincero, yo tampoco – paso mi brazo sobre su torso desnudo y duro –

- ¿Te ejercitas mucho? – pregunto –

- En los entrenamientos con los novatos – responde –

- ¿Tu entrenas a los novatos? – digo sorprendida – Si sabes que hay una palabra que se llama delegar –

- Me gusta hacerlo – menciona –

- Así que tu entrenas a Morgan – no termino de mencionarlo y gira los ojos –

- Solo diré que, gracias a él, su grupo se ha ganado unas carreras extras – responde y sonrío –

- Eso es abuso del poder

- Es beneficio para ellos – sonríe de lado –

- ¿Y no tiene nada que ver con que el chico estuvo interesado en tu vecina? – pregunto –

- Si me estás preguntando si estaba celoso, admitiré que un poco –

- ¿Solo un poco? –

- ¿Qué hay de ti? Dejaste tu pizza en mi entrada, porque estaba con Diana –

- Ag – digo recostando mi cabeza de nuevo para dejar de verlo, solo escucho que se ríe –

- Ella tiene mi edad y es divorciada, solíamos matar el tiempo juntos, nada memorable... pero deje de frecuentarla poco después de que llegaras de graduarte – menciona –

- ¿por qué? –

- Ya no me atraía, supongo que había puestos mis ojos en otra mujer – su mano pasea por mi curva –

- ¿Te refieres a mí? – pregunto para cerciorarme, levantando mi cabeza para verlo a los ojos de nuevo –

- Sí –

- ¿Qué hacía aquí ese día? – pregunto –

- Ver si pasaba algo, pero solo bebimos té y comimos pizza – se divierte mientras entrecierro los ojos –

Su mano cálida vuelve a descansar en mi cintura y se siente bien. Acaricio su abdomen duro y muerdo mi labio.

- ¿Por qué eres tan sexy? – pregunto como si fuera algo que doliera y sonríe con los labios –

- Podría preguntar lo mismo sobre ti –

- Por cierto, me diste el mejor oral de toda mi vida – digo para este punto de la vida habiendo aceptado mi falta de filtro -

- No soy una persona de orales – menciona y lo miro extrañado –

- Tu quisiste hacérmelo –

- Después de mi esposa, usualmente en mis relaciones solo es sexo, refiriéndome al coito, nada más. – responde –No sé... contigo, quería hacerlo, quiero hacerlo, necesitaba probarte y verte gozar – da un apretón con su mano en mi cintura –

- Pues hiciste un buen trabajo – asiento mi barbilla sobre mi mano puesta en su pecho, intentando ignorar el peso de sus palabras -

- Me gusta saber que pude complacerte –

Nos quedamos en silencio, mirándonos. Asimilamos la situación

- ¿Te quedas a dormir? – pregunta de repente, cambiando su expresión a la típica seriedad –

- ¿Es una invitación? Aunque por tu tono de voz pareciera pregunta por compromiso – replico –

- Lo siento, – su mirada vuelve a suavizarse – es solo que, no acostumbro a tener compañía después del sexo –

- Supongo que los efectos de la euforia del orgasmo han muerto – digo separándome de él para ponerme de pie y buscar toda mi ropa –

Me observa en silencio mientras agarro mis pertenencias. A veces podía ser una tonta. Me coloco mi pijama y siento su mano deslizarse por mi cintura, su boca da besos en mi cuello y me recuesto contra él.

- Quédate, por favor – dice suave, volteo a verlo de pie detrás de mí –

- No quiero complicar las cosas – digo -

- Cas, las cosas ya son complicadas... - dice con una sonrisa burlona asomándose –

- Bueno complicarlas más –

- Ya lo veremos mañana, cuando la luz del sol y la culpa lleguen juntas – responde tomando mi barbilla para que lo mire –

- Me parece un trato amigable, también tendremos que volver a hablar de lo que paso hoy – me besa suave –

- Trato – murmura –

- ¿Quieres intentar superar la intensidad del orgasmo anterior? – bromeo, pero sus ojos se oscurecen y pone sus manos en mi cintura para pegarme de vuelta a él –

- Creeme que lo estoy deseando –


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