Nunca antes nos habíamos cogido la mano por tanto tiempo, en la granja fue un rato, pero ahora caminar de su mano era otro nivel de comodidad. Caminar de la mano no era mi opción favorita, prefería cuando abrazaba su brazo y caminaba junto a él. Estamos comprando algunas cosas para la cena de hoy en mi casa y había insistido en comprar decorativos. Y nos habíamos detenido en la sección de mascotas a comprar un paté para la cena de año nuevo del minino.
- ¿Salmón o atún? – pregunta enseñándome las latas y me encojo de hombros –
- Tu lleva el de salmón y yo le regalo el de atún – entrecierra los ojos y niega con la cabeza –
- ¿Tenemos todo? – pregunta dejando las latas en el carrito –
Hago un repaso mental y él sonríe.
- Cuidado se funde esa cabecita tuya – molesta y le lanzo un golpe en su hombro, uno despacio –
- Está todo – respondo y emprendemos el camino a la caja –
Nos detenemos en la larga fila e intercambiamos miradas.
- Bueno has la charla de supermercado – dice él y sonrío –
- No soy tu cajita parlanchina –
- Lo sé, pero siempre tienes temas, no tardarás en hablar – dice revisando su celular –
- Oye con lo de New York – digo y alza su mirada divertido mientras guarda el celular –
- ¿Sí?
- Obviamente conseguiré un lugar cerca de la academia, pero tal vez deberíamos encontrar un punto medio para vernos nosotros y así – lo miro realmente preocupada porque no me gustaba la idea de la relación a distancia –
- No me molesta ir a verte siempre, si voy en tren será una hora de viaje –
- Pero obviamente será cansado, tampoco quiero que me odies por hacerte ir y...
- No es como que te estaría haciendo un favor de vernos, amor, sería algo que ambos queremos... cuando tengas el horario de trabajo podremos planificarlo mejor, puedo quedarme allá y regresar en la mañana, tú puedes quedarte conmigo y los fines de semanas serán libres para hacer lo que queramos. No es que me agrade la idea de saber que no estaremos cerca, pero lo haremos bien, creo que nos conocemos lo suficiente para confiar en el otro y saber que lo podemos hacer funcionar. – el estrés y la preocupación se disuelve lentamente, lo cierto es que en tren es una hora y cuarto, incluso si decidiera quedarme aquí en Filadelfia lo podría hacer, quisiera mantener mi departamento, pero sé que si no iba y experimentaba el vivir sola y toda la rutina para ir al trabajo por mi cuenta me iba a arrepentir – Sea lo que sea, a una hora de aquí o diez, nos veremos, tal vez no tanto como estábamos acostumbrados, pero creeme que al menos yo no me iré a ningún lado sin ti -
- Es muy pronto para hablar de matrimonio – juego y él se ríe –
- Si me lo propones en una fila de supermercado te diré que no, – bromea y me relajo un poco – pero entiendes mi punto, ya no estamos jugando, vamos en serio y una hora no se va a interponer –
- Gracias, – le digo agarrando su brazo para abrazarlo – creo que me da un poco de miedo irme de aquí, de nuevo –
- Lo sé, amor, pero estarás bien y tendrás una nueva rutina, puede ser que incluso te guste más que la que llevabas aquí, ya sabes la gran manzana y demás – pasa su brazo por mis hombros apretándome contra él –
- Pero, ya no serás mi sheriff – digo mientras faltan aún dos cochecitos al frente nuestro –
- Procura no usar identificaciones falsas o identidades – se ríe a carcajadas mientras lo recuerda y solo niego con la cabeza –

ESTÁS LEYENDO
Filadelfia
RomanceDe forma inesperada Cassie y James se encuentran en un bar, un encuentro extraño, que de alguna manera logra compaginarlos. Se forma una amistad singular donde reina la atracción mutua, ambos saben que está mal que esa amistad pase los límites. Más...