Capítulo Once.

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Ya podía ser capaz de salir de la habitación, cómo siempre a los jardines y con la única compañía que se le permitía tener quien era JiMin.
Los guardias rondaban el lugar y lo vigilaban discretamente a órdenes del rey quien cada vez más y con el pasar de los días se veía más ansioso.

Pero aún así, con todas esas miradas detrás suyo, disfrutó por primeras vez en mucho tiempo del aire fresco del exterior, los pájaros seguían bañándose en las fuentes de agua y las flores crecían y adornaban los arbustos.
SeokJin ya estaba resignado de que ningún día podría salir de ahí con vida, así que sus últimos momentos agradables los empezó a aprovechar, por más pocos que fueran o tristes, lo haría.

SeokJin se dió cuenta que nadie en el lugar le ayudaría a escapar, y no porque no quisieran o porque fueran malos con él, más bien porque todos tenían un sueño que perseguir y que estaban cada quien luchando lo más duro que podían para que se hiciera realidad. Está vez SeokJin no podía hacer nada así que resignado no le quedaba más que esperar la muerte como si fuera una vieja amiga.

Aún así decir que disfrutó del aire con tranquilidad era otra cosa, la verdad es que sí disfrutaba de un nuevo aire que no sea el caliente de las habitaciones pero el aire fresco de los jardines tenía algo que las habitaciones no lo tenían todos los días; tensión.

La compañía del rey lo ponía muy nervioso, el hombre estaba sentado frente a él mientras lo observaba cuidadosamente, su expresión era seria y ni siquiera probando la rica comida del chef le sacaba una mueca.
Contrario a eso sólo estaba serio, a veces jugaba con sus palillos y otras simplemente comía con los manos, apesar de eso el rey no se veía nada maleducado, comer con las manos tal vez era una manera correcta de hacerlo cuando se trataba de los soldados que iban a la guerra y por obvias razones no tenían utensilios de emergencia para comer. De hecho el lugar donde se hacían las guerras no era un lugar donde la educación existiera.

Dejó de lado sus pensamientos cuando NamJoon tomó uno de los vasos de porcelana blanca con decoración azul y daba un trago a lo que fuera que estuviera tomando, lo más probable es que té.

-SeokJin- comenzó él y el nombrado sólo volteó a verlo-, El doctor Jeon dijo que seguías siendo fértil.

SeokJin hizo una mueca disgustada.
-Si...

-Hablare con la corte y pediré que nos permitan tener los cinco hijos, de hecho estoy seguro que puedes tener más de cinco así que lo intentaremos más veces de las necesarias.

-Pero su majestad- ante la reacción de asombro combinada con miedo, NamJoon sólo alzó una de sus cejas con dureza, diciendo con su silencio que podía continuar-. Apenas y soy un joven de dieciocho años, a pesar de que pueda concebir más de cinco hijos creo que mi salud no estaría bien.

El rey soltó un ja.
-¿Eso realmente importa? No voy a negar que es una lastima que tengas que morir en algún momento pero son sacrificios que estoy dispuesto a tomar, no dudo que serías un buen padre para ellos pero no sé si te necesiten. Están las concubinas que no dudarán un segundo en servir a los herederos ni tampoco dudo en que encontraré alguien realmente bueno para que esté a mi lado... De todos modos ¿Quién podría amar a alguien como tú? Eres un simple pueblerino que no sirve para nada más que dar hijos... Sigue comiendo y no protestes más a menos que quieras volver a estar dos semanas postrado en una cama.

Las palabras fueron duras, pero viniendo del rey debía de acostumbrarse, que de hecho ya lo estaba. No dijo nada más y siguió con su tarea de comer ahora los postres llenos de crema dulce y trozos enormes de fresa, todo eso aún con la mirada penetrante del moreno.

Sin darse cuenta la comisura de sus labios se llenaron de crema y sus abultadas mejillas de migajas de pan, su nariz estaba roja por el aire que golpeaba su rostro o tal vez era por el calor, pero eso no pasó desapercibido por NamJoon quien tragó pesado sin planear. Frunció el ceño y simplemente soltó los palillos a un lado del tazón de madera.

Concubino Varón -NamJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora