Como se sentía era raro, siempre estuvo la idea de sentir que podía escapar del rey. Claro que solo se quedaba en la idea de hacerlo, jamás sobresalía de sus fantasías y ahora resultaba que podía hacerlo cuando él quisiera pero que si quería hacer las cosa bien entonces tenía que ser paciente.
No, el ya no quería ser paciente, porque de tanto hacerlo ya hasta se sentía mareado. De tanto de pensarlo le daba hasta nausea. De tanto sentirse encerrado ya le daba hasta colera.
Entonces ahora que los sueños empezaban a ser más insistentes, mas insoportables incluso, llego a la conclusión de que debía hacerlo, debía ir contra todo aquel que estuviera en su contra y sabia, por alguna extraña razón que ganaría. Sabía que, por más personas, guerreros o cualquier dios que se le travesara estaría de a ganarlas. Pero, lo que más le daba miedo, era exactamente todo eso.
¿Por qué estaba tan segura la voz en sus sueños le decía que todo estaba bien pero claramente no podía confiarse de cualquier cosa? Ni siquiera de el mismo.
Es así como llegamos a lo que ahora estaba ocurriendo. Después de tantas vueltas a su cabeza, y después de todos esos murmullos afuera de su habitación... no, seguía estando en los aposentos de su majestad ¿o debería decir de NamJoon? Finalmente, las puertas se abrieron en su totalidad dejando ver a rey, al hombre que se acercó a pasos rápidos seguidos del doctor jon junto a su pequeño hijo a quien le brillaban los ojos. Mas que nada aliviado de ver al concubino sano y salvo... pero eso sí, con un pequeño bulto en su estómago.
¿Cuánto tiempo había pasado desde el día de cinta? Según las solamente dos semanas. SeokJin había caído en coma durante siete días y los restantes el rey se negaba a darle cualquier tipo de atención, ni siquiera el mismo se atrevió a aparecerse por ahí. Y eso era malo porque se suponía que cualquier concubino debía tener a su pareja cerca en el embarazo. Dejo de lado sus pensamientos y se enfocó en la realidad cuando el rey aventó de un fuerte movimiento a su padre mientras apuntaba a SeokJin.
-Explícame esto antes de que quiera cortar tu cabeza-, exclamo el moreno con una de las venas en su cuello casi explotando.
Sin embargo, el doctor solo supo tragar pesado y contestar de la manera obvia que se podía hacer.
-no tengo idea de lo que pasa, su majestad. No pudimos ver al concubino varón durante un tiempo por órdenes suyas, así que no se hizo un seguimiento como se supone debió de haber pasado desde la noche de cinta- trato de explicar mientras sus palabras se tropezaban entre sí.
la gente debería estar siempre asustada cuando se trataba del rey, cuando se trataba de los ojos rojos de aquel hombre quien era muy difícil de convencer. Y más cuando se trataba de algo tan excepcional como lo era el caso de SeokJin.
-Por favor, déjeme revisar al concubino antes de hacer más conclusiones. - siguió el mayor de todos. Y así el rey no tuvo de otra más que aceptar.
Y observo todo en silencio, en una de las esquinas mientras su mirada seguía siendo seria y sus labios no podían más de tanto que los mordía. Por otro lado JungKook observaba todo con ojos curiosos y asombrados, como su padre se acercaba a seokjin mientras ignoraba los gruñidos del rey cuando las manos de su padre empezaron a levantar el pijama de SeokJin, o cuando también recorrieron su abdomen, aquella suave y blanca piel. El rey sí que debía estar pasándola mal...
Finalmente, y después de varios ceños fruncidos por parte de Jeon, todo acabo.
Las pláticas de los adultos quedaron en segundo plano para JungKook de un momento a otro, su mirada no dejaba de estar directa hacia Jin, hacia esa mirada socarrona que adornaba su rostro y esa sonrisita malvada que se curveaba en sus labios. Todo eso empezó cuando su padre anuncio su embarazo. Y JungKook sabía que eso no era normal, sabía que algo estaba mal a pesar de tener tan cortos nueve años. Esa persona ahí no era si SeokJin, no era el hombre amable ni tampoco era su mirada cariñosa la que adornaban sus ojos.
Al contrario de eso, su mirada era oscura, su sonrisa era falsa hacia el rey quien emocionado lo abrazaba y de vez en cuando le susurraba una que otra cosa que claramente no lograba escuchar pero que solo hacían la sonrisa de Jin más enorme.
Se sentía mal, asqueado en cierta parte.
- Concubino varón –
Dos días después y todo el palacio parecía tener buena cara y nuevo ambiente. Claro que la nieve seguía cayendo del nubloso cielo, pero eso no hacía que los ánimos de las criadas o incluso de la familia real decayera. El pueblo gozaba de felicidad después de tanto tiempo pues finalmente después de tantos años, el anuncio de que un heredero venia en camino se había anunciado. No solo en el pueblo sino también en todo el país e incluso en países cercanos.
Por eso la concubina real se sentía tan estresada y sus energías se gastaban más. Según ella cuando el heredero naciera las cosas cambiarían, pero la realidad es que no sería así.
Claro que JiSoo se sentía un poco insegura cuando Jin empezó a pasearse por los pasillos sin preocupación mientras los guardias simplemente le rodeaban por claras órdenes del rey quien no quería que nada malo le pasara. Claro que ella entendía que la seguridad de su nuevo hijo era lo que más importaba. Lo que no entendía era por que aquel concubino, quien llego siendo solo una incubadora para todos, ahora era el favorito. Por qué dormía cada noche con su majestad y por qué los criados parecían tratarlo como si fuera uno más de la realeza fuera de las ordenes de cuidar al heredero.
Solo pensar en eso hacía que sus dientes rechinaran en coraje y que sus uñas se enterraran en la palma de sus manos. Porque ella llego primero ella debería estar en ese lugar y había veces que odiaba ser mujer odiaba tanto tener que luchar por el amor y atención de un hombre. Si tan solo en este mundo las mujeres también pudieran engendrar hombres entonces la presencia de SeokJin no sería un obstáculo para ella, ni siquiera el de todos esos concubinos anteriores que con mucha dificultad tuvo que desaparecer a espaldas del rey.
Porque si contamos a SeokJin, los concubinos que el rey asesino por no poder darle un heredero, y los mas que JiSoo asesino (o mando a asesinar) la lista se haría interminable. Bastante interminable.
Así que jisoo tenía que ser inteligente, y más que eso tenía que ser rápida para que las cosas no se salieran de control y así poderlo tomar ella.
Jisoo sabia, realmente sabía que las cosas terminarían siendo como antes. Y que ante el nacimiento de ese bebe seokjin estaría yendo directamente a su muerte. A la muerte que ella estaba preparando para el...
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Concubino Varón -NamJin
FanfictionTodos están desesperados por encontrar al doncel que pueda darle un heredero al rey, todos corren de un lado a otro tratando de que algún hombre se les acerque como candidato. Todo eso acaba, cuando un chico de clase baja es descubierto por los jard...