Capítulo Dos.

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La puerta de la sala principal donde las concubinas eran resguardadas se abrió de golpe, los tres guardias entraban aún con SeokJin sujetándolo y las mujeres reunidas ahí solo hicieron espacio para ellos agachado la mirada.

Finalmente SeokJin fue tirado en el suelo de un solo movimiento y los guardias se retiraron sin decir una palabra.
Jin se levantó del suelo, corrió de nuevo hacia la puerta y cuando llegó a ella esta se cerró de golpe haciéndolo chocar y golpearse en el pecho.

Miró a su alrededor asustado, algunas de las concubinas lo miraban de lejos con un poco de pena y otras trataban de acercarse con pasos lentos. También había una mujer postrada en lo alto de una tarima, sus ropas cargadas de joyas, su peinado parecía llevarse horas de trabajo y al rededor suyo varias canastas y platos de oro llenos de frutas y postres.

-Oye- quitó la vista de aquella mujer y la dirigió a la que habló-. ¿Te encuentras bien?- trató de acercarse pero Jin se alejó.

-Tranquilo- habló otra concubina-, No te haremos daño, de hecho nadie en este lugar lo hará, puedes calmarte un poco.

-¿Que me van hacer?- preguntó asustado.-¿Por qué estoy aquí?

-Mi nombre es JinSoul- volvió a hablar ella-. Y ella es Wendy- apuntó a su compañera-. Puedes quedarte tranquilo, solo es la sala dónde las concubinas se reúnen a tomar el té.

-¿Podrías dejar que te ayudemos?- esta vez habló Wendy.

SeokJin no contestó, observó por algunos segundos a las mujeres bonitas llenas de joyas pero no tanto como la otra y cuando suspiró ellas asintieron.

-Preparen una taza de té, nosotras nos encargaremos de él- JinSoul lo tomó levemente de los hombros y junto a Wendy lo llevaron a sentarse en uno de los grandes cojines a lado de telas extravagantes, más joyas, maquillaje natural y frutas.
Tal parecía aquella sala podía ser el paraíso de una mujer en aquella época, y más estando en el palacio. Las mujeres pláticaban y reían entre sí y mientras lo hacían esperaban ser llamadas por el rey y satisfacerlo. Pero eso nunca pasaba.

-Por lo que suponemos tú eres un doncel ,¿cierto?- preguntó la mayor de las dos-. Tal vez tú seas el concubino que estará a lado de su majestad, deberías estar contento por eso.

SeokJin no contestó y Soul limpió las lágrimas que salían de sus ojos para poder poner el maquillaje.
-Debes tener cuidado, si te conviertes en el concubino real tendrás problemas con ellas- apuntó a las mujeres quienes ya lo veían y murmuraban entre sí-, Elige bien si quieres estar a lado de su majestad...

- Concubino Varón -

-Su real majestad- el general Choi hizo una gran venia quedándose hincado en una sola rodilla frente a NamJoon quien hizo una mueca de fastidio.

-Qué es lo que quieres como para que te hayas atrevido a venir sin mi permiso ¿Tanto odias tu vida?

-Nada de eso mi señor- contestó nervioso-. Han llegado las buenas noticias de que por fin hayamos un doncel para usted, y se entregará voluntariamente.

El moreno elevó una de sus cejas, interesado pero sin contestar algo.

-Este doncel es perfecto para usted, mi señor. Lo encontramos merodeando entre los jardines traseros y con tal de conservar su vida aceptó cualquier condición.

Apesar de que el general Choi había confirmado  que SeokJin aceptó cualquier trató la verdad era que sólo lo decía para tener contento a su real majestad. Si los golpes y amenazas después eran necesarias para haces atender a SeokJin entonces lo tendría que hacer.

Al final del día NamJoon se dirigía hacia sus aposentos, varios sirvientes lo seguían en silencio,  bien formados y coordinados. Se despidieron de él una vez que llegaron a la enorme habitación y dos de los guardias que estaban ahí deslizaron las puertas.

NamJoon entró sin una pequeña pisca de duda y después de quitarse el gita y dejarlo caer al suelo observó al hombre en su cama, sus piernas extendidas a un lado y su cuerpo se recargaba mientras se sostenía un un brazo. No vestía ropa más que una bata color roja abierta que cubría sólo sus partes íntimas, estaba perfectamente maquillado con colores dorados y sus cabellos caían en cascada igual bien peinados.

-Tu nombre- habló finalmente NamJoon, rodeando la cama con pasos lentos como si fuera león enjaulado.

-Kim SeokJin, su real majestad- su voz sonó temblorosa y NamJoon sonrió levemente por eso.

-Asi que eres un doncel, dispuesto a dar un heredero- SeokJin se mantuvo en silencio con la vista en el enorme colchón suave y la mantas de seda y decoraciones culturales. Con miedo de voltear hacia el rey y que este se sintiera ofendido, en esos tiempos siempre tenías que ser cuidadoso.

Aún así NamJoon siguio respirando tranquilo para pararse frente a Jin, en la orilla de la cama.

-Ven aquí- siguió-. Acércate para verte de cerca.

El menor se lo pensó algunos segundos, pero tenía que obedecer así que apretó las manos en puño y se acercó lentamente haciendo la bata rozar su piel.

Estando frente a frente NamJoon sonrió en grande, y con sus dedos rozó la barbilla suave de Jin, lo hizo levantar la vista encontrando los ojos más cafés que haya visto y los labios más esponjosos que alguien pudiera tener.
Tragó pesado satisfecho y relamió sus labios.

-Eres perfecto- murmuró deseoso y con ojos brillantes-. Un diamante en bruto ¿cómo es que no habías terminado aquí antes, eh? Tus padres realmente quisieron protegerte.

-Su majestad...- contestó bajito y el moreno frunció el ceño-, Por favor, por favor déjeme ir.

-¿De qué hablas?- acarició la mejilla del doncel con lentitud para después proponerle una gran bofetada haciéndolo caer al colchón y sacándole un grito de susto.

-¡Por favor!- siguió implorando-, ¡Cometí un error pero jamás volverá a verme si me deja ir, me iré de la ciudad si es lo que quiere, del país!

NamJoon gruñó apretando sus dientes, se subió a la cama y apresó al menor entre sus brazos quedando encima de él.

-Jamás vas a volver a salir de aquí, ¿me escuchaste?- Jin lo observó con lagrimas en los ojos, asustado. Y eso a NamJoon no le importó-. Vuelve a decir que quieres irte, y te romperé las piernas, quiero ver que lo intentes.

Finalizó para siguientes a eso arrancar la bata y besarlo rudo, escuchando los sollozos de dolor.



- Concubino Varón -

Recalco que que como el fanfic es una historia falsa por obvias razones, habrán cosas que tal vez no concuerden con la historia coreana, y algunas palabras nuevas inventadas para dar originalidad.
Así que por favor no corrijan o se disgusten.

-jkookie.

Concubino Varón -NamJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora