Ya que Aisha se sentía horrible el día anterior cuando amanecí con Arlene, ese día tuvimos que establecer quién dirigiría el negocio mientras ella estuviera aquí al igual que nosotros.Mis padres no manejaban el negocio, de eso nos encargábamos Aisha y yo, pero más Aisha. Luego de nosotros dos quedaba Jorge un primo de ambos.
Entre a mi habitación y me quite la ropa para darme un baño. Puse mi cel a cargar para luego entrarme a duchar. Necesitaba relajarme. Deje caer toda el agua en mi cuerpo, mis ojos se cerraban y lo único que veía era a Arlene, sonriendo, desnuda, sus caras de placer, sonrojada, enojada, feliz, sobre mi, debajo de mi.
Era imposible para mi mantener la concentración mientras ella rondaba por mi cabeza así que decidí cerrar los ojos luego de tumbarme en la cama, lo que me llevó a despertar al día siguiente.
—Hey —escuchaba una y otra vez, abrí los ojos y observé a Aisha —. Vamos a desayunar.
—De acuerdo —ella se quedó parada mirándome —. Bajaré en un rato.
—Te esperare.
—En un rato bajo Aisha, ve.
—Ya te dije que te voy a esperar.
Me pase la mano por el rostro.
—Estoy desnudo.
—¡De acuerdo, de acuerdo! —se dio la vuelta para irse —. ¿Por que duermes así? ¿Es más cómodo o que?
—Inténtelo.
—No ¿Y si la casa se quema con que ropa salgo?
Empecé a reír.
—Sales envuelta en las sábanas.
—No, son muy largas, luego se prenden en fuego también —abrió la puerta —. Date prisa tengo hambre.
Salió y yo me puse de pie para luego entrar al baño.
...
Cuando terminamos de desayunar vino un recuerdo a mi mente.
Cuando estábamos en la tienda de accesorios claro que habían cosas que le gustaba a Arlene, pero como eran un poco caras no le pidió nada.
—¿Me acompañas a comprar algo? —le pregunte a Aisha.
—No tengo ganas de salir.
Bufé.
—¿Te pretendes quedar todo la vida encerrada por un idiota que te traicionó? —me levante —. ¿Desde cuando Aisha se muestra débil ante idiotas que no valen la pena? —camine a la puerta —. No te conozco, pero espero que Aisha vuelva pronto.
Camine a mi habitación y me duché para luego buscar ropa. Tenía en mente un hermoso detalle para Arlene. Busque las llaves de mi auto y tome mi celular.
—¿Nos vamos? —observé a Aisha y me eché a reír.
...
Llegamos a la tienda y no me decía.
—¿Que es lo que le quieres comprar? —me pregunto mientras mirábamos pendientes.
—Un collar.
—¿Con pendientes?
—No estaría mal ¿o si?
ESTÁS LEYENDO
Tentaciones Prohibidas.
Novela JuvenilImagina formar parte de una religion bastante estricta pero para ti es normal, ya que formas parte de esta religion desde que eres pequeña. Vas siempre a la iglesia, a las ceremonias, siempre eres la primera en participar en todo. Pero llega alguie...