Arlene.
—¿Que tienes en el cuello?
—No se, no me puedo ver el cuello —se acerco a mi de una manera demandante y me pego tan fuerte en la cara que me caí al piso.
—Mierda —dije aturdida por el golpe.
—¡Te acostaste con ese hombre!
—¡¿De que mierda estas hablando?! —le grite mientras intentaba recuperarme del aquel golpe.
—Ya no puedes negarlo, te marco el cuello —me sentí fría en ese momento, recordé que Jahir se había encargado de pasar un largo rato ahi pero no creo que lo allá echo a propósito, el no me haría eso —. Wow, la verdad es que has caído tan bajo hija, pensé que te dabas a respetar, o que tenias algún tipo de valor por ti misma, pero veo que le abriste las piernas al que menos te convenía.
—¿Y tu como demonios sabes que el no me conviene? —le pregunte tomando aire —. ¡Ni siquiera lo conoces!
—No tienes ningún tipos de respeto por ti misma.
—¡¿Y por que a ti te debe importar tanto?! —ella me agarro de la cara.
—Eres idiota —la ira era mas que vidente en sus ojos.
—Yo lo quiero a el, yo quiero estar con el.
—Si el hubiera querido estar contigo, hubiese luchado por ti. Hubiese venido a aquí a pesar de todo, pero tu no eres consciente para ver eso y darse cuenta que el solo quería cogerte, y sabes que es lo peor lo logro, te quito algo que nunca vas a poder regresar por mas que vayas a la iglesia. El no te quiere, y nunca te va a querer, ¿Sabes por que? Por que no lo intento lo suficiente.
—No me vas a lavar la cabeza con tus mierdas.
—Piénsalo un poco, y dime sino tiene sentido, pero eres estúpida. ¿Qué creías?
—No... —mis ojos se cristalizaron.
—¿Que te ha ofrecido el? —se rio en mi cara —. Falsas promesas, tal vez te dijo que te ama. Que esta super enamorado de ti y que quiere una vida contigo, ¿Pero acaso lo intento? —mis lagrimas corriendo por mi rostro —. ¡¿Acaso viste que lo intento?! El solo te quería para follar, para cogerte y luego mas nada. ¿Pasaron bonitos momentos? me imagino que si, por que me imagino que has romantizado cada minima cosa que hace. No te diste tu valor, y mucho menos mantuviste las piernas cerradas.
—No...
—¡¿No?! —me grito en la cara —. Una persona que quisiera tener algo serio contigo, algo de verdad, construir una vida, crees que te hubiese echo no comerte las gomas que te dan en la iglesia. Por que puedo apostar que de ti no salió dejar las gomas —quería bajar la cabeza pero ella me lo impedía con tanta fuerza que me dolía la cara —. ¿Lo estas pensando Arlene? —no quería llorar, o mucho menos aceptarlo, sabia que lo hacia para lavarme el cerebro, para manipularme, para ponerlo como el malo —. El solo te quería para coger, y tu aceptaste ese trato sin pensar que alguien que de verdad te hubiese dado valor lo hubiese echo de mejor forma, hubiesen construido algo poco a poco. Eres la misma mierda que yo. Tanto que te dije que no calleras en juegos como este, que no lo hicieras, y mira donde estas, en la misma situación. Espero y no estés embarazada.
Me solto el rostro pero no sin antes volverme a pegar y desaparecer, gritaba en la habitación y podia escuhcar como lanzaba todo al suelo, no tenia ni la menor idea de que podría hacer en ese momento. Salió y saco toda mi ropa en varios bolsos.
—Toma todas tus mierdas y vete de mi casa —me tomo del brazo bruscamente y abrió la puerta sacándome de la casa, me lanzo los bolsos cuando caí a la acera y cerro la puerta con demasiada fuerza.
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Tentaciones Prohibidas.
Teen FictionImagina formar parte de una religion bastante estricta pero para ti es normal, ya que formas parte de esta religion desde que eres pequeña. Vas siempre a la iglesia, a las ceremonias, siempre eres la primera en participar en todo. Pero llega alguie...