Abro la puerta de casa encontrándome a Isa sentada a la mesa junto a una chica. Se conocían bastante bien, teniendo en cuenta la forma en que llevaban la charla. Dejo las llaves del auto sobre la mesa con un sonido que llama la atención de ambas. Isa se pone de pie, sonríe y se acerca para abrazarme. Se voltea, estira el brazo a su acompañante como si yo ya no la hubiera visto. Asiento con la cabeza tratando de que se viera como saludo.
— Ella es Nataly.
La mano que Isa descansó en mi espalda prácticamente me obligó a acercarme a saludarla. No es que no pensara hacerlo, pero me estaba tomando mi tiempo.
— Somos colegas — comenta la chica morocha de pelo corto y liso, con una enorme sonrisa en los labios.
— Un gusto.
Siendo sincera, no estaba tan mal, parecía una buena chica. Me excuso diciendo que me voy a bañar, lo cual hago, pero para cuando salgo ya se había ido.
Con la toalla en la mano derecha, refriego el pelo para secarlo más rápido, lo que lo deja más alborotado. Si bien nunca sufrí problema alguno con mi cabello, me gusta tenerlo controlado.
— Te llamé varias veces.
— Si, lo sé, lo siento. — Apaga el agua caliente y se voltea a mi. — Estaba con Nataly y dejé mi teléfono en mi bolsa. ¿Qué era tan importante?
Me siento frente a mi café recién hecho y le cuento sobre la visita a Denna, la noticia de Adam y de su desaparición, junto a la historia de la foto.
— Es demasiado, ¿no?
Se pasa la mano por el cabello, mientras apoya la espalda en la silla. Lleva la mano a la mesa y tamborilea un momento. Apoya la cabeza sobre las manos en puño y me observa, mientras yo con la taza en mano me dejo caer en el sofá de la sala.
— Leí las notas de Rob y no hay nada nuevo. Eso sí, falta un cuaderno. Tengo el uno y el tres — anuncia levantado ambos respectivamente — pero no sé que pasó con el tercero.
— Tal vez lo perdió.
Se encoge de hombros, restándole importancia a mi comentario.
— Intenté llamarlo pero no atiende mis llamadas.
— Mañana paso por la casa de Rob.
— ¿Si? — distraídamente asiento. — Gracias.
— Por cierto, Denna está contentísima con el tema de la defensa.
— ¿Ella te lo dijo?
— No. Pero se le notaba.
•••
Manejo a casa de Rob para buscar el libro que podría servirle a Isa. Me detengo en un semáforo, tamborileo en el volante mientras la música de Green Day salía por los parlantes. Doblo por Courty Road, manejo tres cuadras y me detengo. Me bajo del auto, camino decidida a la puerta pero mi teléfono sonando me impide avanzar más. Saco el móvil del bolsillo interno de mi chaqueta y me lo llevo al oído.
— ¿Si?
— ¿Detective Belo? Soy Adrian, el recepcionista del hotel Carmel.
— ¿Volvió Adam?
— No, no. Alguien vino por sus cosas diciendo que tuvo un conflicto familiar.
— ¿Cómo es posible?
— ¿Qué tenga un problema familiar? Creo que es algo que todos...
Pongo los ojos en blanco aunque no puede verme.
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¿Estás segura?
Short StoryCuando Denna y Sarah deciden pasar sus vacaciones en Miami piensan en todas las cosas buenas que van a pasar, pero ¿qué pasan con las cosas que no podes controlar? ¿Podrá Denna demostrar su inocencia? Historia corta Todos los derechos reservados.