032: Jim, Adam y yo

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Me siento frente a Matt a quien se le nota el cansancio y la influencia del incómodo asiento, aún así no se digna a mirarme. Revuelvo el interior del bolsillo de mi chaqueta hasta dar con una serie de fotos pequeñas las cuales coloco sobre la mesa antes de empujarlas hacia él. Desvía rápidamente la vista hacia un punto en la pared a su lado y lleva instintivamente la mano a su boca para ocultar las náuseas. Me limito a observarlo; honestamente no era la reacción que esperaba. O él no lo hizo o sabe fingir muy bien, aunque teniendo en cuenta lo que hizo antes no me sorprendería. Me volteo hacia el falso espejo que tengo a mi espalda dónde sé qué están de pie el comisario Riverson y Carl observando la escena probablemente tan atónitos como yo. Regreso la vista a Matt quien se negaba a poner sus ojos en las espantosas fotografías.

— ¿Por qué mataste a Adam?

— ¿Qué? Yo no lo hice.

— ¿No sacaste las cosas de Adam del hotel hace un par de días? — Matt duda un momento pero asiente. — ¿Por qué?

— Issac me lo pidió. Dijo que quería hablar con él.

— ¿Te refieres a Jim?

Sus ojos se abren desmesuradamente.

— ¿Cómo...?

— Lo sabemos todo. Lo único que tienes que hacer es cooperar.

Cómo seguía sin querer despegar la mirada de la pared extiendo una mano para voltear las fotos dejando laminas vacías sobre la envejecida mesa. Matt quien estaba atento a mi acción observando por el rabillo del ojo, me enfrenta y asiente levemente. Por primera vez me mira a los ojos. Tenía manchas negras bajo los ojos que hacían resaltar más aún sus ojos claros. Una sensación rara se apodera de mi, una sensación similar a la lástima. Sacudo la cabeza levemente en un intento de alejar dichos pensamientos. ¿Cómo podría tenerle lástima?

— Encontramos a Adam con las manos y pies atados, muy golpeado, cubierto de sangre. Aunque aún no está la autopsia se puede deducir que lo lastimaron y lo dejaron morir. — Se me revuelve el estómago al pensar que el ruido que escuché en el garage de Rob días atrás era Adam suplicando qué alguien lo ayudará, deseando que alguien pudiera terminar su tortura y yo... Le doy la espalda a Matt para tomarme un respiro ya que no quiero que note mi estado. El puerta se abre unos centímetros pero nadie la atraviesa, pero puedo ver el uniforme de Carl por la rendija, luego ésta se cierra. Claramente el comisario le prohibió poner un pie dentro de la sala. Una vez hallamos a Adam necesité un momento a solas pero Carl insistió tanto en acompañarme que accedí. Le conté lo que me preocupaba con respecto al difunto y él fue un gran apoyo.

Me acerco a paso lento a la mesa, recojo las fotografías y las coloco en su lugar previo.

— Ya te lo dije, yo no lo hice.

— Entonces, ayúdanos.

— No lo haré.

— Bueno... tienes un asesinato en tu espalda, eso es, por lo menos, cadena perpetua.

Me volteo hacia el falso espejo, levanto la mano para llamar a un oficial pero Matt me detiene.

— Espera... — Sonrío para mis adentros. — No quiero pagar por algo que no hice. Él era... era mi amigo. Yo no puedo creerlo.

— Podemos llegar a un acuerdo. ¿Sabes quién mató a Adam?

— No.

— ¿Sabés dónde está Jim?

— No.

— ¿Sabes si Jim tiene algo que ver?

— No lo he visto desde que me pidió que buscará a Adam.

— ¿Entonces no dejaste a Adam con Jim?

Matt medita sus palabras antes de negar.

— Lo dejé en la casa de Rob Miller.

— Así que conoces a Rob Miller.

— Si, algo así. Sé que es tío de Jim y nada más que eso.

— ¿Él los ayudó con el asesinato de Janin Tomson? — Matt arruga el ceño por lo que le refresco la memoria con la mención del verano del dos mil quince provocando que el ponga los ojos en blanco, se recline en la silla y cruce los brazos.

— ¿Por qué hablamos de eso ahora?

— Todo tiene que ver, querido. ¿Cómo sabías que Adam fue a la cárcel?

Él desvía la mirada a sus manos entrelazadas sobre su regazo, se rasca la ceja y me mira directo a los ojos.

— Necesito estar seguro de que me ayudarás. De qué no me cargarán con el asesinato de Adam.

— No estás en posición de negociar.

— Lo sé, pero también sé que yo soy tu única oportunidad para ayudar a tu amiga, ¿no? Así que... una cosa por otra.

Observo mi reflejo en el espejo y si tuviera la habilidad de ver a través de las paredes, vería al comisario Riverson negando.

— Muy bien. No te cargo con el asesinato de Adam ni con el de Janin siempre y cuando no seas participe directo. Por supuesto sos cómplice pero la condena es menor.

Matt frunce los labios claramente sopesando sus oportunidades. Si bien su mirada está puesta en mi no está enfocada en mi, en absoluto.

— Bueno... — mira a ambos lados como si intentará ocultar algo. — Hay alguien que le cuenta todo a Rob.

— ¿Alguien de la policía? ¿Un oficial?

— Alguien con un puesto más alto.

Medito sus palabras y, para mí sorpresa, tiene sentido. Por eso sabían todo lo que íbamos a hacer. Cada movimiento, cada acción.

— ¿Sabes su nombre? — Él niega. — Si te muestro una fotografía, ¿podrías localizarlo?

— Por supuesto.

— ¿Vas a colaborar en el caso de Denna, contando todo lo que sabes?

— Lo haré.

Asiento sonriendo hacia él, giro sobre mis talones y me dirijo a la salida. Carl está de pie junto a la puerta con un aire preocupado. Le sonrió mientras le sujetó la mano dándole un apretón.

— ¿Escuchaste todo? ¡Podemos ayudar a Denna! ¿Dónde está el comisario?

— Se fue rápidamente hace un momento.

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