I S S A C
Salgo de la ducha encontrandome con la siguiente escena:
Piedra, pepel o tijera. Ambos hacen tijeras.
— Una vez más y es la definitiva.
Matt se relame los labios mientras hace un gesto de concentración. Piedra, papel o tijera. Adam hace piedra, Matt papel.
— ¡No es justo! Una vez más.
— ¡Eso dijimos tres rondas atrás!
— Esta es la última vez. Lo prometo. El que gana, gana.
Ambos se miran. Para que sea más gracioso, imaginen una película de cowboys en donde se les hace un acercamiento a los ojos a los dos que se enfrentan, y colocan una imagen encima de la otra. Divertidísimo.
De pie cerca de ellos, observo la batalla que se repite una y otra vez. Pongo los ojos en blanco viendo como Matt accede a seguir con el juego, pero no intervengo. Me limito a observar desde mi cómodo lugar de expectador.
Suena un teléfono interrumpiendo la quinta batalla. Los tres nos miramos, intentando descifrar a quien trataban de localizar. La pequeña lámpara encima de la cabeza de Adam se enciende y su rostro lo demuestra con una graciosa mueca. Murmura es para mi antes de salir rápidamente de la sala.
— ¡Tenemos que terminar esto! — grita Matt pero el morocho ya había cerrado la puerta de su habitación. Le doy tres palmadas amistosas en la espalda.
— ¿Qué decidían? — pregunto abriendo la heladera para buscar algo de comer. La cierro.
— Quien iba a la casa de las chicas — responde despreocupadamente. — Es que ellas son dos y que vayamos los tres es...
— Yo les dije que no iba. — Matt se voltea bruscamente. Abro la heladera preguntándome que buscaba. La cierro.
— ¿Cuándo dijiste eso?
Lo miro desconcertado. Abro la heladera, la cierro y recuesto la espalda en la puerta.
— Lo dije en cuanto la chica rubia nos invitó — mi interlocutor junta las cejas en un gesto de que sigue sin entender. — O sea, cuando se fue, yo dije que no iba.
— Entonces no hay nada más que discutir. — Frota las manos, camina hacia mi, con un ademán me pide que me mueva, lo cual hago. Abre la heladera y saca una coca cola en lata. Cierra la heladera. — ¿Por qué no nos dijiste antes? — Abre la lata y da un sorbo.
Si, eso quería yo. Abro la heladera, saco la bebida y la cierro. — No sabía que ustedes, idiotas, estarían decidiendo eso. Bueno, no me sorprende que no me escuchen pero...
— ¡Matt! Yo no voy contigo — informa Adam haciendo un baile victorioso. En ese segundo, el rubio escupe el líquido negro que había colocado en su boca instantes atrás.
— ¿Cómo que "no voy contigo"? ¿Qué significa? — pregunta incrédulo.
Pongo los ojos en blanco, preguntándome si pueden ser más idiotas. Me dirijo al sofá, coloco la bebida en la mesa del centro y enciendo la tele. Tenía ganas de ver una serie nueva, hasta que... ¿yo terminé la que estaba viendo?
Matt entra a la habitación corriendo y pronuncia tres palabras: — Issac, por favor.
● ● ●
Nos encontramos caminando por la arena, viendo como el agua está tranquila. La luna se refleja maravillosamente en el agua y confieso que eso nunca deja de sorprenderme.
— El agua es fantástica, eh.
Una sonrisa se planta en su rostro creando una reacción similar en mi.
ESTÁS LEYENDO
¿Estás segura?
Short StoryCuando Denna y Sarah deciden pasar sus vacaciones en Miami piensan en todas las cosas buenas que van a pasar, pero ¿qué pasan con las cosas que no podes controlar? ¿Podrá Denna demostrar su inocencia? Historia corta Todos los derechos reservados.