Poppy Sinclair, una joven voluntaria en un refugio de animales, tendrá que unir fuerzas con Jackson Foster, un irritante y atractivo piloto de F1, para salvar su refugio de la ruina.
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Poppy Sinclair proviene de una familia con una maldición m...
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Hana había dicho que Laurie había sido trasladada de urgencia al centro regional de ataques cardíacos del Hospital Hammersmith.
Poppy atravesó corriendo las puertas y se dirigió a la recepción. Escuchó a medias a la encargada antes de recorrer un pasillo que desembocó en una sala de espera. Poppy reconoció a Adam, sentado en una de las sillas. Su expresión era insondable y su mirada lucía desenfocada. Su corazón dio un vuelco.
—¡Adam!
Adam reconoció su presencia y se levantó. Poppy corrió hacia él y lo abrazó.
—¿Qué sucedió? —indagó Poppy, desesperada—. ¿Laurie está bien?
Él le acarició el rostro, intentando calmarla. El semblante de Adam recuperó su serenidad habitual y sus labios se suavizaron en una ligera sonrisa.
—Está bien, Poppy. Ya está estable. Está en observación.
Poppy titubeó, aún con el corazón apresurado.
—¿No va a morir?
Adam negó con la cabeza. Sus ojos le transmitieron un poco de paz e hicieron que Poppy dejara de contener el aliento.
—Pero ¿quién te dijo lo de Laurie? —inquirió Adam, cruzándose de brazos con una expresión de padre molesto—. Fue Hana, ¿verdad? Apenas pude hacer que se fuera a descansar. Ustedes los jóvenes se preocupan demasiado.
—Pero Adam... —Poppy arrugó la frente y le tembló el labio inferior—. ¿Laurie no tuvo un infarto?
—Sí —respondió.
—¿Entonces cómo puedes decirme que no me preocupe? —se quejó—. ¿Cómo puedes estar tan calmado?
—Porque alguien tiene que estarlo. Ser un faro de luz, apacible y sólido. Además, sabes que Laurie estaría molesta de ver a todos tan afligidos. Y... estaría en desacuerdo de que te pusieras en peligro conduciendo sola en la madrugada.
—Yo... yo no conduje —se defendió de inmediato—. ¡Si sigo temblando!
Adam irguió una ceja muy despacio, como si no creyera en sus palabras. Sin embargo, Jack escogió ese momento para hacer su entrada. Adam advirtió su presencia y cuestionó a Poppy con la mirada. Sin escapatoria, ella no tuvo más opción que presentarlos.
—Te he visto en televisión —dijo Adam.
—No soy el hombre del clima —apuntó Jack con una débil mueca.
Adam rio, negando con la cabeza.
—Me gusta la Fórmula 1. Te vi hace varios meses ganar el Gran Premio de Dubai —explicó—. Además, tu padre fue uno de los mejores ingenieros de F1. Fue muy lamentable saber que había muerto.
Poppy escrutó a Jack, buscando alguna reacción ante la mención de su padre. Sin embargo, Jack mostró una sonrisa trémula.
—Adam, ¿qué sucedió? —intervino Poppy, aún intranquila—. Sé que Laurie seguía un tratamiento continuo por su hipertensión y tomaba medicinas, pero ella estaba bien cuando dejé el refugio. Iban a reunirse con Dan Morton para...