Capítulo 12

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Fue una larga conversación entre los cuatro. Les conté como me volví a encontrar con ellos, todo detalladamente.

Les comenté de la llamada de Bill, de mi plan y la verdadera razón por la cual me había vestido así.

Karlie se encargó de contarles sobre la pelea entre nosotras y de lo que hablábamos en la mañana, yo contribuí un poco en eso.

Nuestros padres estaban perplejos, nos miraban casi atónitos, pero de igual manera se podía notar la rabia en sus rostros o al menos en sus miradas.

Ellos vivieron todo con nosotras; cada llanto, cada lamento... ellos estuvieron ahí. Gordon y Simone eran sus amigos y se alejaron así como así, creando así que mis padres crearan un rechazó hacia ellos. Y qué decir lo que sentían ellos por los Kaulitz; poco querían saber de ellos y si no hubiera sido por esta situación, ellos no hubieran vuelto a hablar de los gemelos.

Me preguntaron porque acepté otro trabajo en vez de renunciar en el momento que supe que trabajaría para los Kaulitz. Les dije que en un principio fue para hacerle el favor a Karlie de conseguir algún teléfono y después por el miedo a que me hicieron pagar indemnización o algo así por abandono de labores.

No pude evitar ponerme a llorar, y es que a cada recuerdo de estos días me acordaba más del pasado y de cómo había pasado todo tan detalladamente que no podía evitar ponerme mal. Karlie también comenzó a llorar, pero no como yo, un poco más calmada.

-Da lo mismo lo que pase Sam, tú tienes que renunciar a ese trabajo. No hay ataduras, por abandono de labores solo te pueden despedir, pero si tu renuncias antes no pasará nada –me informó mi papá. Obvio que le creí, pues él sabía mucho de estas cosas.

-A no ser que Sam quiera trabajar –lo interrumpió mi mamá. Todos la miramos al mismo tiempo, ella se encogió de hombros.

-No mamá no quiero... es que no sé, me confundí. Al principio no quería, luego sí, después no... me confunden ellos mamá.

-Solo tú puedes decidir eso Sam. Una cosa es querer hacer lo que nosotros digamos y otra cosa es que hagas lo que sientes. Puede que ahora estés confundida, pero más adelante quizás si quieras estar cerca de ellos y arreglar las cosas.

-No mamá, yo sé lo que siento. Ellos nos hicieron mucho daño a Karlie, a mí e incluso a ustedes y no van a volver después de diez años como si nada hubiese pasado. No quiero que ellos vuelvan a mi vida... y estoy decidida a eso.

-Bueno, nosotros las vamos a apoyar en todo niñas –habló mi papá –Nosotros podemos decirles mil cosas, pero al final las decisiones están en sus manos.

-Siempre las vamos a poyar en todo, sea lo que sea –agregó mi mamá. Yo asentí mientras me llevaba las manos a la cara para poder secar las lágrimas que mantenían húmedas mis mejillas.

Mi mamá se levantó de su asiento y me abrazó, me dijo que todo iba a estar bien y que tenía que pensar bien las cosas, que lo tomara con calma y que ella y mi papá siempre nos apoyarían. Sin dudas, me calmaron sus palabras y cesé el llanto luego, aunque me dio hipo. Parecía una niña pequeña, pero bueno, nunca se es demasiado grande para tener sentimientos y llorar.

Karlie también se calmó completamente y yo logré quitarme el hipo, mientras que nuestros padres dijeron que la conversación tenía que seguir luego, porque los llamaban de la oficina. En realidad para mí fue mejor que la conversación quedara hasta ahí, así me quedaba tiempo para pensar que haría ahora que tenía que volver a la discográfica.

Nos quedamos mi hermana y yo sentadas en la mesa mirándonos sin decir nada, ahora que nuestros papás sabían lo que ocurría nos sacábamos un gran peso de encima... pero aún así en nuestro interior sabíamos que algo más pasaba.

Thousand OceansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora