Capítulo 39

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Luego de almorzar junto a mi hermana el almuerzo que Jutta amablemente nos había preparado, volví al estudio para comenzar a organizar lo que los chicos me habían pedido, así que partí por comentarle a Alex, el encargado de diseño gráfico, lo que los chicos tenían planeado, por lo que comenzó enseguida a trabajar en un video promocional.

No mucho después de que llegara, David me pasó los pasajes a Chile, y tal como me dijo uno estaba a nombre de Tom, y yo ni siquiera me había acordado de decírselo, por lo que obligué a David a que lo hiciera.

Tenía dos días para dejar lo más organizado posible el mini concierto que querían dar los chicos antes de viajar a Suramérica, por lo que tendría que trabajar a la velocidad de la luz para que todo saliera bien.

Karlie seguía en mi departamento, pero me había mencionado que volvería a la casa por la tarde para hablar con Bill. Fue tajante al decirme que no le rogaría que se hiciera cargo, que más bien le preguntaría en qué parada estaba y si decidía no hacerse cargo, daría fin a la relación y seguiría sola. Obviamente le dije que la apoyaría en cualquier decisión que tomara, y que la ayudaría en lo que fuera necesario.

-¿Se puede? –miré a la puerta y vi a Tom parado con una sonrisa esperando mi respuesta.

-Pasa –le respondí con la misma sonrisa y esperé  a que pasara.

-Te traigo un café... un capuccino vainilla.

-Gracias –recuerdo haberle dicho alguna vez que ese café me gustaba, pero jamás pensé que lo fuera a recordar.

-¿Cómo estás?

-Bien, llena de trabajo –solté una pequeña risa y volví a mirar al computador, que ya no podía estar más colapsado de tantos documentos que tenía abiertos -¿David habló contigo?

-Sí, acabo de hablar con él –lo miré de reojo y vi cómo se acomodaba en el asiento. Parecía un niño, tímido y sin saber qué hacer.

-Yo le dije que no era necesario, pero...

-Por mí está bien –me cortó -¿O tú no quieres?

-Yo no quiero ir a Chile, pero ya que no queda de otra, supongo que es mejor ir contigo que sola –asintió sin decir nada y se miró las manos sobre las piernas.

-Sam, no quiero sonar entrometido ni nada de eso, pero Bill me tiene preocupado –dijo algunos segundos después. Me giré un poco para mirarlo y esperé a que siguiera –Yo sé que tú sabes lo que pasó entre él y Karlie.

-Discutieron –me limité a responder.

-¿Crees que haya sido una discusión muy fuerte? Bill está muy retraído... luego de que te fueras de la casa hoy, se encerró en su habitación y no salió más.

-La verdad es que no lo sé, Tom, pero si te deja más tranquilo, hoy Karlie irá a la casa para hablar con él... quizás necesitaban estar separados para pensar mejor las cosas –sentí ganas de decirle lo que pasaba en realidad, pero no lo haría. No podía meterme en un drama que era de mi hermana y Bill. Era mejor que Tom creyera que era una discusión antes que supiera que era porque mi hermana estaba embarazada.

-Tengo el presentimiento de que pasó algo grave entre ellos –comentó casi para él.

-No lo creo Tom, quizás sólo son cosas tuyas...

-Conozco a Bill, sé que debe haber pasado algo grave.

-Esperemos que no –me limité a responder y miré de nuevo hacia mi computador.

-En fin... no puedo hacer nada –se reincorporó con más energía en su cuerpo y se apoyó en el escritorio, levantando un poco más también su cuerpo de la silla -¿Quieres que vaya contigo a Chile? Porque si no quieres, yo puedo hablar con David –una respuesta estuvo por salir de mi boca casi como un impulso, pero decidí no arruinar nada. Lo miré mordiéndome los labios para esconder una sonrisa y asentí.

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