Capítulo 44

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Luego de despertar y tomar desayuno, volví a quedar sola en el departamento. Tom volvió a la casa para poder cambiarse de ropa y luego irse al estudio.

Desperté con una energía única y me sentía tranquila, las cosas que ayer sentía y que no me permitían aclarar lo que pensaba, ya no estaban. Era como si la luz de nuevo hubiese llegado a mi vida, y quería que se mantuviera prendida durante mucho tiempo.

Salí del departamento casi a las nueve de la mañana y en poco minutos llegué al estudio, donde me encontré con David y la banda en una reunión, así que me uní a ella sin saber muy bien de qué hablaban.

Me preocupó no ver a mi hermana entre ellos, pero supuse que no había llegado aún por cansancio y no por otro motivo. Esperaba que no fuera nada que ver con el embarazo, el que aún nadie sabía, más que yo y los gemelos.

Pronto me puse la corriente de lo que hablaba la banda con su manager, y sin darnos cuenta se nos pasó una hora en eso.

-¿Por qué Karlie no ha llegado? –le pregunté a Bill cuando me lo encontré a la salida de la sala de reuniones.

-Despertó con náuseas, así que le dije que mejor se quedara descansando.

-Deberías decirle que vaya al doctor, a mí me dijo que no tenía tiempo –susurré para que nadie me pudiera escuchar. Bill asintió y se refregó un ojo con un dedo, se notaba cansado -¿Estás bien?

-Sí, pero me asusta lo que le está pasando a Karlie, no sé muy bien lo que es normal y lo que no –solté una pequeña risita y le acaricié el brazo –Anoche no pegué un ojo cuando despertó y dijo que quería vomitar.

-Bueno yo nunca he estado embarazada, pero sé algunas cosas. Las náuseas, mareos y vómitos son normales, pero igual es bueno que vaya al médico para cerciorarse de que todo está bien.

-¿Segura? –hizo un gesto de confusión en su cara y asentí –Está bien, le pediré una hora para ir lo antes posible.

-Podrías decirle a Shelly que te dé el contacto de algún ginecólogo bueno.

-Pero si le digo se dará cuenta que Karlie está embarazada, y aún no se lo diremos a nadie.

-Tienes razón –arrugué mi nariz y pensé por un momento en silencio –Yo le diré, en mí no levantaría sospechas, soy mujer, más que al ir al ginecólogo es pan de cada día para las mujeres –me reí y saqué mi celular enseguida para hablar con la novia de Georg.

-Gracias frutilla –sonrió al parecer más tranquilo y me juntó a su cuerpo con un brazo.

-De nada Billy –sus ojos se abrieron de par en par y sus mejillas se sonrojaron.

-Hace mucho tiempo que no me decías así.

-Bueno, tú me dices frutilla, yo te diré Billy –me reí por última vez y me alejé de él tras darle un beso en la mejilla –Te mando el número en cuanto Shelly me responda.

Me perdí de su vista y entré a mi oficina, encontrándome con Tom sentado mirando su celular.

-¡Buuuu! –lo zamarreé desde atrás y con un sobresalto de su parte, me dio a entender que si se había asustado.

-Casi me cago –riendo me senté frente a él y le tiré un dulce que había encontrado sobre el escritorio para que se la comiera.

-¿Qué haces acá? –me giré en la silla y encendí mi computador.

-Te venía a hacer una invitación.

-Ahora no puedo Tom, tengo que hacer cosas para su maldito mini concierto –alzó una ceja como signo de ofensa.

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