"Querido profesor" - Luckity

Maratón pt.3

A partir de aquí todas las conversaciones son en español.

Habían sido las dos horas de vuelo más estresantes de su vida, la primer hora Yato babeo sobre su hombro mientras él leía sobre casinos, Tako dormitaba en su lugar pero al ser el mayor tenía que encargarse de que los niños no hicieran desorden o que algo malo les pasara; la segunda hora no pudo concentrarse en el libro, estaba nervioso de volver a encontrarse con Luzu después de casi un mes.

Miró la pantalla de su teléfono: 31 de octubre.

Había sido coincidencia que su vuelo saliera el día de Halloween y para Alex no había inconveniente, pues podría usar su disfraz en España.

¿Qué pensaría Luzu de él?, ¿qué pensaría de su cicatriz?. Frunció el ceño y sintió la mano pesada del de mechón morado en su hombro.

-Tranquilo Quacks, recuerda lo que hablaste con el psicólogo.- le dio una sonrisa antes de volver a cerrar los ojos.

Asintió respirando hondo, no había ido al psicólogo en vano las últimas tres semanas; el hombre mayor le había ayudado mucho a saber cómo funcionaban sus emociones y a superar su dependencia emocional al castaño que le había ocasionado la cicatriz horrenda, también le había ayudado a saber que era lo que sentía por Luzu. Estaba enamorado del mayor, incluso antes de que él se diera cuenta.
Se sonrojó al recordar aquella vez que le había pedido besarlo, una vez más el psicólogo le dijo que ese fue su cuerpo reaccionando involuntariamente ante sus sentimientos por Luzu, fue como un mecanismo de defensa para bloquear los sentimientos negativos que su ex novio le provocaba.

Ahora entendía porque lo ponía tan nervioso.

Suspiró y abrió su mochila para guardar el libro pues faltaban solo unos minutos para aterrizar; su cuaderno de inglés avanzado llamó su atención pues se había abierto en una de las últimas hojas y había algo escrito con lo que no parecía ser su letra.
Lo sacó de su lugar y al darse cuenta que eran notas de Luzu su corazón latió con fuerza.

-Si a través de mis ojos tú te vieras. Y en mi cuerpo sintieras lo que me inspiras.

Su pecho se encogió.

-Mira las estrellas, mira como brillan por ti.

Sonrió tonto mientras acariciaba la tinta seca en el cuaderno, ¿por qué mierda no había visto aquellas notas?

-Pero él es tan hermoso, se ve tan amable.
Probablemente te hace sentir mariposas... Oh, espero que seas felíz.

Frunció el ceño, se estaba refiriendo a Wilbur. Acaricio la cicatriz áspera en su rostro y la rabia llenó su pecho.

Oh Luzu.

La culpa lo invadió; se había comportado como un completo hijo de la chingada con él. Tenía que disculparse.

-Pasajeros, abrochen sus cinturones, estamos a unos minutos de comenzar a descender a Madrid, España.
Yato despertó asustado de su interminable sueño de 2 horas y Tako solo abrió los ojos lentamente, no había dormido nada.

-¿Qué pasó?.- el de mechón rosa peino su cabello cómo pudo y miró somnoliento a Alex.

-Ponte el cinturón idiota, vamos a aterrizar.- dijo Quackity entre risas mientras guardaba el cuaderno, disimulando que en realidad estaba nervioso.

-¡Vamos por ti, España!.- fingió gritar y miró ilusionado al menor que se removía ansioso en su lugar.

...

El ajetreado lugar hacía que la cabeza de Quackity punzara, los nervios aún lo mataban por dentro y aún más nervioso estaba pues no veía a su peliblanco amigo en el aeropuerto.