Colaboración: @wttpAlexei
Quackity llega de intercambio a España en su último año de universidad, eso a cambio de dejar atrás todo lo que una vez amo.
Un castaño de ojos marrones se atraviesa en su camino en el momento menos indicado, con una herid...
3 semanas y 5 días desde que Alex había desaparecido.
Solo dormía un par de horas antes de que las pesadillas lo despertarán, recordándole que Quackity debía estar en algún lugar tratando de mantenerse con vida. Masajeo su cabeza con los dedos mientras miraba agotado los volantes con la foto del pelinegro sobre el escritorio, era doloroso no poder ver su preciosa sonrisa y escuchar sus chistes malos. Era doloroso no verlo, escucharlo maldecir, era doloroso no saber si seguía con vida; cubrió su rostro cuando una lágrima resbaló por su mejilla, se sentía una completa basura al no poder hacer nada.
-Profesor, ¿está bien?.- un alumno llamó su atención.
Es verdad, estaba en medio de una clase.
Cruzó miradas con el de mechón rosa, sus ojos estaban apagados y grandes ojeras pintaban su rostro. Estaba igual de afectado que él. Tako ya estaba trabajando en el caso y había prometido avisarles sobre algún indicio, pero tal parecía que Wilbur tenía cómplices y no salía a menos que de verdad lo necesitara. Era una gran desventaja que nadie conociera al castaño.
-Estoy bien, solo... necesito salir un segundo.- dijo con voz entrecortada y salio del aula al borde del llanto.
Yato lo siguió fuera y lo persiguió hasta los baños, donde se dejó caer junto a los lavabos. El menor se recargó en las frías baldosas y acarició el cabello de Luzu, consolandolo. Solo podían escucharse los sollozos del mayor y la respiración entrecortada de Yato.
-Tengo miedo.- murmuró el de mechón rosa.- Es mi mejor amigo, no quiero que nada le pase.
Luzu lo miró con los ojos cristalinos, tenía una mueca de dolor en su rostro y parecía estar a punto de llorar.-Ven aquí.- abrió los brazos invitándolo a sentarse a su lado y Yato frunció la naríz, no se negó, al contrario, se dejó caer junto a él permitiendo que lo abrazara de una forma casi paternal.- Estará bien, Quackity es fuerte.- murmuró mientras acariciaba el cabello del menor de forma suave y este poco a poco comenzó a llorar, había estado reteniendo el estrés desde que su pequeño niño mimado había desaparecido.- Lo encontraremos.
-Debe estar pasándola mal.- dijo con voz entrecortada mientras sorbía su naríz.
-No pienses más en eso.- acaricio su espalda mientras dejaba caer la cabeza hacia atrás con Yato en su pecho; el menor asintió mientras continuaba sollozando en los brazos de su padre postizo. El sonido del teléfono de Yato sobresaltó a ambos y Luzu se separó asustado, parecía que había comenzado a quedarse dormido sin darse cuenta.
-¿Lely?.- leyó en voz baja el castaño.
-Alexby.- se levantó junto a Luzu y miro el teléfono confundido.- Tengo que contestar.- dijo y el mayor asintió levantándose para regresar al aula.
Miró una vez más al de mechón rosa y salió dejandolo solo.
Volvió a timbrar una segunda vez y oprimió el botón verde.
-¿Qué pasa?.
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