"Querido profesor" - Luckity

¿Puedo llamarte esta noche?

"⭐.- para conversación en inglés"

-Entonceeees, recuérdame porque estás tan estresado.- Rubén mecia sus pies de adelante hacia atrás mientras veía al pelinegro recostado en una de las gradas de la facultad.

-No hice la tarea.

El peliblanco se ahogó con su risa y una gran carcajada explotó en su boca mientras tosía.

-No te rías pendejo, estoy sufriendo.- dijo cubriéndose el rostro con ambas manos.- Ese profesor perfeccionista me está haciendo la vida imposible.

-Pero, solo llevas un día de su clase.

-¡ESE ES EL PUTO PROBLEMA! ¡SOLO LLEVO UN DÍA!.

Se levantó de golpe haciendo que Rubius casi cayera de las gradas.

-¿Todo bien chicos?.- la voz aterciopelada del castaño sobresaltó a Alex y este lo miró nervioso.

-Sí, de maravilla.- dijo atropelladamente mientras se enderezaba en su lugar.- Ah, yo... Tengo su gabardina.

Y era verdad, la llevaba puesta en ese preciso momento justo encima de su chaqueta negra. Hizo un ademán de querer quitársela y Luzu lo detuvo.

-Tranquilo, puedes entregármelo en las clases extras.- una sonrisa brillante apareció en su rostro y el pelinegro por un instante dejo de sentir el frío del Otoño.

Asintió sin poder decir nada y el castaño solo se alejó de ahí.

-¿Qué cojones acaba de pasar aquí? Eso fue incómodo. Pero lo que es más importante, ¿por qué tienes su gabardina?.

-Ayer después de su clase tenía frío y me la prestó.- murmuró recordando como se acercaba a su oído y le susurraba.

-Aja, ¿y por eso la estás usando ahora?.

-Si no lo hacía la olvidaría en casa.- dijo si mentir, algunas veces era muy olvidadizo.

-¿Clases extras?.- enarcó una ceja mientras sonreía burlón.

-¿Puedes dejar de estar chingando? ¿qué es esto? ¿un puto interrogatorio?.

El peliblanco levantó sus manos en señal de rendimiento y Quackity se levantó de su lugar limpiándose el polvo del pantalón, faltaban solo unos minutos para que sus clases de la mañana empezarán.

-Me voy, deja de estar haciendo el tonto y ve a clase.

-Vaaaaale mamá, pero no me regañes.- el peliblanco se levantó de su lugar riéndose, algunas veces le daba miedo el cambio de humor drástico del menor.- Tengo que ir a ver algo, ¿te veo a la salida?.

El pelinegro le enseñó el dedo medio y le dedicó una gran sonrisa.- Claro que sí, mi amor.

-Gilipollas.- rodó los ojos mientras se alejaba hacía la sala de maestros.

-Pendejo.- gritó Alex para que Rubén lo escuchara y recibió un dedo medio de parte del mayor.

Los sanitarios olían a cloro y químicos que provocaban escozor en su naríz, estaba comenzando a ponerse de un rojo pálido por el frío que por alguna extraña razón estaba siendo exagerado para ser Otoño. Se miró al espejo frente a él, aún llevaba puesta la gabardina del mayor que aún olía a su perfume; metió su mano en uno de los bolsillos y sintió un pequeño trozo de papel.

Había un número anotado en él, y debajo de este un pequeño "Luzu".

-Que mier...- lo acercó a su rostro para asegurarse de que dijera Luzu y tragó saliva muy fuerte.

Podía escuchar su corazón en sus oídos, miro detrás de él por si alguien más entraba.

¿Un profesor le estaba coqueteando?. Nunca le había ocurrido algo así, siempre eran chicos de su edad y la mayoría de las veces era en broma.