Colaboración: @wttpAlexei
Quackity llega de intercambio a España en su último año de universidad, eso a cambio de dejar atrás todo lo que una vez amo.
Un castaño de ojos marrones se atraviesa en su camino en el momento menos indicado, con una herid...
[Les recomiendo leer el capítulo con canciones de Los Panchos de fondo, yo lo hice y lloré ;;]
2 de Noviembre: Día de muertos.
La llegada a Oaxaca fue muy tranquila, aunque ambos se sentían exhaustos por la fiesta de la noche anterior y Quackity tenía una resaca del infierno.
No debió beber de más.
Pero no iba a dejar que eso lo detuviera, tenía que dar todo de él para que su propuesta fuese perfecta. Ya sabía cómo sería, que haría y que diría y aún así, sentía que los nervios lo comían por dentro.
Luzu había salido a buscar trajes de Mariachi que antes se había dedicado a reservar el pelinegro y la chica que los maquillaria aún no llegaba, todo iba de acuerdo al plan pero era inevitable sentir la presión.
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Adoro: La forma en que sonríes. Y el modo En que a veces me riñes.
El maquillaje le hizo cosquillas en la nariz después de unos minutos de tenerlo sobre su piel, ya podía sentir la ligera capa y pequeñas piedras que poco a poco comenzaban a ser pegadas en su rostro.
Luzu estaba sentado a su lado, ya había sido maquillado y lucía hermoso con su traje de mariachi incompleto, todo él gritaba "Perfección" y solo pudo suspirar enamorado mientras sentía como la chica le regañaba por girar su rostro.
-Lo siento, me distraje.- se disculpó cerrando los ojos cuando la chica pegó más piedras pequeñas al rededor de su ojo. Luzu rió suavemente, sabía lo que ocasionaba.- No te burles, es tu culpa.
-Lo se, soy irresistible.- dijo con aire superior levantándose de su asiento. Peinó su cabello ligeramente y miro a Quackity con una gran sonrisa, una sonrisa que lo hizo derretirse en su lugar pues era como la que le había mostrado cuando se habían conocido.
Si no estuviera atrapado por el maquillaje probablemente se habría lanzado a los brazos de su novio para besarlo.
-Bien, si me disculpan saldré por un momento.- el castaño le lanzó un beso a Quackity ocasionando un sonrojo en sus mejillas.- Ahora vuelvo, cariño.
...
Dos horas después estaba sentado frente al espejo, admirando lo bien que se veía con su traje de mariachi ya puesto. Se miraba imponente. Si él se miraba de esa manera no podía imaginar a Luzu, más alto que él y más tonificado.
De solo pensarlo sonrió, cualquier cosa que Luzu se pusiera lo haría verse perfecto. El sonido de la puerta lo sacó de sus pensamientos y vio entrar por esta a su novio, llevaba en la mano un gran ramo de rosas rojas amarradas por un listón del mismo color; Quackity reprimió un grito de emoción al ver el ramo enorme.
