Exhaló tiritando, una ligera neblina se formó a causa de la mezcla entre su aliento tibio y el aire frío del invierno. Frotó sus manos para generar algo de calor en estas y entró a la sala del psicólogo, Luzu había insistido en llevarlo pero él se negó pues siempre pasaba por un pequeño shock después de salir de sus sesiones, no le gustaba recordar el incidente pero debía hablar de eso con el doctor.
Después de pasar con la secretaria se sentó en una de las sillas en la sala de espera, mirando a todas partes pero sin prestar atención realmente.
Su mente divagaba en que ya era un nuevo año, sabía que sus amigos habían hecho de todo menos festejar pues él aún seguía atrapado en esa fecha y sintió un poco de culpa y tristeza, pues siempre era emocionante recibir un nuevo año. Le habría gustado estar con Luzu, emborrachandose mientras esperaban a que marcaran las doce, para después besarse y hacer el amor como lo habían hecho antes; después tal vez despertar por la mañana de un nuevo año y cocinar junto a él, bailar una canción ridícula y ver películas como ya era costumbre en ellos. Pero en su lugar había estado encerrado en un frío sótano sin saber realmente que día era.
También había pasado el cumpleaños de Yato y él lo había olvidado por completo.-Joven Alexis, puede pasar.- llamó su atención la mujer detrás del escritorio de madera y él asintió levantándose de su lugar.
Sopló algo de aire caliente a través de sus guantes y trató de ordenar sus ideas antes de entrar.
-Bien, aquí vamos.
Luzu miraba entre Yato, Frank y Alexby con un gesto desesperado, pues le estaban pidiendo algo que no sabía si era buen momento para hacer.
-¿No pueden decirle a alguien más?.- despeinó su cabello estresado fijando su mirada en Yato.
-Tratamos de decirle a Rubius, pero nos dijo que él es demasiado descuidado.- el de mechón rosa hizo una mueca y asintió, pues sabía que lo que el peliblanco decía era verdad.
-Tambien a Auron y Samuel pero ambos se negaron diciendo que no tenían tanta paciencia.- dijo esta vez Alexby, que tenía un gesto desesperado.
-Por favor Luzu.- rogó el pelinegro de ojos verdes.- Cuida a Titanicus por nosotros, solo mientras le encontramos un hogar.
-De verdad me gustaría hacerlo pero...- titubeó mirando al pequeño niño de cabellera azabache, que jugaba con su propio pie.- Saben que estoy cuidando a Quacks.
-Pero estamos de vacaciones, Luzu.- Yato intervino esta vez, mirándolo con desesperación.- A demás la última vez que hablé con Quackity ya estaba mejor, hoy incluso fue solo a su sesión con el psicólogo.
-¿Qué hay de Tako?.
-Ese hombre tiene de intuición paterna lo que yo tengo de virgen.- Luzu rodó los ojos ante la declaración de Yato.- Olvida alimentarse a él mismo, no se que le esperaría al pequeño Titi si queda en sus manos.
ESTÁS LEYENDO
"Querido profesor" - Luckity
FanfictionColaboración: @wttpAlexei Quackity llega de intercambio a España en su último año de universidad, eso a cambio de dejar atrás todo lo que una vez amo. Un castaño de ojos marrones se atraviesa en su camino en el momento menos indicado, con una herid...