Bungou Stray Dogs (Cosas de BSD)

Decadencia vs Bebé

Advertencias: Spoilers del manga.

~•~

"La habilidad que te regresa a la edad más feliz, debemos tenerla" dijo Gogol en una de sus tantas propuestas para hacer colapsar al gobierno japonés. Claro que el payaso no contaba con que su portador era en extremo inestable.

—No es para tanto, ___-chan —dijo el albino poniéndote en su regazo para calmar tus nervios—. Podríamos usarte para apuñalar a alguien, nadie desconfía de una niña.

Aguantando las lágrimas le diste un golpe con niña fuerza en el pecho—. ¡Fue tu culpa!.

Sigma se removía incómodo ideando algo para distraerte—. ¿P-por qué esa edad?.

Lo miraste casi sorprendida—. No me preocupaba de nada, no había fraudes fiscales, solo comida y comodidad -era obvio que tratabas de hacer tu voz más gruesa.

El de trenza te apretó contra su pecho con rudeza—. ¡Pero que adorable niñita! Cinco años te sientan muy bien, ___-chan.

—Sigma, llama a la policía, Nikolai actúa como un pervertido...

El de sombrero entrecerró su único ojo visible—. Pero si a los niños les gusto yo, siempre les sorprendieron mis trucos de magia. Los hacía apreciar la jaula llamada vida.

El ruso alzó una ceja. No había dicho nada desde hace diez minutos—. No te quedarás así, pero si llega a pasar, no te dejaremos con Gogol.

Sigma ya buscaba en internet que podían darte de comer—. ¿Alguien sabe cómo hacer papillas?.

Fyodor negó un tanto entristecido por su incompetencia—. Un niño de cinco años ya come sólidos.

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—Mira esto, ___-chan —el payaso mostraba un truco de "magia" para hacerte sonreír, pero era en vano—. Por primera vez le diré esto a alguien que no sea yo, debes calmarte.

Volteaste con un puchero en la cara—. No me dejaron entrar a la licorería porque soy una niña.

—Tampoco dejamos que Sigma entre y eso que parece un adulto —se puso en cuclillas para ver tu rostro de cerca—. ¿Y si vamos al banco?.

—Quieres que te ayude a robar ¿Cierto? —antes de darle una respuesta, Sigma ya te alejaba del albino.

—Con esa apariencia es peligroso que hagas algo así.

—¿Entonces eres una niña? —Fukuchi te miraba con aquellos ojos vacíos.

—Pues fue culpa de Nikolai —al escuchar eso el payaso se quejó—. También fue mi culpa...¡Pero Fyodor dice que volveré a la normalidad!.

El canoso dejó a su ataúd en el suelo para cargarte, dios, era peor de lo que pensabas—. Seré tu tutor.

—¡No! ¡Nikolai ayúdame! —gritaste lastimando tu garganta.

Al final el mayor no te registró bajó su responsabilidad, revisó lo que debía del plan y se fue a liderar a sus subordinados. Ya era de noche cuando Sigma te planchaba tu ropa y tú jugabas con Gogol.

—Vaya, ni siquiera mis padres se preocupaban por mí —bostezaste y al instante el albino te cargaba para llevarte a dormir—. Los llamaré papá y mamá.

El payaso se rió tanto que el estómago le dolía, mientras que Sigma retenía el vómito entre sus labios. Caminando a tu habitación te acomodó bajo las sábanas sin decir nada más.

Una vez en completa oscuridad cerraste los ojos y te dejaste arrullar por el viento. A la mañana siguiente el joven de cabellos bicolores te llevaba el desayuno, al no recibir respuesta cuando llamó a la puerta, abrió viéndote dormir con la ropa desgarrada.

—¡Lo siento! —azotó la puerta despertándote de golpe. Arrojó la comida y se alejó corriendo hasta que chocó con el albino.

—Vaya, estás pálido...¿___-chan murió?.

—Ella estaba...no tenía ropa —murmuró totalmente sonrojado.

El más alto palmeó su hombro suavemente—. Ya veo, iré a verla.

—Basta los dos, les dije que volvería a la normalidad —el ruso ya llevaba una muda de ropa limpia—. Dejaré esto en su puerta.

Notas de la autora:

Amo con todas mis hormonas a Gogol, dios ese tipo me puede partir a la mitad y yo le daría las gracias.

Perdón que sea muy plano, pero he tenido mucha tarea y la universidad me está metiendo la que me debería de comer.

Gracias por leer, por cierto, espero que pueda actualizar más seguido cuando entre a clínica.