Bungou Stray Dogs (Cosas de BSD)

Poe (príncipe II)

Advertencias: ninguna.
Dos personas me pidieron segunda parte y eso me basta.

~•~

Estabas próxima a cumplir casi un año de vivir junto a Poe y Karl en esa torre en medio del bosque, y era algo digno de celebrarse. El joven con alergia al sol aplaudió para darse ánimos a si mismo.

—___ regresa en menos de dos horas, eso nos da tiempo de hornearle una tarta y preparar su fiesta, Karl, así que hagamos lo mejor —dijo con extraña felicidad.

Su plan fue casi perfecto, te envío al pueblo apenas amaneció para surtir la despensa y él se quedó planeando todo para tu fiesta sorpresa. Apenas llevaba la mitad de los ingredientes mezclados cuando escuchó al mapache tirar unas tazas—. Solo concentremonos en hacerla feliz.

Era un muchacho que toda su vida fue rechazado por una supuesta maldición, claro que se enamoró perdidamente cuando una linda señorita lo trató con amabilidad y decencia. Él quería confesarse, parte de la sorpresa era eso.

—Leí cada libro de romance que tenemos para que sea un éxito, no hay manera de que fallé —dijo sonriendo—. Solo espero no atorarme con mi discurso, si me ves en problemas, muerdeme Karl.

El mapache hizo un sonido, y como si entendiera todas su palabra, arrastró el pequeño costal de harina para que Edgar pudiera seguir la receta del pastel.

—Esto no debe ser difícil.

.
.
.

—¿Por qué se ve negro? —el castaño tocó el bizcocho, estaba duro y evidentemente quemado—. Tal vez si lo cubro con el betún de mantequilla no se de cuenta...¡Karl, no comas eso!

El mapache tenía la cara llena de mantequilla, rápidamente bajó de la mesa para no ser regañado.

—Diosz esto es un fracaso, tal vez mamá tenía razón después de todo y debo afrontar mi soledad dignamente —el joven príncipe cubrió su cara con ambas manos, trataba de superar su frustración, era como un niño intentando no llorar ante la perdida de alguien importante—. ¿Crees qué ella sea feliz aquí?

El animal se asomó debajo de la silla, y soltó un sonido, que está vez sonaba triste.

—___ solo está con nosotros por lastima, no es justo para ella.

La joven de cabellos ___ y complexión ___ regresaba del pueblo cercano cargando una cesta con lo necesario para la despensa, además de las infusiones favoritas de Poe. Sintió una mirada entre los arbustos, pero siguió caminando, está vez más rápido, incluso tomando un pedazo de ternera para golpear a su posible agresor.

Escucho un gruñido y lo supo, era la bestia aterradora del bosque.

Ya estaba a unos metros de la torre donde estaba Edgar, solo debía llegar y atravesar la puerta, pero el animal la tiró al suelo. Era un tigre blanco, era aterrador—. ¡Déjame! ¡No quiero morir! —la joven cerró los ojos, hasta que sintió la lengua rasposa de la bestia contra su mano. No la estaba lastimando, quería lo que tenía ahí.

El pedazo de carne.

____ abrió su mano permitiendo que la bestia le quitara el trozo de ternera, parecía más un gato hambriento. Estaba perpleja.

—¡___! —Edgar escuchó los gritos, salió de la torre sin importarle la comezón en sus piel, el ardor que sentía en su cara debido a los rayos UV. Se acercó a ella levantandola con cuidado, ignorando como el gran tigre blanco hurtaba su comida—. ¿Estás herida? —rodeó su cintura mientras la llevaba a dentro.

—Estoy bien, pero tú cara... —el rostro de Allan estaba rojo, con un pequeño salpullido desagradable en las mejillas—¿Te duele?

—Solo un poco, no te preocupes —la soltó y cerró la puerta—. ¿Qué hace un tigre en medio de un bosque?

La de cabellos ___ caminó hasta la cocina para tomar un vaso de agua, pero  al ver todo el desorden soltó un suspiro—. Estoy cansada.

Los ojos violetas se llenaron de lágrimas—. ¡No me dejes! Lo siento, haré bien las cosas, no seré una carga...Renuncio a quien he sido, por lo que tú eres.

___ se quedó perpleja—. ¡No me refería a tí! Era un comentario nada más, no llores por favor —se acercó a él acariciando sus brazos.

—Es que tú eres un rayo de felicidad, y yo ni siquiera puedo salir fuera de está torre por mi enfermedad, soy un bicho raro asqueroso y te limito —cubrió su rostro con ambas manos—. Te juro que intento ser el hombre que mereces...pero si quieres irte yo lo entenderé.

La muchacha lo abrazo desesperada por calmar su llanto—. Me quedaré contigo, y Karl, ustedes son mi familia.

—Yo era ignorante de sentimientos hasta que te conocí, me has hecho más feliz de lo que jamás pensé, por favor, te imploro que detengas mi agonía, por favor, amame también —su voz era baja mientras hundía la cara en el hombro de la contraria—. Te amo, ____.

La de ojos ____ sonrió ampliamente—. Claro que lo hago, por supuesto que te amo.

De fondo, el mapache seguía comiéndose el betún de mantequilla.

"Renuncio a quien he sido, por lo que tú eres" escuché esa frase y me dí cuenta que nadie me ha amado.

Cuánto tiempo sin actualizar este libro, en mi defensa, el fanfic que estoy escribiendo de Gojo Satoru me deja chupada.

Estresada me sale escribir cosas más lindas, y ahorita hasta ando llorando, el segundo año de la carrera se puso modo difícil.
Pinche Wattpad culero, me arruina los separadores y con ello la estética de mis mierdas.
-Honey