Bungou Stray Dogs (Cosas de BSD)

Problema

Advertencias: Contenido NSFW (+18), fem reader.

Aquí no es guarderia para estar cuidando chamacos, si leen las advertencias y deciden seguir leyendo pese a ser menores de edad, ya es bajó su responsabilidad.

Tienes un problema en tus pantalones.

Dazai:

El hombre está lejos de alguien reprimido, si algo le gusta lo demostrará. Y esa falda blanca que usabas le encantaba.

Y le encantaría aún más levantarla.

Descaradamente se acercó por atrás de tí para abrazarte y de paso frotar el problema dentro de sus pantalones—. Mi linda novia no me presta atención, que mala eres, ___-chan.

El estúpido honorífico al final de tu nombre te hizo darte cuenta de sus verdaderas intenciones, pero estaban lejos de sus compañeros detectives, y había algo el su tono infantil que te provocaba a ser más mala con él—. Deberías ir al baño a atender ese pequeño problema tuyo ¿O veniste a pedir ayuda? ¿Ni siquiera puedes hacerlo solo?

Un suave gemido se filtró por sus labios—. ¿Y ahora me harás rogar? Mala novia, mala novia.

Sin decir otra palabra te inclinaste hacía atrás para molestarlo—. Estoy esperando.

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Fyodor:

Cuando Fyodor dijo paseo en el auto no esperabas que fuera en un escape apresurado junto a otros de sus infames compañeros.

—No hay suficiente espacio —tu queja se vió interrumpida por cierto bufón empujándote al regazo de tu novio—. ¡Oye!

—No lo tomes personal, simplemente no quiero morir —se acomodó a su lado apretando su cuerpo para dejar entrar a otro responsable del ataque a la torre del reloj.

Mientras tanto, tu novio no dijo ninguna palabra, solo espero a que estuvieras cómoda y posó una de sus delgadas manos en tu muslo izquierdo haciendo círculos por encima de tu pantalón. El camino era rocoso, algo que sorprendentemente ninguno esperaba.

El rebote fue agresivo y ciertamente incómodo para el ruso que si bien tenía la cabeza fría, era -casi- un ser humano afectado por factores biologicos. La erección fue inevitable, especialmente porque notó que después de ponerse duro, algunos movimientos eran exagerados por ti. Sonrió y recargó la cabeza sobre tu hombro ignorando al payaso a su lado que hablaba solo con la esperanza de incomodarlos, pues Nikolai sabía exactamente lo que pasaba.

Era más excitante ser vistos.

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Poe:

Verte usar medias era algo nuevo para el escritor.

Estaba sentado en el escritorio de su estudio preparando un libro que Ranpo le pidió. Entraste solo para sentarte en el sofá de enfrente mostrando una sonrisa dulce. El mapache no te acompañaba, pues Karl preferís dormir en el pasillo que molestar a su dueño cuando tenía trabajo, pero tú no eras Karl.

Subiste tus pies al sillón dejando ver tus piernas que lucían sensuales siendo ceñidas por la delgada tela negra. El muchacho ya sentía la sangre viajar furiosamente hasta su eje rápidamente. Pasó saliva y bajó la vista a su escrito, pero había perdido la inspiración y fue sustituida por excitación.

—¿Quieres que lea lo que llevas? —te pusiste de pie para llegar hasta su lado y subir a su regazo, dandole una leída rápida decidiste hablar nuevamente—. Es bueno, creo que el giro en la trama es interesante.

Su cara roja ya te decía bastante de lo que pasaba, así que sin perder el tiempo comenzaste a rebotar sutilmente contra sus muslos—. ___...por favor —jadeo suavemente.

—Espera, estoy leyendo lo que escribiste.

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Jōno:

Entrenar era aburrido, pero ese día se volvió algo que el muchacho disfrutaría imaginar cuando estuviera solo.

Lo habías derribado segundos antes, y ahora descansando sobre su abdomen desnudo no pudo evitar percibir cómo tú ritmo cardíaco aumentó de golpe, tu respiración se volvió dificultosa y antes de darse cuenta sintió el ligero movimiento de tus caderas.

—Eres tan desagradable, ___— comentó divertido—. Puedo sentir lo necesitada que estás, casi estás mojandome.

Las palabras vergonzosas solo aumentaban la tensión entre ambos.

Sus manos se movieron para llevarte sobre su erección—. ¿Y que esperas?, continúa.

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Nikolai: Consentimiento altamente dudoso

El gozo que sintió al verte atrapada en ese maldito agujero al que él te indico entrar, posó sus manos sobre el vestido que usabas, levantandolo ligeramente para ver más de tus muslos—. ¿Necesitas una mano?

Inocentemente respondiste—. Sí, en realidad dos porque no creo poder atravesarlo —un jadeo te fue arrancado cuando su pelvis chocó con tu cuerpo—. ¡Nikolai!

—Te estoy dando una mano, justo como pediste —siguió con el movimiento rozándose contra tí, no sabías si habían pasado minutos o toda una eternidad pues el concreto presionaba tu estómago y se volvía incómodo, pero también frustrante, pues el ucraniano era el único que recibía consuelo—. Oh cielos, debería apurarme, tenemos el tiempo contado —levantó tu vestido e hizo a un lado tu ropa interior—. Te daré más de una mano.

Gracias a la chica que me pidió este escenario, la verdad me faltaba inspiración y la mayoría de ideas me parecían sosas.
No puedo evitar pensar en Dazai cada que veo esta imagen:

Definitivamente soy yo.
-Honey