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La llegada de J-hope había sido en silencio y prácticamente solo nos saludamos a la distancia y fuimos directo a la cena. Había llegado con un gorro verde fósforo, lentes de sol grandes y el tapabocas negro puesto, así que no alcancé a visualizar bien su apariencia. Solo me había impresionado su altura y porte relajado.

Ji Woo, después de las presentaciones rápidas, se había acercado donde estábamos mi abuela y yo. Solo a mí con un fuerte apretón de brazo me guío hasta el comedor. Era una advertencia, no me quería ver cercas de su hermano. Nos sentó en el extremo alejadas de él.

Nunca fue mi sueño conocer a un Idol, incluso llegué a burlarme de mis amigas por tener aquel sueño imposible. Nunca fue mi sueño estar aquí, sentada en el gran comedor en la casa de los Jung. Me sentía como en una especie de reality show de aventuras en la selva o de habilidades extremas. Porque hasta para levantar los cubiertos me suponía un gran esfuerzo en los nervios de mis manos temblorosas.

-¿Quieres más Ramen, Dongsaeng? -ofrece Ji Woo a su hermano.

No lo escucho responderle y tampoco voy a levantar mi mirada del arroz que tengo al frente de mí. Mi abuela puso una ración más de carne en mi tazón, así que como lo más silenciosa posible. La cena estaba siendo demasiado aburrida y evasiva de nuestra parte. Ante eso, el señor Jung de pronto se levanta con su copa de vino en la mano y propone un brindis rompiendo aquel silencio.

-Familia, amigos -nos señala- hoy quiero brindar por la vida y por el destino, por la dicha y por la amistad ¿Qué haríamos nosotros sin nuestros amigos? Supongo que no compartirían momentos especiales con nosotros, entre risas y llanto. ¡Salud!

¡Salud! Respondemos todos.

Bebo mi jugo de uva de la copa por cortesía, me siento excluida de los demás adultos en la mesa, ya era mayor de edad en casa pero al parecer aquí seguirían tratándome cómo una menor.

Ji Woo ya no me presta atención, así que en un acto de rebeldía me permito verlo a través del cristal de la copa. Su imagen distorsionada fue suficiente para darme cuenta de que su belleza era tan diferente de lo que se veía por televisión o en fotos.

Bajo de nuevo la mirada porque siento aún la mala vibra de Ji Woo viajar en ondas desde su lugar hasta el mío, se ha dado cuenta de que espío a su hermano.

Aún recuerdo la cara que puso al vernos en su casa y peor aún, al ver qué su padre anunciaba que seríamos huéspedes de ellos durante algunos días más. Su cara se había puesto roja y desde entonces buscaba la excusa de encontrarme a solas, afortunadamente mi abuela siempre estaba a mi lado o yo me escudaba con la conversación del señor Jung sobre mi padre.

-Vi tu mensaje de la mañana sobre su agenda grupal ¿Cómo te sientes, hijo? -la voz del señor Jung irrumpe el silencio después del brindis. Se le escucha serio.

-Querido, no le preguntes eso. Me alegro que te quedes unos días hijo -la voz de la señora Jung es reconfortante.

-Jmm, aún falta ir a las grabaciones de las últimas presentaciones en los programas musicales, -hay un deje de tristeza en su voz cuando dice aquello- dentro de unas semanas se anunciará nuestro descanso.

El corazón me late de prisa por la información inesperada que estaba recibiendo.

Es... Esto no es verdad ¿Oh sí?

Por un lado me alegro porque tienen años sin un descanso como tal pero por otro lado...

-¿Descanso? -se extraña el señor Jung- ¿Sucedió algo? ¿Se pelearon o algo así?

Hay un largo silencio, levanto la vista y lo observo recargado en la silla, con las manos hacia atrás, tiene el semblante realmente serio. Es demasiado el contraste, ya sabía que cuando J-hope se ponía serio era porque de seguro algo le molestaba... O al menos eso se creía en el fandom. Pero esto es diferente.

Behind The Sun | J Hope y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora