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Reniega como niño pequeño cuando lo estiro de la mano para bajar las escaleras. Se tambalea así que tengo que ir despacio y con cuidado de que no se rompa la cabeza.

Al llegar a la planta baja y salir al estacionamiento principal veo el automóvil de lujo y deportivo mal estacionado, menos mal que el motor está apagado y las puertas cerradas. A su alrededor anda el guardia de seguridad del edificio inspeccionando con su linterna.

J-hope va detrás de mi, entonces me volteo para acomodarle la capucha de su sudadera.

-Guarda silencio, ponte la capucha, que no te vea el guardia ¿Entendido?

-Entendido jefa -se lleva un mano en forma de saludo militar a su frente. Me dan ganas de reír pero me contengo.

-¿Es suyo el automóvil? -pregunta el guardia al vernos llegar junto a él.

-Oh si si -me apresuro a afirmar- una disculpa es que mi amigo...

-¿Amigo? -escucho protestar a J-hope a mis espaldas. Me toca el hombro pero yo le palmeo la mano para que no haga una escena ahora.

-Mi amigo lo estacionó mal ya que no hay luz -trato de sonreír sin preocupaciones, invitándolo a qué me crea.

-Entiendo... -el guardia nos echa la luz en la cara y vuelve a bajarla- Muevalo de prisa, por favor, que está obstruyendo el paso y salida del edificio.

-Gracias -doy una reverencia y camino a la puerta del conductor- Oppa, dame las llaves -extiendo la mano hacia atrás, mientras veo al guardia irse con la lámpara en mano y volteando de vez en cuando en nuestra dirección.

-Jmmm -lo escucho suspirar- ¿Me dijiste Oppa, pequeña Sun-Hee? -se ríe y aplaude.

-Ay dios, estás muy ebrio -me giro sin verlo a la cara y busco entre los bolsillos de sus pantalones- a ver, déjame buscarlas en tus bolsos delanteros.

-Ay Sun-Hee, eres muy atrevida -me da un beso en la mejilla riendo mientras saco las llaves al fin.

-Súbete o quedate quieto aquí, iré a dejar el automóvil al estacionamiento.

-¡No! No te dejaré -rodea el motor y se sube al automóvil después de mí.

Lo enciendo y afortunadamente no es un automóvil con botones que no entiendo. Hay un pequeño flash a mi espalda y volteo pero de seguro es el guardia con su linterna mirándonos desde la distancia, así que solo confirmo por el retrovisor si no está nadie detrás.

-¡Mi pequeña Sun-Hee sabe manejar! -J-hope alza los brazos en señal de triunfo- ¡Wooooo!

-Sí, sí tengo licencia de conducir en casa, en América.

Eso atrae su atención mientras le doy una vuelta al volante para dar reversa.

-Cuéntame más -se sienta de lado sobre una pierna y pone su mano en el respaldo de mi asiento y otra apoyada en su pierna contra su mentón- quiero saber más de ti.

Lo volteo a ver. Aún en la oscuridad parece que le brillan los ojos de expectativas.

-Amm pues estudio -digo entrando al estacionamiento- en la universidad de filosofía y letras, primer semestre.

-Ah, también lees como mi Hyung Namjoon. Te llevarías bien con él -truena sus dedos- Oh siiiii, sin mencionar que también tocas el piano -se acerca un poco más- Mi Sun-Hee es un estuche de talento además...

Logro estacionar con facilidad el automóvil y apagó el motor. J-hope estira mi camisa que traigo por pijama y mis pantalones deportivos bombachos.

-¿Dónde está tu vestido? ¿Por qué te lo quitaste? -al parecer ya no está tan borracho para haberlo anotado.

Behind The Sun | J Hope y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora