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-¿Escuché bien lo que dijiste Sun-Hee? -se pone una mano en la oreja con ironía, quiere que lo repita de nuevo.

-Dije que sí -levanto un poco la voz. Mi abuela se comienza a reír con discreción y se lleva una mano a sus labios.

-¿Qué? No escucho nada, repite lo más fuerte que no te oigo.

-¡Qué si Jung Hoseok! ¡Sí quiero salir contigo! -le grito en la cara y nos echamos a reír.

Me toma del rostro y se inclina para besarme pero me asusto por la presencia de mi abuela aún aquí, le hago una mirada a J-hope de nosotros hacia la abuela, él lo capta de inmediato.

-¿Me permite señora Kim Mi-Sue? -le hace una señal con su dedo para que se dé la vuelta.

Mi abuelita parpadea sin creer lo que le pide.

-Joo ¿Ahora ni siquiera me pide permiso para darle un beso? Increíble -se gira y cubre los ojos- en mis tiempos hasta con chaperón salíamos... Recuerdo un verano...

Jung Hoseok sonríe con las ocurrencias de mi abuela y regresa a completar su objetivo. Se inclina y lo veo cerrar sus ojos mientras se acerca, hago lo mismo adentrandome en su mundo. Me dejó besar de la forma más tierna, breve y dulce que alguna vez pude desear.

Acaricia mis mejillas y nos separa.

-Ya puede voltear señora Kim.

Abro los ojos solo para comprobar que ella nos estaba viendo. Enrojezco mientras ella aplaude llena de felicidad.

-Oh, vaya. Si se pudieran ver... Se ven tan adorables juntos.

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-Ponte esto.

Arroja una nueva camisa colorida a la cama. He salido de la ducha luego de dar las buenas noches a mi abuelita. Estoy en la habitación que abandoné hace poco más de un día.

Dudo un momento pero la tomo y corro al baño para ponerla. Toca a la puerta al instante que me ve cerrarla.

-Abre por favor, necesito verte.

Me muerdo el labio pero quito el seguro y lo hago pasar, aún no me quito la toalla. Él aún no se ha duchado. Se recarga en la puerta y me mira con esa seriedad que me cautiva las entrañas. Tiene un cuello muy largo y atractivo y una barbilla alzada que provoca caer de rodillas y rezarle.

Me siento en el pequeño banquito que hay frente al gran espejo del tocador y me comienzo a peinar. Por más que quiera aplazar el momento, va a suceder.

-¿Por qué está noche estás tan tímida conmigo? ¿Fue por lo del beso frente a tu abuela?

-No es eso, solo que...

¿Qué le podía decir? De pronto me sentía con vergüenza de vestirme frente a él.

-Solo ignora que estoy aquí y hazlo.

Bien. Lo haré.

Me levanto del banquito y me quito la toalla del baño. Lo escucho suspirar y levanto la mirada.

-Ven, olvida mi camiseta como pijama. Será mi cuerpo el que te cubra y te dé calor en esta noche -me extiende la mano y yo la tomo sin dudarlo.

Camina conmigo por la estancia hasta que abro mis ojos enormes cuando lo veo abrir la puerta de la habitación y me saca de ahí. La casa está casi en su totalidad a oscuras con excepción del candelabro que ilumina la estancia de una forma tenue y cálida.

Subimos los siguientes escalones y llegamos al tercer piso.

Abre una puerta y estamos en el doble de espacio que mi habitación. Hay un delicioso aroma a pino y un toque dulce en el ambiente.

Behind The Sun | J Hope y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora